~Capítulo Cuarenta: Entrenamiento Concluido (+15)~

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Y la oscuridad cubrió su mundo por completo, se volvió agresivo y sanguínareo. Todo aquello que sus manos alcanzaban era irremediablemente destruido.

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Atención: Este capítulo contiene escenas de soft gore así como lenguaje vulgar. Es parte de la trama principal. Se recomienda discreción. Enjoy!

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Cuatro días después...

     La sangre se deslizaba por todo su cuerpo, su respiración era agitada y pesada, pero a pesar de eso su cuerpo se sentía inusualmente ligero. Tenías las manos aún aferradas con fuerza a la barra metálica que se encontraba suspendida sobre su cabeza, su cuerpo temblaba, estaba excediendo sus límites. Sus pies no alcanzaba a tocar el suelo, sus rodillas flexionadas soportaban el dolor que se acumulaba, tenía la piel de las palmas de la mano desgarrada al igual que la piel de la espalda y sobre los hombros. Sus ojos se mantenían apretados, el sudor escurría de sus sienes y se mezclaba con su sangre. 

    Cinco veces más peligrosa que las drogas que Aizen Sosuke usa. Siete veces más fuerte. Y altamente incompatible con casi cualquier ser humano. 'Zangetsu' era su nombre. El nombre de esa droga, que ahora circulaba por el torrente sanguíneo de Kurosaki Ichigo, el único compatible.

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''—Para empezar el entrenamiento, es necesario anteponer mi tratamiento. Esto consta de mi más peligrosa droga experimental. La cual no sólo aumentará tu fuerza física, tu capacidad de reacción, velocidad, habilidades e inteligencia, todo en un lapso de cuatro días. Sino que también te privará de tus miedos, te volverá una persona gélida y sin escrúpulos, con un sólo objetivo en mente. ¿Es tu corazón y mente lo suficientemente fuertes como para llevar esta carga? Si fallas, la droga te consumirá y no me quedará otra opción más que asesinarte— dijo Urahara con el semblante inmutable.

—Pero si el entrenamiento dura cuatro días... ¿por qué habías dicho que eran cinco?

—Porque necesitas un día para reposar y prepararte mentalmente.''

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    Su rostro era inmutable, carente de cualquier emoción o siquiera dolor. Soltó la barra metálica, sus pies amortiguaron exitosamente la caída, pero la hemorragia que sus heridas tenían no paraba. Urahara se pudo de pie, le sorprendía como aquel joven de cabellos anaranjados pudo haber soportado esos días sin probar alimento ni dormir, entrenándose día y noche incansablemente. Colocó una manta sobre sus hombros, la cual absorbió de inmediato la sangre, sus ojos carentes de vida se cerraron y se desplomó en el suelo. 

     Ururu y Jinta —los ayudantes del rubio— corrieron a sujetar al discípulo de su maestro.

—Curen sus heridas y átenlo a la cama metálica, el proceso será doloroso así que necesito mantenerlo bajo control. ¡Oh! E inyectenle lo restante de la droga.

     Estas últimas palabras alarmaron a los ayudantes.

—Pero... Urahara-san...—dijo Ururu. Él le colocó una mano en la cabeza y sonrió gentilmente.

—No te preocupes, Ururu. Kurosaki-san es compatible así que sólo le inyectaremos lo restante para eliminar esta droga... ¿bien?— ella asintió —. Le diré a Yoruichi-san que prepare lo necesario para mañana en la noche. Emboscaremos a Aizen-san una vez que Kurosaki-san despierte.

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En un lugar desconocido...

     ''¿Qué es esta oscuridad que me invade? ¿Por qué no puedo ver nada más allá de mi mano?

☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora