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Uff tengo calor, siento un hormigueo en mi cintura, estiro mi brazo y choco contra ...¿Piel? Abro mis ojos de golpe, peroo ¿Que hace aquí? Está de costado, me acomodo bien para poder apreciarlo, sus pestañas son hermosas y rubias, su boca entreabierta es un pecado y su mandíbula tan perfecta, la acaricio rascando su barba incipiente, suspiro. ¡Que hermoso es! Me asomo intentando no despertarlo y agarro mi celular veo la hora y pego un salto ¡Pasa del medio día! ya es de tarde.¿Como pude dormir así? Veo a Nick muy tranquilo. ¿Durmió aquí conmigo? Todos se deben haber levantado y el no estaba en el sillón.Eso no es forma de ocultar nada si ninguno de los dos apareció todavía. Chasqueo la lengua, me acomodo de nuevo de costado y suspiro cansada, me duele todo. Literalmente.

Me duelen los muslos,  cuello y  brazos, como si hubiera corrido un maratón, también me duele mi vagina, de una manera tan especial, esta mas exhausta que mi cuerpo en general. Lo observo un rato, debería empujarlo y que caiga al piso por imbécil, pero esta tan lindo así... Veo que la punta de su comisura esta peleando para no subirse. Quiere reírse, no esta dormido. Estamos tapados con un edredón, con el calor que hace... Bajo lentamente mi mano y la poso en su entrepierna, toco un cordón, esta con un traje de baño. Cuando meto la mano por dentro y acaricio su pene, la comisura de su boca gana y hace una sonrisa. ¡Me lo como! Sonríe pero no abre los ojos, levanta su mano y toca mi pezón, me acosté desnuda y el me tapó con el edredón, ¿Por que no me toco todo este tiempo?.

Me subo encima de el, pegando mi cuerpo desnudo a su torso y aun sigue sonriendo pero no abre los ojos, lo beso, al principio no mueve sus labios pero cuando agarro su labio inferior y lo muerdo, sus manos se activan y me tocan toda la espalda hasta pararse en mi trasero, lo aprieta contra su erección, abre su boca y absorbe la mía; primero lento y después lo hace mas salvaje ¡Sip! Estoy completamente dispuesta, muevo mis caderas en su traje de baño y cuando muerdo su hombro abre los ojos, oh esos ojos verdes hermosos brillan de la diversión. Me siento en su cadera, haciendo que el edredón caiga atrás de mi, el observa mi cuerpo desnudo moverse encima del suyo, apoya sus manos en mis muslos abiertos, jadeo en un susurro. Por lo menos no olvido donde estamos. Me inclino un poco hacia adelante y apoyo mis brazos en su torso, este juego me gusta demasiado pero lo quiero adentro. Su manos suben y retuercen mis tetas, sus caderas suben a mi ritmo, ya no sonríe; esta serio y concentrado. Me quedo dura cuando se siente detrás de la puerta.

-Adolescentes, los estamos esperando abajo. Nick solo debías despertarla, no darle el polvo de buenos días. Les recomiendo que se recompongan como puedan y bajen antes que suba una persona mucho menos condescendiente que yo, abra la puerta y vea un espectáculo. Se escucha la risa de Nick que hace que me relaje y toque sus músculos cuando se contraen. -Hermanita lo entiendo, ¡Pero deja de ser tan cachonda por favor! Nick se ríe aun mas y el movimiento hace que su erección choque mi clítoris, suspiro. -Los cubriré solo unos minutos para que terminen el polvo, pero si se tardan mas, ya es su problema. Nos quedamos un momento sin movernos, ya se fue.

Me suelto del agarre de Nick, es un alivio saber que no durmió conmigo hasta ahora, solo lo mandaron a despertarme y me la jugó para que lo pensara. Lo observo mientras desenredo un poco mi pelo. El sonríe y se acuesta boca arriba, con los brazos cruzados detrás de su cabeza.

-Pensé que te vería con uno de esos pijamas que me prometiste. Sonrío.

-No te prometí nada, solo lo dije porque no quiero que los vea Adam. Lo miro de golpe y el sonríe.

-Te lo dije, su debilidad son las morenitas, llamó a Elias y le dijo que no sabe que tiene su auto y se queda una semana para hacer unas cosas pendientes. Tuerzo el gesto con cara de asco.

-Espero que no se le ocurra echar un polvo en mi habitación. Nick se ríe y se levanta. Le hago un escaneo, tiene traje de baño igual que el de ayer, pero este tiene rayas horizontales en blanco y azul. Que delicia. Tiene el cordón desatado y se ve su erección asomarse. Me saboreo y me acerco mordiéndome el labio, acomodo su short y anudo el cordón. Sonrío ante mi obra y me alejo, se nota su protuberancia, lo miro y sonrío. El niega con la cabeza.

Aquí y AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora