❝Conocerla fue un accidente, ayudarla fue mi error y amarla es mi dolor. Pero si ella es feliz, es suficiente para mí❞
Kurosaki Ichigo es un joven empresario, dueño de las famosas empresas Shiba-Kurosaki.
Kuchiki Rukia es una joven egresada, herman...
Aunque la sangre no nos una, es lo que nos va a separar.
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ATENCIÓN: EL SIGUIENTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE SOFT GORE, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN. ES PARTE DE LA TRAMA PRINCIPAL.
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— ¡¿Qué carajos pasó, Szayel?!— gritó Nnoitra al ver al pelirosado tendido sobre el piso con un charco de sangre creciente a su alrededor.
Szayelaporro alzó con esfuerzos su mano, su dedo índice señaló una a penas visible silueta que sujetaba una katana en la mano derecha, de la cual aún goteaba sangre. Las pupilas de Nnoitra se contrajeron, era Kuchiki Byakuya. Su tratamiento había terminado pero algo no andaba bien.
— ¡Carajo!— gritó el pelinegro delgado.
Intentó alcanzar un bisturí que se encontraba sobre una mesa metálica pero el sonido de la afilada hoja de la katana cortando su piel lo detuvo de inmediato. Apoyó una mano en el suelo y se deslizó por el suelo hasta llegar al umbral, su brazo estaba sangrando, no era una herida muy profunda pero ardía como los mil infiernos. Chasqueó la lengua, hurgó en su bolsillo derecho y extrajo lo que parecía ser una ampolleta de cinco centímetros de largo que poseía una aguja en un extremo y un émbolo en el otro.
Se llevó la ampolleta al cuello pero una fuerte mano le sujetó la muñeca antes de que la aguja tocara su piel. Tousen Kaname lo sujetaba con fuerza, detrás de él estaba Aizen Sosuke con un inusual semblante serio o quizás decepcionado.
—Parece que asimiló la droga ''Senbonzakura'' demasiado bien. Está totalmente consiente, se puede leer la ira en sus ojos— masculló Ichimaru.
—Puedes retirarte Nnoitra, nosotros nos haremos cargo de esto, lleva a Szayel contigo, deja que Harribel le cure.
Nnoitra volvió a guardar la ampolleta en su bolsillo de mala gana. Era un hombre que disfrutaba una buena pelea, además Aizen le había obsequiado una droga especial para él y estaba ansioso por usarla pero ese no era el momento. Caminó hasta el pelirosado, se colocó en cuclillas y lo cargó.
Entonces Byakuya, sin la más mínima gota de duda, se abalanzó sobre ambos con su katana por delante, Nnoitra intentó retroceder pero una fuerte mano lo empujó hacía atrás. El choque de dos espadas afiladas resonó en la pequeña habitación. De pie, con un rostro inmutable, cortos cabellos negros que se encontraban un tanto despeinados y ojos carentes de vida, se encontraba Rukia. Deteniendo con su propia katana el golpe mortal de su hermano.
Como si fuera instantáneo, las pupilas de Byakuya se encogieron y su rostro mostró una ligera expresión de sorpresa. Sus manos temblaron por una fracción de segundo, ''Senbonzakura'' le proporcionaba aumentar cinco veces sus habilidades físicas, regenerativas y sus reflejos, pero —a diferencia de Rukia— dejaba intactos sus dudas, miedos, voluntad y sentimientos.
— ¿No es entretenido?— preguntó Aizen, desplegando una leve sonrisa —. Los hermanos Kuchiki peleando. Rukia, asesínalo. No necesitamos sujetos experimentales con voluntad propia.
Todo cayó en un sepulcral silencio, mientras Aizen y sus aliados sonreían, —internamente— BYakuya se encontraba sumamente perturbado.
—Sí, Aizen-sama— respondió Rukia.
Ella empujó la katana de su hermano, haciéndolo retroceder unos pasos, parecía irreal que alguien como Rukia tuviera tanta fuerzas. Blandió su espada sobre su cabeza y la dejó caer con fuerza sobre el pecho de su hermano. Éste movimiento tomo desprevenido a Byakuya, la hoja corto su pecho como si fuera mantequilla, la sangre salpicó hacia el frente, cayendo unas cuantas gotas en el rostro de su hermana. Tambaleándose retrocedió, jadeaba pesadamente, el calor se dispersaba por todo su cuerpo, era una herida sumamente profunda.
De repente, la herida comenzó a sanar con lentitud, regenerando primero los órganos dañados, en este caso la capa superficial del corazón. Él recuperó la respiración deprisa, sus tejidos musculares fueron los siguientes en ser regenerados. Rukia se percató de esto, empuñó su katana con ambas manos, apoyó con fuerza el pie izquierdo en el suelo y se impulsó, dando un poderoso brinco cayó en picada sobre su hermano.
—Vaya, creo que la droga funciona realmente bien— expresó Ichimaru.
—Pero todo tiene un punto débil— dijo el pelicastaño —. Si su cabeza es amputada o si su corazón es extraído, morirá. Esa droga aumenta las habilidades regenerativas pero no te vuelve inmortal.
Byakuya detuvo el ataque de su hermana con su katana, la fuerza que ella ejercía se acrecentaba exponencialmente. Él no se quedó atrás, aplicó la fuerza suficiente para no romperse las piernas por la presión que ella ejercía. El concreto debajo de sus pies comenzó a romperse. Rukia lo sujetó del brazo, se apoyó y con el empeine del piel lo pateó con fuerza en el rostro. Byakuya salió disparado hacía la pared, el concreto se partió y quedó tendido en el pasto que rodeaba la casa. El golpe había sido fatal, no había aplicado suficiente dureza y ahora su columna se encontraba partida por la mitad, los huesos sanaban con más lentitud así que parecía estar acorralado.
La pequeña pelinegra salió a través del enorme agujero que se había hecho en la pared. Su mirada carente de vida se posó sobre los gélidos ojos de su hermano, sus pasos eran suaves y silenciosos como los de un gato, aunque ella siempre prefirió a los conejos.
—Creo que no pude protegerte— masculló Byakuya —. Mi hermana... mi debilidad... Rukia...— cerró los ojos —. Me tragaré mi orgullo y te dejaré el resto a ti, Kurosaki Ichigo — miró a Rukia —. Me pregunto... ¿con qué cara veré a tu hermana ahora?
Ella alzó la mano que sujetaba la katana e inmisericorde clavó la punta de ésta justo en el centro del pecho de Byakuya, la sangre salpicó una vez más. La herida anterior ya había sanado, pero ahora la espada había perforado el corazón, parte de uno de los pulmones y se había clavado en el suelo. La sangre emanaba de su boca y se deslizaba por sus mejillas, siendo absorbida por la tierra cuando caía.
Unos aplausos se escucharon a lo lejos. Aizen Sosuke, había quedado complacido con tal espectáculo. Entonces, en medio de su regocijo el ensordecedor sonido metálico del portón principal abriéndose retumbo con fuerza en los alrededor, ¡¿quién había abierto la puerta sin permiso?! Todas las miradas se posaron al frente, la estruendosa carcajada de Aizen sonó, escalofriante.
Un joven albino con gabardina roja se hizo presente...
—Llama a los Espadas y los Sternritters, la guerra acaba de ser iniciada— le dijo Aizen a Tousen —. ¡Qué la masacre comience! ¡Y que el ganador sea bañado con la sangre de sus enemigos!
¬¬ ¿Qué les pareció este perturbador capítulo? Por favor, no me maten ya que si lo hacen no sabrán que pasará después *w* Oigan! Y alguien se ha preguntado donde carajos está RENJI?! O...O
Déjame tus teorías y pensamientos buenos/amenazantes en los comentarios, no importa si hacen un testamento, yo amo los comentarios largos ^^
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