Aquí y Ahora

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Una de las cosas que más me molestan de Nick, es cuando su impulso lo supera y lo hace actuar, he decidido que mi madre me lleve al aeropuerto DTW y no he pensado que iba a pasar más de una hora escuchando un sermón de imprudencia, lagrimas a montones, intentos fallidos de convencerme... Mi cabeza no ha dejado de latir.

–Mamá. ¿Mentiste cuando dijiste que me apoyarías en todo? – Ella deja de quejarse y me observa de reojo, hemos robado el auto de Adam y ella va manejando por mí, porque yo no podía manejar en "crisis" como ella ha nombrado a mi ataque impulsivo del que estoy completamente de acuerdo. Nada me hará cambiar de opinión.

– ¿Realmente quieres esto, Alexia?

Al fin tengo una respuesta: ¡Sí!

– ¡Si, mamá! Quiero hacerlo, sabes que si no funciona siempre puedo volver.

Suspira, ha visto sinceridad en mi respuesta.

– ¿Dónde? – Esto no le va a gustar.

–No lo sé...

– ¿Qué?

–Lo sabré cuando llegue– Me pongo de costado observándola muy seria. –Mami... Debes prometer que no le dirás a nadie.

– ¿Hablas de Nick...?

–No, hablo de ninguna persona. NINGUNA. Tú serás la única que sabrá– Agarro su mano y ella baja un poco la velocidad y me observa triste. –Ninguna persona.

– ¿Solo así? Desaparecerás...– Asiento.

–Necesito pensar las cosas, sé que Nick seguirá insistiendo hasta que desquicie mi mente y...– Me duele decirlo, creo que es de la persona que más me duele alejarme. –Y debo asegurarme que me gusta Austin realmente y no es un escape de mi fracaso con Nick.

–Parecían seguros de una relación...– Me dice sonriendo emocionada, claro que vio toda la escena, Austin no lo sabía, pero era mi despedida.

–Si me gusta, y mucho... pero quiero replantearme si es un capricho resentido, Austin no se merece una relación consolidada por esas razones.

–Lexy... ¡¿No te estarás fugando con Austin a Londres o sí?!– Hace una mueca cuando se da cuenta que ha metido la pata, esa Chelsea es lo peooooor.

– ¿Entiendes? Por eso necesito que no le digas a nadie, mamá tú serás la única persona que lo sabrá, eso significa que si alguien me busca sabré que me has fallado, y en ese momento me tomaré un avión y ahí sí que ni tu ni nadie sabrán donde me fui– Ella aprieta sus manos en el volante, señal de nerviosismo. –Sabes que lo haría si me traicionas. Prometo comunicarme con ustedes a diario, por e-mail.

–Está bien Alexia, no hablaré con nadie de esto, solo si prometes mantenerte comunicada y volver a casa si las cosas no te funcionan como deseas.

Me acerco a ella y beso su mejilla, se ríe por mi extraña muestra de cariño.

Llegamos al aeropuerto y me bajo exhalando aire a montones, mi pecho se cierra y me cuesta respirar. Me tomo mi tiempo y camino con mi madre a las pantallas de vuelos. Mi decisión será al azar, no confío en las coincidencias, las cosas buenas o malas suceden por algo, quizás algo llamado destino. Dejo mi destino en el número 17. Mi número favorito.

Me paro subiendo mi vista y estudio los monitores, busco el vuelo 17, que salga mañana 17 de agosto, busco el más acertado en referencia al horario, ¡Es ideal! Sale 17:08. Leo donde empezará mi vida, ¡Wow! No podría ser mejor.