Capitulo 18 (Parte 2)

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Narra Samuel.

Primer trago.

"Samuel, eres un estúpido"

Segundo trago.

"Samuel, no eres gay"

Tercer trago.

"Samuel, Guillermo sólo juega contigo"

Cuarto trago.

"¡Joder, Samuel! Tienes novia"

Así pase gran parte de la noche: llorando, tomando y haciendo una lista mental en un bar de la zona.

Ya eh perdido la cuenta de cuánto eh bebido y aun así no eh logrado emborracharme y olvidar, que es para lo que eh venido. Guillermo seguía constantemente en mis pensamientos, e imaginar lo que había hecho con Frank me revolvía completamente el estómago haciendo que varias veces fuese al baño a vomitar todo el alcohol que había ingerido.

-Dame otro.- le dije al cantinero enseñándole el copa vacía.

-Perdón, pero no puedo. Ya te has pasado del límite que me dejan servir a una persona.

-Por favor, tío. Mírame cómo estoy... necesito otro. Ni siquiera estoy ebrio.

-Lo siento, pero no puedo. Es mi trabajo, comprende.

-Está bien. Toma,- le dije entregándole el dinero por los tragos- guarda el cambio.

-Gracias. Conduce con cuidado.- se despidió.

Caminé con algo de dificultad hasta mi coche y subí en él. En el camino hasta casa me pasé todo el rato llorando y quitando las lágrimas de mis mejillas. Realmente estaba todavía sobrio y necesitaba más alcohol para quitarme este dolor del pecho que me torturaba. Cuando llegué a la casa, fui directamente a la cocina en busca de alguna bebida con alta graduación alcohólica. Sabía que mi tío escondía algunas botellas en la alacena más alta y cogí una, sirviéndome en un vaso para beber y sentarme luego a la mesa. Tomé el líquido color opaco sin respirar y me serví nuevamente dejando la botella a un lado.

"Joder, Samuel. ¿Qué te sucede? Tú no eres así"

Y lloré aun más. Sostuve mi cara entre ambas manos escondiendo mi rostro lleno de lágrimas y de unos terribles ojos rojos. Realmente estaba agotado de todo lo que había pensado y ya no quería seguir atormentándome, pero no pude. No pude porque, cuando levanté la cabeza, Guillermo se encontraba de pie mirándome desde la puerta de la cocina sin decir ni una sola palabra.

-¿Qué quieres?- pregunté sobándome los ojos y la nariz.

-No puedo dormir y eh venid...

-¿¡Qué no puedes dormir!?- lo interrumpí y negué con la cabeza mirando la copa entre mis dedos.- ¡Ja! ¡De seguro que debes de estar bastante exhausto después de haber follado con Garnes!

-¿De qué hablas?- me preguntó Guillermo con una cara de... ¡ppff! Creo que ni él se cree esa falsa cara de preocupado que tiene.

-¿Crees que no sé que haces ésto a propósito? ¿Crees que no sé que quieres que me vaya?- al fin lo estaba enfrentando pero, aun así, mas lágrimas no dejaban de brotar.- ¿Crees que no sé que haces ésto para tu conveniencia? Pues, déjame decirte, Guillermo, que no me iré tan fácil como piensas. Eh hecho una promesa y yo jamás rompo una promesa ¡NUNCA!- le grité.

-Son mis amigos...

-¡Joder, Guillermo! ¿¡Amigos!? Esto no es un maldito hotel.- le contesté con una leve sonrisa fingida.- No puedes traer a tus "amigos" para follar aquí.- remarqué "amigos" con los dedos y tomé el contenido del vaso, dejándolo en la mesa con un fuerte ruido sordo.

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora