Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]

Capitulo 1

Narra Guillermo

Desde que tengo uso de conciencia recuerdo que me han maltratado. 

Siempre eh sufrido bullying en el colegio y eh sido excluido de grupos de amigos. A diario me insultaban, me criticaban y hasta me golpeaban por ser diferente a los demás.

En casa era siempre igual: llegar con moratones por todo el cuerpo y con heridas sangrantes en el rostro, pero a mi padre nunca le importó nada. Desde que falleció mi madre se pasaba los días bebiendo en la sala y, por las noches, solía salir a bares dejándome solo en casa.

Casi no comía. Mi padre renunció a su trabajo luego de que murió mi madre y no había vuelto a conseguir uno estable. Las entrevistas a las que asistía, según los lamentos que escuchaba por las noches a través de las paredes de mi habitación, eran un completo fracaso. No teníamos dinero y estábamos a punto de perder la casa.

Sin dinero, sin casa, un niño con pensamientos suicidas y un padre alcohólico, al cual no le importaba.

Terminé viviendo aquí, con el primo de mi padre, Tyson. Ya han pasado ocho años desde que vine aquí y todavía recuerdo todo como si hubiese sido ayer: llegar del colegio e ir primero al baño a curarme las heridas como lo hacía a diario, y luego a mi habitación. Allí encontré a mi padre llorando, armando las maletas con mi ropa. "Pon dentro de la maleta todo lo que necesites, hijo. Te irás a la casa del primo Tyson". Recuerdo que su rostro reflejaba una tristeza enorme escondida tras una forzosa sonrisa.

Fue duro cambiar de aire, pasar de la cuidad a un pequeño pueblo en las afueras. La casa del "tío" Tyson tenía una arquitectura muy antigua y rústica. Por suerte, la zona tenía cobertura a celulares y, más tarde, convencí al tío Tyson de poner cobertura WIFI en la casa. 

El lugar cambió, el colegio cambió y el aire cambió. Yo también cambié. Desde que empecé la nueva escuela ya nadie me golpeaba ni me insultaba. Era todo lo contrario a lo que yo esperaba. Los niños eran buenos conmigo, pero, aun así, siempre me encontraba solo haciendo los trabajos e incluso pasaba solo los recreos. No era porque nadie quisiera ser mi amigo, simplemente era porque yo no deseaba tenerlos. 

Ahora, a mis dieciocho años, estoy en el último año de la universidad tratando de dar las últimas materias para poder graduarme. El tío Tyson pagó todos mis estudios y me complació como si fuera su propio hijo. Para cuando llegué a este lugar, sólo tenía mi móvil. Pero él, para mi primer cumpleaños en este lugar, me regaló un computador portátil y unos audífonos, además de darme algo de plata para lo que necesitara. No hace falta aclarar que el tío Tyson era de alta posición económica y que tenía una gran herencia, ya que no tenía hijos y todo ese dinero iría, por seguro, para el pueblo que él tanto amaba. 

A pesar de que el tío Tyson era bastante joven para morir, enfermó de cáncer terminal y le quedaba poco tiempo de vida y, por supuesto, ya tenía a una persona para que se encargara de mi. Por mucho que le insistí de que ya era mayor para cuidarme solo, él no aceptó. Él no era tonto, sabía por todo lo que había pasado, e incluso sabía de mis tantos intentos por suicidarme. No iba a ser tan torpe de dejarme solo para que terminara desangrado, o incluso peor. 

La vida aquí no era tan mala. Pasaba mi tiempo libre escribiendo en el ordenador, estudiando, leyendo o practicando con la guitarra que me había dejado el tío Tyson un día de mucha lluvia. Pero habían días en los que mi vida no tenía sentido y quería privarme de ella tratando de provocar un suicidio, los cuales siempre terminaban con retos de tío Tyson en medio del hospital. Ya no recuerdo cuántos psiquiatras y hospitales eh visitado, nadie puede curarme. Nadie sabe qué aconsejarme. Siento que no tengo un motivo por el cual vivir pero no es fácil quitarse la vida en este lugar. Tío Tyson siempre me está controlando.

Actualmente tengo amigos. Alex es el pequeñajo. Con sus 20 años, y su baja estatura, es el mas inteligente de la clase. Nunca ah desaprobado un examen importante. Y Rubén, al que todos llamamos Rubius por su cabello rubio, es el mejor del equipo de fútbol americano de la universidad. Aunque somos muy unidos también somos muy distantes. ¿Y cómo es eso? Pues, cada uno tiene su vida y sus secretos. Materias por las que nos debemos preocupar, la apariencia que se debe mantener y secretos que callar. Somos amigos, pero es una relación complicada. Nos unía algo en común que no es muy agradable de recordar. Nos teníamos en uno al otro, o por lo menos así lo sentíamos.

A pesar de todo, llevo una vida "normal". Estudio, tengo amigos, una casa y comida. Pero sé que algo me esta faltando y no se si algún día va a llegar.