-23-

192 10 5
                                    

(Sam en la imagen)

–¡Llegaré otra vez tarde por tu culpa! ¡Maldita sea, Nick!

–No tengo la culpa si quedas exhausta y no escuches el despertador.

–¡Si lo es! Me echaste un polvo a las 6 de la mañana.

–No fue un polvo y deberías haberte quedado despierta desde esa hora.

Lo miro y pongo los ojos en blanco.

–Esta noche te cocinaré algo...– Empieza a decir Nick y lo paro antes que termine de manipularme con una cena romántica de lo más sensual.

-Hoy dormiré en mi casa y mañana no me esperes porque dedicaré mi sábado a Chels, compraremos cosas, ya sabes, la ayudaré a subir la moral.

–¿Y le caerás con Sam de sorpresa?– Lo miro y él está mordiendo su labio mientras termino de subir mi short blanco tiro alto. Me conoce bien.

–Sí, haré que me cruce en algún shopping...– me corta antes de terminar.

–Me parece bien, iré con él y te secuestraré para dejarlos solos.

Sonrío, es una buena idea, no sabía que excusa pondría para dejarlos solos y Nick me dio la solución.

Me pongo una musculosa con vuelo, suelta, color mostaza y las botitas cortas color negro. En el cabello una cola despeinada y como toque final un maquillaje natural.

–Perfecta–  Me dice antes de que le pregunte.

–Gracias.– Se encoje de hombros y me regla una sonrisita de costado. ¡Miamooor! –Dame un beso.–Le digo y empiezo a caminar con mis rodillas por la cama hasta que llego a su cuerpo desnudo y solo con el edredón tapando hasta sus caderas.

Él sonríe, abre sus brazos cuando me acerco y le doy un abrazo fuerte, demonios que estamos jodidos, me empuja a la cama y se recuesta encima de mí. Acaricia mi mejilla y sus dedos bajan hasta clavarse en mis costillas, chillo y empiezo a retorcerme por las cosquillas.

Mi mano se cierra en su cabello y pego un tirón fuerte, su cara se contrae del dolor y se queda quieto.

–¿Una tregua?– Me dice y aflojo mi mano, el de un movimiento las retiene encima de mi cabeza. –¿Quieres un beso?– Asiento haciendo un mohin.

–Más de uno. 

Sonríe y me besa, tierno, dulce, reparte pequeños besitos en mi barbilla y cuello hasta que vuelve a mi boca, el mete su lengua y me saborea, su respiración se acelera y empiezo a retorcerme hasta que me suelta para que mis manos vuelen y se aprieten en su cuello para profundizar el beso si aún era posible, Nick separa con sus manos mis piernas y se acomoda entre ellas mientras hace la fricción necesaria, lo necesito. AHORA.

–Nick... quiero que...– Corta el beso y me mira, sus ojos son oscuros y sus labios entreabiertos están hinchados y húmedos por mi saliva.

–Ya llegas tarde al trabajo...– Me dice y una muy pequeña parte de mí se pone alerta y comienza a gritar, pero la otra está sintiendo cada círculo que su mano hace por encima de mi short apretando mi clítoris.

–No me importa, quiero estar contigo.– Digo con un tono desesperado atrayendo su rostro al mío para meter mi lengua en su boca, solo se siente nuestros alientos y jadeos.

Se separa de golpe con una sonrisa y se para desnudo apoyándose en la puerta del baño, la punta de su pene brilla apuntando hacia arriba.

Aquí y AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora