-40-

362 7 3
                                    


Mi humor decae un poco cuando veo a Jess, que nos espera en la puerta del hotel acompañada, ese maldito me fastidia. Lo saludo sin ganas para que note que no lo soporto y al instante su chulería se inhibe cuando estira su mano para saludar a Austin. Bien, así debe ser, no te creas el rey del mundo si eres solo una cucaracha.

Jess me ruega con los ojos y le sonrío, no puedo hacer otra cosa... Desde que Austin ha vuelto no he tenido muchas ocasiones para juntarnos hablar. Los coches de la empresa están en el aparcamiento, nos dividimos y entramos al coche, Luke ha subido con Aust y conmigo, Jess ha subido con el idiota y otros dos modelos que conozco poco y nada.

Bufo indignada. – ¿Es en serio? Me irrita saber que ese idiota comerá y tomará a cuestas de la fiesta de Barry, quisiera poder meterle una patada en el trasero para que vuelva a su terraza de mierda.

Austin apoya su mano rodeando mi espalda y me acerca a él en silencio, me irrita también saber que él no opina porque no entiende de que hablo. Desearía que supiera todo y que me ayudara a despotricar contra ese tipo.

Me sorprendo cuando lo escucho hablar de todas maneras. –Insúltalo, Lexy. Aprovecha ahora que puedes descargarte, pero que no te arruine la fiesta.

Me relajo y apoyo mi cabeza en su hombro sonriendo. – ¿Me ayudas? – El asiente, siento su mandíbula apoyarse en mi cabeza.

–Imbécil.

–Idiota.

–Estúpido. – Digo riendo.

–Cobarde. – Me rio más por su poco énfasis.

– ¡Hijo de puta!

Carcajeo pensando en el pobre conductor que nos observa por el retrovisor en silencio.

–Bastardo de mierda.

– ¡Penecillo de hormiga!

Siento tres carcajadas diferentes, Aust, Luke y una que no reconozco que es la del chofer.

–Eso ya es cruel, Nítida.

No puedo parar de reír. Ya se pasó mi nube oscura.

– ¿Las hormigas tienen pene? – Pregunta Austin divertido y vuelvo a reír.

–No tengo idea... pero es bueno compararlo si es inexistente.

–Nítida, el lado positivo de esto es que podremos verla en todo momento y sabremos lo que hace el imbécil.

–Luke no voy a esa fiesta para ser niñera. Quiero divertirme.

–No digo que no lo hagas, solo que le demostremos al mini-antman que estamos vigilándolo.

–Ese plan nunca ha servido, siempre se sale con la suya para desaparecer y tirarse a media fiesta, y allí entramos nosotros para consolar a Jess toda la noche mientras se embriaga hasta perder el conocimiento.

Aust sigue acariciándome y yo escondo mi rostro en su cuello para darle pequeños besitos. El camino es largo y cada segundo que pasa el espacio se vuelve más pequeño, las caricias de Austin y concentrarme en su respiración pausada me pone cardiaca. Necesito salir rápido de aquí o me asfixiaré. Estoy envuelta en el aroma que irradia su piel mezclado con su adictivo perfume, siento que mi piel está sensible y cualquier roce me excita, hasta el frío cuero del asiento... Me incorporo cuando reconozco el gran espacio, solo he venido una vez a este terreno tan grande, las fiestas casi siempre se hacen en un lugar más cercano a la ciudad.

Nunca había visto tantas personas teniendo sexo en público como aquí, recuerdo que decía "Iug" y ahora solo quiero encontrar un lugar a media luz para hacerlo con Austin. Saludamos al chofer y nos bajamos los tres, respiro agradecida por la brisa, por suerte esta vez no hace frío, como aquella en la que termine en cama con fiebre. Ese recuerdo me hace reír, terminé ebria con Jess cantando en el exterior de las carpas.

Aquí y AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora