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Mi corazón late casi al mismo ritmo que cuando hago el amor con Austin. Mis emociones están desbocadas, siento alivio de soltar toda esta mierda que tenía guardada pero al mismo tiempo siento pánico, pánico puro. Aquí parada, enfrentada a mi peor enemiga, acabo de ganarle el juego, lo sé, lo veo en sus ojos aterrorizados. Ni siquiera me mira con odio, es terror. He arruinado su vida, al menos la que ha creado desde que dejó a Nick y se metió con Jeremy y la comodidad que éste le brindaba. Gané, sí, pero observando a mi alrededor entiendo de pronto la magnitud de mi jugada. Dios mío... 

Jeremy colorado a más no poder, tiene los ojos pegados a las fotografías, podría jurar que conoce a esas personas, lo aseguro cuando observo la expresión de sorpresa de Maximus, deben ser clientes, socios..., quizás amigos. Observo como acomoda las fotografías y me lo imagino ordenándolas por orden de importancia según el hombre que aparece en ella..., Max siempre fue meticuloso al extremo. Oh Dios, Joseph está blanco como un papel, de pronto pienso que es suficientemente adulto como para que le de algo, Wanda... Wanda está boquiabierta y toda ella tiembla, una mujer hermosa de personalidad dulce hierve de ira, sus ojos se pegan a los de Brithanny y luego a las imágenes. Quiere matarla, lo sé, lo siento. Intento evitar la mirada verde de Nick, pero sus ojos me queman el rostro, me tomo unos segundos para hacer contacto visual y lo veo, orgullo, de esta mesa es el único que me mira así... en cuanto nuestros ojos se unen veo como se endereza un poco y me sonríe, esa sonrisa retorcida de lado. Está encantado, fascinado. Puta mierda.

Adam, mi hermano, es..., su mirada está lejos de parecerse a la de Nick, me mira con reproche y hasta un poco de desilusión, no sé por qué es, ¿por qué me tiré a su mejor amigo a su espalda? ¿por qué me uní a esta guerra de serpientes y lo hice de la manera más ruin?¿no me parezco a la hermana que el idealiza? No, no puedo aguantar su mirada, si lo hago lloraré. De pronto un grito de histeria me hace levantar la vista, Brithanny está destrozando las fotografías que encuentra en la mesa mientras despotrica contra mí, diciendo que es falso, photoshop, falso montaje, dice que ella no conoce a esos hombres, pero allí falla, porque Jeremy se levanta como si la silla fuera hierro fundido y la toma del brazo con tanta fuerza que casi le sale una teta del escote. 

 ¿No te parece que ya has logrado lo que querías? ¿no querías un espectáculo? ¡Ya lo tienes!– Ella intenta soltarse, clavando sus uñas carmesí y en punta en los antebrazos de Jeremy. –Ya basta, Brithanny. Hasta aquí ha llegado todo. Por una vez harás lo que te diga.– Su tono es tan estridente que ella deja de forcejear y se pone aún más blanca, por mi parte mi piel se eriza por la amenaza. 

De pronto, la perra me mira y golpea con su pelvis la mesa que se mueve un poco, y sus uñas en punta se acercan peligrosamente a mi rostro, no logro moverme, pero gracias al cielo, Nick ha llegado a tiempo para evitar por mí el daño, golpea la mano de Brithanny y ella gruñe histérica. Mis pies se activan dominados por la ira y las ganas de romperle el maldito tabique operado,otra vez, pero Nick me rodea con sus brazos y me levanta del piso, inmovilizando mis movimientos al instante, me impregno con su perfume y su cuerpo hecho de roble. No puedo pensar, esto ha superado mis ganas de destrozarla. Quiero tirarme en mi cama, quiero un abrazo... pero no de Nick. Aprieto mis puños en su camisa e intento poner distancia entre nosotros, pero no tengo la fuerza, tiemblo al escuchar los insultos y maldiciones de Cruella, Nick me abraza con más fuerza, obligándome a enterrar mi rostro en su cuello, es su manera de protegerme. Él ha notado que mi seguridad se ha desvanecido, si solo Austin estuviera aquí..., podría mantenerme en mis pies. Podría soportar la mirada de mi hermano. 

  – ¡Malditos, son unos malditos! Maldita puta reprimida, ¿te crees muy lista, eh? ¿a quién le has chupado el pene para conseguir estas fotografías? Hija de...

– ¡Cállate! ¡Ya basta, demonios, Brithanny! ¿Ya no dices que es un montaje? Nos vamos, al menos ahórrate más degradación. Si aún conservas algo de dignidad, recupérate y sal de aquí.– Sisea Jeremy.

Aquí y AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora