Pongo el despertador y me acuesto.
Cuando suena... me desperezo con un quejido somnoliento e intento incorporarme bostezando. No me gusta levantarme, eso esta claro, quiero seguir durmiendo, me saco la trenza y me meto a bañar; estoy un rato largo pensando en este estúpido día que paso muy rápido e involuntariamente aparece en mi mente la imagen del rubio delicioso; salgo de la ducha apresurada y encuentro mi cepillo de dientes, me saco el maquillaje y hago mi rutina cremosa, seco mi cabello y lo aliso bien. He decidido una cola alta con jopo y de maquillaje, un delineado abdo y mascara de pestañas, un pintalabios color rosa chicle.
Me pongo un conjunto de ropa interior blanco de encaje. Busco entre mis vestidos y elijo uno blanco de encaje ajustado y mientras estoy buscando entre mis zapatos, me volteo de nuevo a mirar mi cajón de ropa interior, me acerco y lo abro vacilante, busco entre la ropa y saco un liguero blanco con unas medias color piel, no se porque lo hago pero me lo pongo, ¿Será el consejo que me dio Austin?, busco entre mis zapatos y saco unos con plataforma y taco cuadrado, color rosa chicle, son altos pero cómodos. Me pongo perfume y sonrío ante mi espejo, quiero divertirme.
Bajo las escaleras y me encuentro con mi hermana, que me mira de arriba abajo.
–¿Vas a salir de nuevo? ¡Admiro tu energía, niña! Ya estoy anciana.
–¡Sip, una anciana muy metida!– Nos miramos un rato y nos reímos.
Veo a mi hermano bajar las escaleras y esta vestido para salir, bueno bueno al parecer no soy la única energética aquí. El si que sale de fiesta seguido, me mira.
–¿Tu también sales?. Si quieres te acerco, ¿Donde vas?
–Salgo a Cáliz, es un club nuevo de moda.
–Voy a ese mismo club, ¿Quieres que te lleve?– Me agarra un escalofrío, si mi hermano sale es muy posible que salga Don delicioso, ya estoy mas interesada en salir.
–Claro, voy a llamar a Austin para que no me pase a buscar– Aviso a mi amigo y subo en el auto de mi hermano.
Estoy nerviosa, parezco una niña enamorada. Soy una idiota. Cuando llegamos bajo antes que mi hermano busque estacionamiento, me acerco a la puerta y veo una fila interminable, no se bien que hacer, si pararme en la fila o esperar aquí a mis amigos. Me quedo parada cerca de a puerta como idiota y mi hermano se acerca.
–¿Quieres que te haga entrar?– Lo miro, dudando.
–No,esperaré a mis amigos– Mi hermano se encoje de hombros y entra sin hacer fila. No es su primera vez aquí.
Espero unos pocos minutos hasta que siento unas manos rodeándome la cintura las observo y sonrío, es Austin, de golpe tiro la cabeza hacia arriba y choco su barbilla, me suelta.
–Eres una bruta– Me dice frotándose el mentón, me mira de arriba abajo con una sonrisa traviesa.–Tomaste mi consejo, se que quieres provocarme.
–Tu me asustas– Se ríe. Miro a mis costados y antes de preguntarle me dice. –Me llamó y dice que viene mas tarde– Bueeeno, ella era la queme rogaba que la acompañe; pequeña Zorrita.
Entramos sin hacer fila y vamos directo a la barra, pido un mojito y levanto la vista cuando escucho su risa, me esta observando.
–¡Eres una mariquita!– Levanto la mano y le muestro el dedo corazón, se ríe. El pide un Gin Tonic.
Esperamos las bebidas mirando la multitud bailando y de reojo veo a Austin mirando mujeres, esta buscando a su próxima victima; sonrío. No tiene caso.
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Aquí y Ahora
RomanceSolemos bromear con la fantasía de un adonis moreno y otro rubio, parece divertido, pero todo se complica cuando se vuelve realidad, o por lo menos eso le sucedió a Lexy quien vivía una vida sin complicaciones pero con muchos placeres... Sin embargo...