☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣

~Capítulo Treinta y Dos: Eclipse (+18) Parte 1~

Egoísmo. Deseo. Prohibido. Descontrol. Febril. Carnal. 

Un sentimiento que cortaba su pecho e incendiaba su alma. Cuando la luna y el sol se unen, forman un fenómeno único y hermoso, llamado Eclipse.

***

Atención: El siguiente contenido no es apto para menores de 18 años (conocido también como lemmon hard ewe) ICHIRUKI, ya que contiene escenas de sexo explícito y lenguaje vulgar, se recomienda discreción. Leerlo bajo tu propio riego. Disfrútalo. Puede contener material fundamental para la historia.

***

       Con las mejillas aún sonrojadas, ella se negaba a bajarse del vehículo que se encontraba estacionado en el aparcamiento del Hotel. Y es que no era para menos, el tener las bragas húmedas le hacía sentir incomoda y la propuesta de Ichigo le le favorecía en nada; «Pues si te sientes incomoda, quítatelas», le dijo como si aquello fuera bastante normal.

—Bien, te lo puedo hacer en el auto, por mi no hay problema— dijo Ichigo, incitando a la furia de la chica y con cierto tono de voz provocativo.

     Rukia negó frenéticamente con la cabeza, como pudo apoyo las manos en el marco de la puerta y se impulso para levantarse. Las piernas aún le temblaban y apenas su corazón había dejado de latir con tanta fuerza. Ichigo la sujetó del brazo para evitar una penosa caída.

— ¿Segura de que no te quieres quitar la ropa interior?— preguntó él. El rostro de ella se pintó del más puro carmesí y con el puño cerrado le planto un golpe en el mentón hacía arriba. Ichigo ahogo un jadeo para después sonreír —. Bien, ya entendí, mujer. No hay porque usar la violencia.

      Al llegar a la recepción, una mujer de cabellera púrpura atada en una coleta los atendió. Ichigo había decidido no reparar en gastos así que pidió la suite Prescidencial que gracias a su extravante precio por noche era muy difícil que alguien la reservara o pidiera, la mujer de cabello largo de nombre Shihoin Yoruichi  (según decía el gafete que llevaba colgado al pecho), se sorprendió bastante pero les dio las llaves y una gran sonrisa por adquirir la habitación más lujosa de todo el hotel.

      La pareja se dirigió al ascensor, Ichigo pulsó el botón verde que tenía la flecha apuntando hacía arriba y esperaron. Rukia tamborileaba los dedos sobre su antebrazo mientras que Ichigo le dedicaba una furtiva y tierna mirada, le parecía bastante linda cuando se encontraba sonrojada y molesta. Se le oprimió el pecho, esa noche sería la primera y la última vez que sus cuerpos se unirían para formar una sola alma, debía dejar ir el dolor aunque pareciera imposible ya que se lo había prometido a Rukia.

— ¿Por qué parece como si estuvieras sufriendo?— preguntó ella sin mirarlo.

     "Sí que ve dentro de mi corazón", se dijo a sí mismo.

—Lo que se sabe no se pregunta, Rukia. Tienes claro el porque así que no hay necesidad de repetir algo tan doloroso.

—Lo lamento.

      Ichigo elevó su mano y acarició la cabeza de Rukia como si ella fuera lo más importante en el mundo. Y vaya que sí lo era.

—Prométeme que no te vas a arrepentir de las decisiones que tomes— musitó él —. Necesito saber eso para poder dejarte ir.

—Te puedo prometer que mis decisiones tienen un objetivo firme, no tienes que preocuparte por eso.

—Eso no responde a mi petición— le dijo él, sonriendo melancólicamente.