~Capítulo Treinta y Tres: Eclipse (+18) Parte 2~

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Su cuerpo pedía más, sus deseos se habían salido de control y el día había llegado a su fin.

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Atención: El siguiente contenido no es apto para menores de 18 años (conocido también como lemmon hard ewe) ICHIRUKI, ya que contiene escenas de sexo explícito y lenguaje vulgar, se recomienda discreción. Leerlo bajo tu propio riego. Disfrútalo. Puede contener material fundamental para la historia.

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Narra Rukia.

       Nunca había sentido tal placer en mi vida. Debo admitir que al principio la idea de hacer esto con Ichigo me pareció vergonzosa y me entró un poco de miedo, pero ahora que me encuentro aquí con él, todos los pensamientos y sentimientos negativos se esfumaron. Mi mente ha quedado en blanco, siento la cabeza entumecida, si sigue así no se por cuanto podré aguantar.

      Mi pezón estaba rojo y ardía, deslizó su lengua por mi abdomen, con una tortuosa lentitud. Mi centro palpitaba, deseándolo, queriendo que me hiciera suya. Bajó sus manos de mis pechos a mis muslos, se dirigió a la parte trasera de mis rodillas y elevó ligeramente mis piernas.

—Sujeta tus piernas y eleva un poco más tus caderas— me ordenó, con la voz agitada.

      Lo obedecí sin rechistar, me tenía bajo su poder en esos momentos. Mis manos temblaban y no creo tener la fuerza suficiente en mis brazos, pero aún así me sujete las piernas manteniendolas flexionadas. Él asintió y sonrío. No pude evitar sonrojarme y sentir hasta las orejas caliente por la vergüenza de que él me mirara así.   

—Bien, ahora necesito que te relajes o esto te dolerá.

       Sus simples palabras me estremecieron. Todo de el me tenía vuelta loca; sus manos, su cuerpo, su mirada penetrante, su aroma, su voz, como las gotas de sudor resbalaban por su bien formado pecho. Me armé de valor, bajé la mirada para poder verlo y sentí como el corazón se me congeló dentro del pecho; su erección era gigante. Bajó su rostro a mi entrepierna y soltó un lenguetazo en mi intimidad. Mi cuerpo  mis entrañas se estremecieron, gemí. Su lengua subía y bajaba por mi zona intima haciendo ligera presión en mi clítoris.

—¡Ah! ¡Ichigo! Hmmm...— era todo lo que podía pronunciar en ese momento.

      Toda mi piel se encontraba caliente, incluso el suave tacto de sus manos contra mis muslos internos ardía como los mil infierno. Todo en el estaba caliente, excepto su lengua, que al principio se había sentido fría ahora era cálida. Me retorcía bajo su boca mientras los jadeos y gemido escapan de mi boca.

      De pronto quitó su boca de mi intimidad y se abalanzó con suavidad sobre mi cuerpo, colocó su boca en mi oído y lamió ligeramente mi lóbulo. Mi voz ya salía quebrada y mis jadeos eran fuertes y sonoros, aún no lo podía ver sentí su sonrisa en mi oído. Mordió suavemente mi oreja.

—Respira y relájate— susurró.

      Un leve dolor me hizo arquear por completo la espalda, entrelazó los dedos de su mano libre en mi cabellera mientras que recargaba su rostro en mi hombro. Había introducido uno de sus dedos dentro de mí, too daba vueltas, incluso mi boca parecía producir más saliva de lo normal. Ichigo se levantó sin quitar su mano de mi cabellera y la segunda de mi interior. Presionó sus labios contra los míos, mantenía sus ojos cerrados, abrí la boca para darle acceso a mi interior y aceptó de inmediato. Profundicé nuestro beso. No quería dejarlo ir, todo era bueno con él, hasta las cosas malas se transformaban en buenas. Él me hizo creer que podía cambiar y dejar mi pasado atrás. Me aceptó sabiendo lo que era, me aceptó por quien soy.

      Un segundo dedo entró, el dolor había desaparecido por completo y era remplazado por un inmenso placer que provocaba que mis terminaciones nerviosas vibraran con fuerza. Me aferré con las uñas a su espalda, nuestras respiraciones se habían sincronizado y mis gemidos no habían bajado de nivel.

 —Te amo, Rukia— dijo él, cuando se separó lentamente de mí. Al fin pude apreciar sus ojos, había algo que no quería decirme, pero se veían... felices.

—Y yo también te amo, Ichigo— sonreí.

—Voy a entrar...

        Sus dedos salieron de mí, mi cuerpo tembló.  Tomó su pene con la mano y lo colocó en mi entrada, la mano que me tenía sujetada el pelo me obligó a mirarlo.

 —Quiero que sólo me mires a mí— masculló.

          "Y quiero que tú sólo me mires a mí", pensé, pero no tuve el valor para decirlo. Creo que si se lo decía algo pasaría. Soy tan egoísta...

          Empujó su miembro contra mi entrada, el corazón me latía frenéticamente dentro de pecho a tal grado que parecía que iba a salirse de mi cuerpo, miré a Ichigo... bueno tal vez ya estaba fuera de mi cuerpo. Sentí como entró por completo, pegué un gemido que parecía no ser mío, era agudo y lujurioso. Mi uñas se clavaron con más fuerza en su piel, quería más, lo quiero todo, quiero todo de Ichigo.

         Comenzó a moverse lentamente, entrelacé mis piernas detrás de su espalda, sus embestidas eran suaves y brutalmente tortuosas. Puede sentir como me calentaba por dentro, la deliciosa fricción que había dentro de mí y que su cuerpo provocaba contra el mío. Gemí una y otra vez. Sus embestidas comenzaron a tomar velocidad y fuerza. El calor era brutal, nuestros gemidos exquisitos y el placer inconmensurable.

          Recargó ambos antebrazos a mis costados, el suelo que era frío ahora estaba a nuestra temperatura. De pronto sentí como mi cuerpo tuvo un espasmo, me sujeté de Ichigo y apreté los ojos.

—Juntos, Rukia— me susurró.

         Un espasmo se apoderó de mi cuerpo y la sensación de liberación cubrió hasta mi alma, nuestros cuerpos se volvieron uno al igual que nuestras almas y nuestros corazones. Sentí un líquido espeso y caliente entrando en mí, sonreí.Abracé a Ichigo como si mi vida dependiera de ello.

Fin de la narración de Rukia.

*** 

      Sus respiraciones eran fuertes y sonoras, quizás los otros inquilinos los habían escuchado y ahora se estaría preguntado qué fuero lo que pasó. Pero era natural. Ichigo abrazó a Rukia y besó con gentileza su cabello.

  —Y-Yo, debo proteger... lo que amo— susurró la pelinegra, pero al parecer ni ella misma se había dado cuenta de lo que había dicho.

      La noche continuó y el amor entre estos dos amantes se intensificó hasta que la luna se fue y el sol emergió. El destino los había unido y al parecer les estaba preparando un camino cubierto de espinas que poseía al final el paraíso. ¿Serán capaces de recorrerlo aunque eso implique salir heridos en el proceso? ¿Su amor florecerá o se marchitará? 

—Y yo también quiero proteger lo que amo— susurró Ichigo antes de quedarse dormido junto a su fuerza, su corazón, junto a la Luna Blanca, Rukia. 


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Oh por Kami-sama y el Rey Espíritu!!!! TwT

      No creí llorar escribiendo esto!! Pero aquí estoy, como buena sadomasoqusita xD Espero que este delicioso ¬w¬ y poco melancólico capítulo les haya gustado. Gracias por apoyarme hasta el día de hoy, se los agradezco de kokoro. Sé que se los repito hasta el cansancio pero lo haré: sin ustedes esta historia no sería nada, ya que es para ustedes ^^ 

      No olviden dejarme su comentario, eso me inspira a seguir escribiendo. Y si quieren que más personas se vuelvan lectora de Tsukinome, compartan la historia, lleguemos al corazón de más Ichirukistas :3

      Que pasen una linda noche. Esto es todo por hoy. 

       Bye-bye.

☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora