Empecé a sentir el dolor punzante en mi mano, latía un poco, pero aún más latía mi corazón. Por fin dándose por enterado que lo mío con Nick terminó, no hay vuelta atrás. Tengo que ordenar mis pensamientos de una vez y encaminarme a tomar una decisión, una decisión que por una vez me haga bien. Volvía mi trabajo en ruinas, pero no ruinas de tristeza, sino porque al relajarme todos mis músculos empezaron a doler por la tensión que experimente, Sophie atendió mi mano hinchada como pudo... Ella me conoce bien, sabe que todo está mal pero por mi estado no ha hecho ninguna pregunta.
–Lo siento Soph, olvidé comprar comida...
Ella niega preocupada y me dice que me vaya, me dará la tarde libre y realmente se lo agradezco. Me da un abrazo fuerte y lo acepto, me molesta que me consuelen porque eso demuestra debilidad, pero en este momento y frente a ella no me interesa si me ve como un conejo abandonado.
Al salir no sé qué hacer, muevo la llave de la casa de Austin en mis manos. Decido ir a la mía, estar sola en la casa impersonal de Austin solo hará que me hunda más en la miseria, tomo un taxi hasta mi casa y cuando entro mi hermana se sorprende, al parecer acaba de hacer dormir a Ben y lo tiene en brazos.
–Lexy... Tenemos que hablar– Rodeo mis ojos por lo inoportuno del momento. Esas severas palabras y su rostro no me ayudan a mejorar.
–Iré directo a mi habitación, ve allí cuando acuestes a Ben– Ella asiente y la preocupación surca su rostro. ¿Se notará mucho mi estado?
Rogué que mi madre estuviera con su jardín, pero para mí mala suerte estaba en la cocina con... Wanda. ¡Maldición! Mi ex –suegrita, ¿Sabrá que su hijo esta tan ebrio que no puede mantenerse en pie? ¿Sabrá que su nuera se acuesta con sus dos hijos? Claro que no lo sabe. Tampoco sabe que estuve a punto de perder la cabeza por su hijo menor.
–¡¿Lexy?! ¿Pero qué...? Porque estás aquí... – Sus ojos suben hacia el reloj y frunce el ceño. –Además pensé que te quedabas con Austin– Me dice moviendo un poco su cabeza y bailando en su silla cuando dice el nombre de mi amigo.
Me acerco y saludo a Wanda.
–Tengo un dolor de cabeza insoportable, Austin está trabajando y quería hablar con Chelsea.
–Lexy me enteré que estas en pareja, me alegra saberlo– Es sincera pero ella también tiene ese tono de confusión, ambas amigas apostaron por sus hijos. Me encantaría decirle que su hijo está en mi lista de personas no gratas ahora.
También me encantaría sacarle la máscara a Brithanny, que todos se enteren que tipo de víbora venenosa es.
Me preparo un batido de piña y decido subir hasta mi habitación, abro mi armario y cuelgo las fundas allí, como pensé estar en mi habitad me relaja un montón y me tiro en mi cama suspirando, tengo muchas cosas que pensar. Me estoy quedando dormida cuando entra mi hermana.
Lo primero que ve son los vasos en la mesita y agarra el suyo, espero que hable ella porque si espera una conversación de mi parte, se quedará esperando.
–Sam me dijo que estaba preocupado por Nick.
No me sorprende que vaya directo al grano, esa es la gran habilidad de mi hermanita.
–Pues debería, posiblemente en este instante este desmayado en un cementerio de cervezas.
Las cejas de mi hermana se levantan y se aproxima a mí despacio, tanteando el terreno antes de sentarse en la punta de mi cama.
– ¿Por qué él está ebrio y porque tu estas tan enojada? Pareces mi hermana real.
En otra ocasión posiblemente hasta me habría reído.
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Aquí y Ahora
RomanceSolemos bromear con la fantasía de un adonis moreno y otro rubio, parece divertido, pero todo se complica cuando se vuelve realidad, o por lo menos eso le sucedió a Lexy quien vivía una vida sin complicaciones pero con muchos placeres... Sin embargo...