–Adam, ¿Donde está la Notebook?
Me asomo por el pasillo que da al living de mi casa y veo a mi hermano bostezando mientras ve una película, no aparta la vista de la pantalla y con tono irritado gruñe una sola palabra.
–Habitación.
Pongo los ojos en blanco, me volteo y a paso decidido subo las escaleras hasta su habitación, saco el portátil entre insultos y me encierro en la mía. Abro Facebook con mi cuenta falsa y lo stalkeo como es de costumbre, no tiene nada nuevo salvo una foto jugando al tenis todo sudado, Dios, que lindo es. Tan alto, atlético, su cabello es castaño claro y corto al estilo tupe. Su cara de arrogante, hasta haciendo deporte se ve intimidante... Me gusta mucho. Tiene ojos azules y ni una mueca de sonrisa, siempre es igual, solo hay fotos con traje y algunos compañeros de trabajo (supongo), ni un familiar, ni una mujer. Es muy reservado.
Descargo mi nueva adquisición en mi móvil y bajo las escaleras de dos en dos hasta la cocina para hablar con mi madre, me asomo y la veo al teléfono conversando con su amiga Wanda. Empieza a gritar y mover los brazos como cuando esta muy emocionada, que es casi siempre. Me acomodo de una manera que no pueda verme y así intento focalizarme en escuchar con detenimiento su conversación, no suelo espiar a las personas pero no me queda alternativa, Wanda es la madre de mi pobre deportista acosado.
¿Están hablando de una reunión? ¿Nos vamos a juntar con Wanda? ¿Sera una reunión familiar? ¿Estará el también? ¿Cuando? Salgo de mi misión secreta de espionaje cuando el imbécil de mi hermano me susurra divertido:
–¿Que conversación es tan importante para que mi hermanita espíe a hurtadillas?– Pego un salto y le meto un codazo en el estomago, finge dolor y salgo disparada de nuevo a mi habitación. Con lo disimulado que suele ser, se enterará el vecindario entero.
Decido esperar un tiempo para averiguar de que se trata la misteriosa reunión mientras tanto me tiro en mi cama y reviso mi nueva adquisición mas en detalle. Tiene una musculosa gris, su cara húmeda de sudor y sus cejas fruncidas por la concentración. Cuando ya no puedo más con la curiosidad bajo las escaleras y veo que mamá ya no esta hablando. Me acerco despacio, no se como preguntarle por una conversación que se supone no escuché, así que espero que ella me cuente.
–¿Quieres que te ayude en algo, Mamá?– Me mira y sonríe.
–Si Alexia, pon la mesa que tu padre esta por llegar.
Empiezo a ordenar la mesa cuando aparece mi hermano de la nada y se apoya de brazos cruzados en la encimera donde esta el cajón de los cubiertos, lo miro con el ceño fruncido y me ignora
–Nick acaba de sorprenderme, dice que vuelve a casa– Parece entusiasmado. Paso por su lado y saco las bebidas.
–¿Quien es Nick?– Pregunto. Mi hermano me mira unos segundos y pone sus ojos en blanco como si fuera normal en mi desconocer a las personas.
–Lo se, querido... Ya que estás allí sin hacer nada, podrías ayudar a tu hermana.– Susurra mi madre cansada de nuestras pequeñas peleas.
El suspira y se corre de la encimera. Cuando tomo valor y voy a preguntar a mi madre que noticias tiene sobre sus amigos Wanda y Joseph, entra mi padre y se sienta a la punta de la mesa. Lo saludo con un beso en la mejilla y termino de poner la bebida justo cuando mi madre trae la cena y nos sentamos. Empiezan hablar de cosas del trabajo de mi padre y luego, como es costumbre, la conversación salta a mi hermana Chelsea y su hijo Ben, aun es bebe y todo un diablillo, comienzo a resignarme pero levanto la vista cuando papá trae a colación la conversación correcta y yo quiero darle un abrazo.
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Aquí y Ahora
RomanceSolemos bromear con la fantasía de un adonis moreno y otro rubio, parece divertido, pero todo se complica cuando se vuelve realidad, o por lo menos eso le sucedió a Lexy quien vivía una vida sin complicaciones pero con muchos placeres... Sin embargo...