~Capítulo Cincuenta y Uno: Llagas de fuego~

638 52 20
                                    

Mi corazón se detuvo cuando sintió el sabor del filo de tu espada, la sangre era hermosa, pero morir por ti fue el mayor regalo que pude darte. ¡Vive y sé feliz por ambos! ¡ICHIGO!

***

    — ¿Estás seguro de hacer esto?— preguntó Urahara, con la mano en la manija de la gigantesca puerta metálica que se encontraba frente a él y a Ichigo.

       Después de dos horas de llorar, maldecir y llegar a golpear a otros, Ichigo se había calmado y Urahara le había explicado la situación con detalle, la versión que los Sternritters le habían contado; cuando Ichigo perdió el conocimiento y atacó a Rukia. El proceso fue difícil, demasiado. También le explicó los efectos secundarios de su droga, al parecer había vuelto a la normalidad; con su cabello naranja y piel levemente bronceada, pero cada vez que necesitará usar las toxinas de la droga que aún habitaban en su interior, sólo necesitaba una gran liberación de adrenalina para liberar. 

       La desición más dificíl había sido: ver el cuerpo de Rukia. Ya que Byakuya también había muerto, no había nadie más que se hiciera cargo del cadáver excepto él.

—Sí— respondió Ichigo, sus manos temblaban ligeramente.

       Urahara asintió. Empujó la puerta, el olor a desinfectante y coloro entró con fuerza a sus fosas nasales, la habitación era de un blanco inmaculado, casi doloroso para la vista. En el centro, sobre una camilla metálica con tan sólo una sábana cubriendo de la cabeza a los pies yacía un pequeño cuerpo. Ichigo se armó de valor, y aunque vaciló en el primer paso, continuó hasta llegar junto a la camilla.

—Hay una cosa más que olvidé mencionarte— masculló Urahara, como si se tratará de un importante secreto. Ichigo se estremeció interiormente —. Kuchiki-san, bueno. . . ¿cómo decirlo con delicadeza?

—Suéltalo de una vez, Urahara-san, no estoy de humor como para lidiar con estupideces.

—Cuando Kuchiki-san falleció, mi equipo médico se hizo cargo de ella. Estaba embarazada, nos percatamos de esto después que ella falleció.

        El pulso de Ichigo se aceleró considerablemente, sus pupilas se encogieron y contrajo la mandíbula para no decir nada cruel.

— ¿Cómo murió?— se atrevió a preguntar el pelinaranja.

—El cuerpo de Kuchiki-san es pequeño, tu katana logró rasgar su matriz, intestinos y parte de su hígado. Ella murió por perdida masiva de sangre, mientras que el feto murió en el acto.

      «Tú espada lo atravesó», le dijo una voz interna al pelinaranja «. Tus manos se han manchado con la sangre de dos inocentes».

—Ya veo— masculló Ichigo, inusualmente calmado. Alargó la mano y tomó la sábana del borde, jaló con casi nada de fuerza y el rostro de Rukia quedó descubierto; tan hermosa como siempre, lucía una pálida piel sin vida, un corto cabello negro que ya no brillaba mientras que sus ojos se mantenía cerrados, eternamente. Él se inclinó ligeramente y presionó sus labios contra los de ella; estaba helada —. Gracias, Rukia. Te amo. Y. . . perdóname.

      «Vaya, así termina una historia, ¡el rey ha asesinado a la reina! ¡El poder absoluto!», bramó la voz perturbado que lo acompañaba en su cabeza «. Eres demasiado patético».

☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora