~Capítulo Cincuenta: Muerte y Vida~

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Aunque el arrepentimiento sea fuerte, jamás podrá devolverte lo que has perdido. 

***

—Esto será más rápido de lo que imaginé— murmuró Grimmjow, enfundando su katana —. Será sencillo.

      Colocó una mano al frente e incitó a su oponente para que atacara primero, la sonrisa en el rostro del albino se desvaneció, siendo reemplazada por una mueca de disgusto. Ichigo se dejó ir contra Grimmjow con un bestial grito desde lo más profundo de su garganta, blandió su katana sobre su cabeza, entonces de entre sus labios brotaron unos delgados hilos de sangre. La mano del peliazul se encontraba un poco arriba del centro del pecho del albino, ejerciendo una ligera presión mientras le sujetaba la mano con la katana con su mano libre. 

       El albino escupió una gran cantidad de sangre una vez más, Grimmjow retiró lentamente sus dedos y dejó que el cuerpo del albino se desplomará sobre el suelo aún escupiendo pequeñas cantidades de sangre. Su oponente se incorporó y miró a Ishida, arrogante como siempre.

— ¿Qué fue lo que hiciste?— preguntó el pelinegro, aterrado y guardando su arco.

—Sin duda es muy fuerte— respondió Pantera —, pero está lleno de aberturas y puntos débiles. Desde que nací estoy sometido a un arduo entrenamiento para ser un arma de batalla incontenible. Tocar los puntos vitales de una persona, tanto para noquearlo como para asesinarlo son sencillos de aprender. Lo que hice fue dejarlo medio muerto perforando ligeramente la capa más delga de la vena yugular que va a su corazón. Ahora mismo tiene un mortal sangrado interno.

— ¡¿Qué?!— gritó Jugram. Meninas y Gigi se acercaron a Ichigo —. ¡¿Con qué se las causaste si sólo usaste tus manos?!

         Grimmjow elevó su mano, dejando apreciar una aguja que apenas era visible, la cual se encontraba incrustada en la yema de su dedo, que parecía estar atada con una especie de tela casi idéntica al color de su piel. A simple vista nos se notaba.

—Forjada de hierro inoxidable, tan fuerte como para penetrar los huesos sin esfuerzo— dijo el peliazul. Miró de reojo a Ichigo —. Este hombre ni siquiera sabe lo que está haciendo, es como un animal— volvió su mirada hacía Ishida —. ¿Y ahora qué, Sternritter?

***

[3 semana después. . .]

Narra Ichigo.

       En mi sueño, las tinieblas me abrazaban pero yo no tenía miedo, sino que correspondía su abrazo de una forma tan cálida que podría resultar perturbadora. No recuerdo exactamente que es lo que pasó, ni lo que está pasando en esto momentos, sólo puedo sentir el dolor carcomiendo mi cuerpo; y aún así no tengo miedo, en cierto modo se siente bien, me siento vivo. Puedo escuchar una voz rasposa pero a la vez delicada, que parece susurrarme que todo está bien. Pero no puedo dejar de pensar que algo no está bien. Las tinieblas tiemblan y me suelta, el vacío en mi interior vibra con fuerza y da un alarido que me eriza el vello del cuerpo. Ahora mis pensamientos se reducen a una sola cosa, no, más bien dicho, a una sola persona: Rukia.

       Mis ojos se abren de golpe, la luz fluorescente me provoca un repentino y fuerte dolor de cabeza. Jadeo, siento mis extremidades entumidas y como si un camión me hubiera pasado por encima. Intenté alcanzar una barra metálica que se encontraba a mi costado para poder levantar pero era imposible, sentía un increíble dolor en todo mi cuerpo, muy agudo. Al parecer me encuentro en una camilla, parecidas a las de los hospitales, la cortina está corrida pero hay una segunda que parece estar albergando a otro paciente. ¿Será este un hospital? ¡¿En dónde carajos estoy?!

☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora