~Capítulo Treinta y Cuatro: Dolorosa Despedida~

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Un destino. Un dolor compartido. Una misma fuerza. Un insaciable guerra.

***

     Abrió sus ojos lentamente, permitiendo que el sol encogiera un poco su pupila, el aroma que se respiraba en la cama y en la habitación era agradable y exquisita. Su mirada azul se posó sobre el hombre que se encontraba acostado frente a ella, en la misma cama. Al parecer él ya estaba despierto desde antes que ella. Alargó su mano hasta tocar con suavidad el rostro de su amante, no pudo evitar la sensación que esa mirada que él dedicaba era muy melancólica.

— ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?— preguntó él.

      Rukia sonrío.

—Un poco cansada y adolorida de mis caderas, pero nada porque preocuparse.

—Me alegra.

       Ichigo colocó su mano sobre la de Rukia acariciándola con cariño. La noche había llegado a su fin, sano paso al día en donde todo tendría que volver a la realidad, ellos lo tenían muy claro. La noche anterior sería una que ninguno olvidaría y guardaría en sus corazones por siempre, pero junto con esos preciados recuerdos también se guardaba la inquietud de quieres estar juntos algún día. 'Ojala podamos renacer en un mundo en el cual podamos estar juntos', pensó Rukia.

—Tengo que irme, Ichigo— musitó ella.

       Fulminantes palabras provenientes de una doncella tan hermosa. Se acercó a él, arrastrándose por la cama, Ichigo la recibió con los brazos abiertos. Se fundieron en un profundo abrazo, el último, mientras Rukia se soltaba a llorar desgarradoramente.

***

En algún lugar de la ciudad de Karakura. . .

        Jugram Haschwalth se acomodó la corbata negra al salir de su oficina, fuera lo estaban esperando los Sternritter, todos vestidos no muy formales pero tampoco tan casuales. El orgullos y la determinación podía leerse en sus rostros, la tensión se sentía en el ambiente y los corazones que bombeaban sangre rápidamente a todo su cuerpo se aceleraban con cada momento.

—Bambie-chan nos puso al tanto de lo que está pasando, Jugram— masculló una mujer alta de enorme busto y cabello rosado.

— ¿Pero no crees que es un poco rápido para actuar?— preguntó un joven de mohicana carmesí. 

        El rubio negó con la cabeza.

—Hoy por al medio día cuando mucho, Kuchiki Rukia y Kurosaki Ichigo saldrán del hotel. Aizen-san no tardará mucho en darse cuenta de lo que ha sucedido— comentó firme.

—Seguramente Tousen-san estará al pendiente de cualquier movimiento que hagamos. Tenemos una sola ventaja, y esa es Kurosaki Ichigo. Estuve evaluando las opciones y no podemos asesinarlo. Su Majestad quiere que él se quedé a cargo de Las Noches una vez que el plan se lleve a cabo. Y si asesinamos a Kuchiki Rukia, seguramente Kurosaki no duraría mucho tiempo cuerdo— dijo un joven de cabello negro azulado que se encontraba sentado al fondo de la habitación.

            Todas las miradas se posaron en él. Al igual que el silencio que se esparció de repente.

—Ishida Uryuu— mascullo Äs Nödt —. Pensé que Su Majestad te había encomendado otra misión, estas interviniendo...

—No es así— se apresuró a decir el joven con anteojos —. Comente las ideas de Haschwalth con Yhwach-sama, le parecieron buenas. Pero había un gran problema; si Aizen cae alguien debe tomar su lugar y para nuestra desgracia no puede ser Yhwach-sama, mi familia, yo o algún integrante de los Sternritter. Así nos deja dos opciones: Kurosaki Ichigo y Kuchiki Byakuya, pero será muy probable que este último no salga vivo.

            Jugram resolpló.

—Vamos a reestructurar el plan, no hay tiempo para descansar. Los quiero a todos despiertos y alerta. Ya sabes que hacer— comentó el rubio —. Espero que esto resulte, Ishida Uryuu, o te meteré una bala en el cráneo.

—Lo principal ahora es esperar a las acciones de Aizen Sosuke— Ishida suspiró —. Va a correr mucha sangre. Vaya, espero que incluso empresas Shiba-Kurosaki estén preparadas para esto, Kurosaki no tardará en saber la verdad muy pronto. 

*** 

          El aire soplaba con fuerza, Rukia colocó su mano sobre la de Ichigo. Hace dos horas que habían salido del hotel y ella no quería bajarse del auto, temía por lo que vendría después. Cierta porción de culpa la carcomía por dentro, estaba bien que Aizen hiciera con ella lo que fuera pero... ¿Y sí iba tras Ichigo o Byakuya? 

—Estoy casi segura que Aizen te enviara una invitación para la boda, prométeme que no vas a ir.

        Ichigo torció los labios en un gesto de desaprobación.

—Sabes que no puedo prometer nada. Pero lo mediaré detenidamente antes de hacer cualquier estupidez.

         La pelinegra y el pelinaranja abrieron sus puertas y bajaron del vehículo, casa uno escondiendo su rostro del segundo. Sus miradas se cruzaron al momento en que dieron media vuelta. Tal vez jamás estuvieron destinados a estar juntos, y ellos forzaron aquel suceso día tras día con sus deseos fluyendo y creciendo.

  —Adiós, Ichigo.

—Adiós, Rukia. 

        Y así su historia vuelve a comenzar, como si fuera el primer día. 

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Hola mis queridos amores ^^

      ¿Qué creen? ¬u¬ Les tengo una buena y una mala noticia...

      La buena es que podré actualizar muy seguido ya que tengo bastante tiempo libre y desbordo inspiración gracias a ustedes TwT *Oh Deus me voy a poner sentimental* Sniff, sniff TwT

       La mala es que se podría decir que este es el capítulo final de nuestra hermosura O.O (Chan-chan-chaaaaaaaaaaaan). Ya que se avecina la tormenta, la destrucción inminente de todo aquello que considerábamos hermoso y algunos corazones rotos que desbordaran sangre. Los próximos capítulos serán cardíacos. Ya que si estos Treinta y cuatro capítulos que van te hicieron llorar y sufrir, los que vienen te darán ganas de golpear al escritor (un momento... ¡soy yo! *corre como loca*). Los prevengo para que estén atentos a las actualizaciones ^^ 

     Los amo ^w^

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