Capitulo 22

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Narra Rubén. 

Otro día de aburridas clases y de aburridos profesores. Joder, se me esta haciendo costumbre levantarme tan tarde y ya casi no llego a la primer clase del día. Como siempre, me levanté, me duché y me vestí con algo bastante casual; unos Jeans negros, una camiseta roja y unas Converse, también rojas. Como se me estaba haciendo tarde, cogí unas tostadas viejas que tenía en la cocina y salí de mi casa camino a la universidad, disfrutando de mis viejas y duras tostadas, masticando mientras caminaba. También conecté mis audífonos al móvil y fui escuchando una canción que me había pasado Alex; era un cover de una canción pero esta bastante guay (Mutimedia. Les dejé la canción por si la quieren escuchar).

Por Dios, recordé lo que había pasado el otro día con Mangel en el parque. Fue todo muy bonito. Caminamos por horas por todos lados sin importar el rumbo, charlamos, nos conocimos un poco mejor, y al final me dijo que sus bolígrafos sí estarían en buenas manos. Obviamente reí ante su comentario y el me siguió. Era tarde y todavía estábamos en aquella plaza dónde al fin nos sentamos a descansar en un banco. Ambos conversábamos a gusto y los nervios que teníamos al principio fueron desapareciendo poco a poco hasta que ya no habían rastros de ellos. Al final, terminó por dejarme en mi casa y él se fue a la suya luego de darme un gran abrazo en la puerta de mi apartamento. 

Cuando llegué al establecimiento quité mis audífonos, los guardé en mi mochila y me encontré con los chicos en la entrada.

-Hasta que apareces.- se quejó Alex.- Sabes que no quiero perderme las clases.

-Anda, si sólo te pasas las horas dibujando a Frank.- reí.

-¿¡Pero que dices!? ¡Que mentiroso, chaval!- dijo con las mejillas sonrosadas.- Iré a por mis libros.- y desapareció con una leve sonrisa.

Miré hacia mi otro lado y me encontré con un Guillermo deprimido, cansado, con enormes ojeras y bastante desalineado.

-¿Sucede algo?- le pregunté poniéndome frente a él para poder conversar en un pasillo.

-No es nada.- dijo con la mirada clavada en el suelo y trató de seguir caminando pero se lo impedí.

-Guillermo...- y alzó la vista para mirarme a los ojos.- cuéntame qué ha pasado. Soy tu mejor amigo, puedo ayudarte y lo sabes.

-Lo sé, solo que... no entiendo, es todo muy confuso. No sé qué sentir o qué pensar. No quiero sufrir mas, ya eh sufrido suficiente con mis padres y ésto me está destrozando por dentro.- sus pequeños ojos colorados se empezaron a aguar y Guille trataba de mantener esas jodidas lágrimas para que no resbalaran por su rostro.- Estoy sintiendo el mismo dolor que sentí cuando perdí a mi familia y es horrible... No puedo creer que diga ésto pero, es que ya no aguanto mas...- y las primeras lágrimas cayeron desde sus ojos sin pedir permiso y recorrieron rápidamente las mejillas color carmín de mi amigo.- Me eh enamorado de Samuel.- me confesó y agachó la mirada para que mas lágrimas siguieran cayendo sin control sobre su ropa. 

Sólo me acerqué a él y lo abracé. Supongo que necesitaba ese abrazo ya que me correspondió hundiendo su rostro en mi hombro y se sujetó con fuerza de mi espalda, rodeándome con sus brazos. Entonces, tocó el timbre anunciando que debíamos entrar a clase y así lo hicimos. Caminamos juntos hasta el salón y nos encontramos con que Alex ya estaba allí, sentado en su lugar dibujando a Frank como siempre. No sé por qué no admite que le gusta ese chaval. Bueno, yo tampoco le dije a nadie que me gusta Mangel pero es diferente porque yo no dibujo a Mangel mientras medio curso me observa. Lo hago en mi casa, a solas, sin que nadie me viese.

La clase comenzó y yo no daba mas de aburrimiento. Por desgracia teníamos clase de historia y teníamos un profesor bastante viejo y malhumorado. No tardé en ponerme los audífonos y el profesor no se tardó en regañarme y decirme que debía quedarme después de clases en el castigo, en la sala de detención hasta que viniera mi madre por mí. También castigaron a Sebastian, uno mas de la clase, por estar molestando, y a Mangel que estaba tomando su desayuno en medio de la explicación del señor Giwins. Joder, esta tarde sería larga ya que mi mamá trabaja hasta tarde. Por lo menos había algo bueno en ésto; iba a pasar un rato mas con Mangel, mi Mangel. 

Cuando tocó el timbre para el receso, me fui con mis dos amigos a la cafetería.

-Oigan, vuelvo en un minuto.- dijo Alex.- Es que... tengo que hacer algo.- agregó nervioso y salió corriendo de allí.

-¿Qué es lo que esconderá?- le pregunté a Guille mientras mirábamos cómo corría Alex.

-No lo sé. Mejor vayamos a comer algo.- dijo para darse la vuelta y jalándome del brazo.

Nos sentamos en una mesa apartada y comenzamos a charlar.

-¿Ya te encuentras bien?- le pregunté.

-Pues, eso creo. Pero aun me duele algo la cabeza.

-Me lo imagino. Cuando llegues a tu casa, te duchas y te vas directo a la cama, ¿entendido?

-Sí, papá.- me dijo y comenzó a reír.

-¡Eso es! ¡Arriba ese ánimo!- y reí junto con él.

-Calla, chaval. Deja de hacerme reír que no veo nada.- se quejó.

-Aun así me quieres.- dije enseñándole una gran sonrisa.

-Si es que es tonto el pobre... 

Me encanta ver a Guille feliz, se lo merece después de todo lo que le ah pasado a lo largo de su vida. Y como soy su mejor amigo estoy dispuesto a ayudarlo a que encuentre esa felicidad, esa que sé que está con Samuel. 

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Holis! n.n

Buuueeeno... el capitulo de hoy.

¿¡Ya vieron la foto de Rubuis y Luzu!? ¡Es tan mona! x3

¿¡Ya vieron la foto de Rubuis y Luzu!? ¡Es tan mona! x3

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Bueno, adiós! 

Y gracias por seguir día a día conmigo y por los votos y comentarios! Me hacen feliz! 

Debuh z4

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora