~Capítulo Dieciocho: Insinuaciones~

1K 110 10
                                    

Ten cuidado, pues alguien parece estar observando. Si la verdad se revelerá tú caerás desde muy alto.

***

Narra Ichigo.

       Después de ver a Rukia había regresado a casa, en donde me encontré con Inoue, por unas largas horas me había olvidado de ella. Hinamori y Toshiro habían recogido la sala de estár, así que cené con Inoue en santa paz, sin pronunciar casi ninguna palabra. Me sentía extraño estando con ella, era como si nuestra relación se hubiera oxidado, ella tampoco hizo mucho por hablar así que no la force. Simplemente discutimos asuntos insignificante de la boda, lo cual por cierto me hizo estremecer, y sobre su viaje a Rusia. 

       Ella se marchó temprano ya que dijo que necesitaba arreglar unas cosas en su departamento. Me puse a analizar lo que había sido de nosotros, pero cada vez que trataba de pensar en Inoue una imagen de Rukia aparecía de inmediato en mi mente, todo se estaba enredando cada vez más y mis dudas sobre mi próximo matrimonio se hacían más grandes. Jamás había experimentado una química tan sorprendente como la que experimento con Rukia. '¡Carajo, Kurosaki! ¡Deja de pensar en ella, te vas a casar un dos meses!' me grité mentalmente. De pronto un pensamiento fugaz pasó por mi mente: 'No he tenido sexo en un mes'. Sacudí rápidamente la cabeza, ¡¿cómo puedo pensar en eso en un momento como este?!

      Ahora me encontraba en mi auto, en camino al trabajo, con la presencia de Rukia en vida, las cosas cotidianas son más fáciles. Estacioné en mi lugar de siempre y me bajé con mi portafolio en la mano. Entré al elevador, Ichimaru Gin estaba dentro, me miraba con su habitual sonrisa mientras se acomodaba el traje color azul oscuro. Pulsé el botón del último piso y suspiré.

—Oh, Kurosaki-san. Hoy llegas muy temprano— me dijo Gin.

—Sí, Riruka me llamó como a las seis de la mañana diciendo que me quería temprano en la oficina para firmar unos papeles urgentes que dejo el viejo ayer por la tarde.

     El pelilila asintió.

—Sí, está furioso, cree que no tienes lo que se necesita para liderar esta empresa.

    Su tono de voz tan calmado me provocaba escalofrío.

—Pues no me importa, antes de mi llegada esta empresa estaba en la ruina, mi padre no supo administrarla. He hecho mejor trabajo que todos aquí— dije un poco molesto.

—Ya veo. Pero tu padre tuvo un problema muy grande— murmuró mirando los botones del ascensor iluminándose conforme íbamos subiendo.

—La muerte de mi madre fue un golpe muy fuerte—le respondí con un nudo en la garganta e intentando no mirarlo —, pero a pesar de eso dejó que la empresa se cayera a pedazos.

      Gin soltó una risita.

—No me refería a eso, Kurosaki-san.

     Por alguna razón su voz no me dio buena espina. Las puertas del ascensor se abrieron, Gin hurgó en su bolsillo y me entrego un pequeño paquetito cuadrad de color plateado.

—Rangiku se lo envía a Inoue Orihime, ¿podrías dárselo por mí? Después de todo no me gusta ser el mensajero de mi esposa. Espero que cuando te cases no te pase lo mismo— me estremecí.

    Lo tomé y asentí, salí den ascensor, me dí media vuelta para retomar la platica pero las puertas se habían cerrado. Suspiré. ¿Qué quiso decir con 'no me refería a eso'? ¿De qué me perdí?

—¡¡¡ICHIGO!!!— gritó una voz femenina. Di un respingó y me giré.

    Riruka me observaba desde la recepción con los ojos llenos de furia, ¿acaso habrá un día en el que me dé la bienvenida como se supone que debería hacerlo una secretaria? Caminé hasta ella mientras me guardaba el paquetito en el bolsillo del pantalón. La pelirosada se inclinó sobre la barra del escritorio con el ceño fruncido.

— ¿Ahora que pasó?— me preguntó.

—No sé a que te refieres. 

—Llevó casi tres años trabajando contigo, si quieres ocultar algo es imposible que no me dé cuenta.

     No pude evitar sonreír.

—Estoy bien, Riruka, son sólo ideas tuyas.

— ¿Acaso acabas de sonreír?— de pronto pegó un alarido infernal — ¡¿Quién eres tú y que le hiciste a Ichigo?!

      Negué lentamente con la cabeza sin borrar la sonrisa de mi rostro. Me sentía bien así que ¿por qué no podía sonreír sin asustar a alguien? 

—Inoue dijo que pasaría por aquí antes de irse al trabajo. Cuando venga dile que la estoy esperando.

     Ella asintió aún con su expresión de terror. Hoy va a ser un buen día, después de todo, saliendo del trabajo iré a ver como se encuentra Rukia. Si la idiota atrapó un resfriado, no volverá a salir a la calle.

Fin de la narración de Ichigo.

***

Narra Inoue.

      Las puertas del ascensor se abrieron, salí lo más rápido que pude mientras soltaba un prolongado suspiro. Venir a la oficina de Kurosaki-kun siempre me pone nerviosa y aún más si veo aUlquiorra rondando por el lugar, no quiero que nadie se enteré de mi relación con él, todo se vendría abajo. Caminé lentamente pero justo cuando iba a llegar a la recepción alguien me jaló del brazo, me pegó con fuerza contra la pared.

—Ulquiorra— musité con la voz temblorosa.

— ¿Viniste a ver al cabeza de zanahoria?— me preguntó con voz seductora, tragué saliva con dificultad.

—Estamos en la oficina de Kurosaki-kun. Por favor, detente.

      Sus manos se deslizaron por debajo de mi falda, sentí la piel caliente, la boca ase me había secado y mi corazón palpitaba con fuerza. Colocó sus labios en mi cuello y su lengua pasó sobre mi piel. Quería empujarlo, alejarlo de mí aunque esto se sintiera demasiado bien. De pronto un escalofrío recorrió mi espalda e instintivamente aparte a Ulquiorra de mí, por un momento tuve la sensación de que alguien me estaba observando. Él sonrió y medio un beso en la mejilla. Suspiré.

    Retomé mi camino, llegué hasta la recepción en donde Riruka-chan me miraba de forma rara. Tragué saliva, debo evitar verme nerviosa.

—Hola, Riruka-chan, ¿cómo estás?

    Ella se levantó de su asiento y rodeó el escritorio, se acercó a mí, podía sentir su odio encajándose con fuerza en mi alma.

— ¿Qué te traes con Ulquiorra?— me preguntó. El corazón se me paralizó dentro del pecho.

Fin de la narración de Inoue.


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola mis chappys!♥

    ¡Te cacharon por andar de infiel, Orihime!  xD jajajaja ok no.-. ¿Ven por qué no hay que serle infiel al novio? xD

    Espero que este capítulo les haya gustado, no tengo nada en contra de Orihime, acepto que tal vez me cae bien pero su actitud de derrostista y estúpida niña chillona me saca de quicio, ¡¿por qué carajos no puede ser más fuerte?! O al menos que no llore en una situación fuerte. Bueno ya me estoy desviando del tema. 

   Oh shieeeloooos!!! Ya llevamos 18 capítulos y somos 1.9K de Lectores!!!! de verdad se los agradezco mucho, significa demasiado para mí. Me inspiran sus comentarios :3 Muchas gracias. Me encanta leerlos e intento responderlos todos *3*

Nos leemos luego *w*

Recuerda:

||Déjame tu hermoso comentario, ¡amo los comentarios!||

||Si te gustó compártela, seamos más lectores de esta hermosa historia||

☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora