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Me despierta el sonido de mi móvil, me estiro un poco. Mmm que buen descanso. 

Miro mi móvil, no le he prestado atención hasta ahora. Chad me pregunta como estoy y le respondo que de vacaciones con familia. Mis amigos han hablado un montón, repaso la conversación rápido, hablan de salir a un Pub. Oh, yo no puedo. Sonrío. Hay un Whatsapp de un numero no registrado.

Abro el mensaje fue de hace 20 minutos. Solo dice "LIGUEROS" me muerdo el labio, ya había pensado en eso. No le respondo, abro su foto de Whatsapp, es una selfie de el con una gorra plana hacia atrás y unos lentes hawkers. Sonríe hacia un costado. Hago una captura de pantalla de la imagen y veo cual tengo yo. Es una que me saque justo el día de la boda, guiñando un ojo y con el labio superior levantado hacia un costado. Debo cambiarla urgente.

Me levanto de un salto y me doy un baño caliente, eso me da tiempo de organizar bien en mi cabeza que voy a ponerme, siento que abren mi puerta. Luego la del baño, pego un gritito y tapo mi cuerpo. Mis ojos se posan en Nick y me relajo al instante. 

–¿Es que no sabes la definición de privacidad?– Levanta una ceja

–Supe que estabas despierta porque me diste tildes azules.

–Que observador.– Levanto mis manos y aclaro el acondicionador de mi cabello.

–¿No ibas a contestarme?– Lo miro.

–Tengo derecho a no hacerlo, no es obligatorio contestarte, ademas no me hiciste alguna pregunta importante o algo así. Escribiste una sola palabra.

–Es una buena palabra– Sonríe.

–Lo es. No te preocupes, si quieres saber si me lo pondré. Lo haré, ya lo había pensado.

–¿Puedo bañarme contigo?– Mmm es tentador. Pero quiero que reservemos lo que podamos para esta noche.

–Nop, ya estaba por salir– Me levanto y mi cuerpo chorrea agua. El se acerca instintivamente, niego con la cabeza. –Guarda esa emoción para esta noche, niño– Masculla. Debe ser la primera vez en su vida que no puede hacer lo que le plazca con una mujer. Me gusta que esa mujer sea yo.

–Me estas matando.– Me observa cuando paso por su lado y agarro una toalla, me la rodeo en el cuerpo y me acerco a el, hago punta de pie y lo beso tiernamente, pero el me engaña y mete su lengua en mi boca con fuerza, me aprieta contra el y largo un gemido. Con un solo beso me pone en órbita. Me separo respirando aceleradamente.

–Puedes bañarte, me secare el cabello en el dormitorio– Suspiro y salgo corriendo. El cierra la puerta con una maldición. Uf.

Seco y aliso mi cabello dejando una raya al medio, me pongo crema y acaricio mi piel suave. Hace rato se escucha la ducha, tengo muchas ganas de entrar a ese baño e incrustarme en el. Suspiro. Tengo que hacerlo esperar aunque sea un par de horas mas. Busco entre mi ropa interior, no se que ponerme... lo pienso demasiado, elijo un conjunto de color azul noche de encaje, la tanga es fina y provocativa. Se que va a salir del baño en cualquier momento, así que busco en el armario y me pongo una de sus remeras largas, así no me ve. Quiero que la vea cuando me la arranque del cuerpo. Busco en mis ligueros y saco uno negro de encaje, es muy sexy. Perfecto. Me pongo medias finas color piel. Me engancho una, cuando estoy subiendo la otra el sale. Desnudo. Es terriblemente travieso, se esta secando intentando ignorarme. Me encantaría ver su cara si la pesada de mi hermana entrara en este momento sin tocar. Tiene el pene duro.

–¿Nunca te masturbas en la ducha?– Me mira.

–Solo cuando diablillas rubias ojos verdes y fascinantes me provocan hasta morir– Sonrío sensual. Se ha masturbado por mi, me entra el calor. –¿Tú?

Aquí y AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora