Capitulo 20

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Narra Samuel.

-Vamos, sobrino. Cuéntame cómo te estas llevando con los alumnos. ¿Ya los conoces a todos?- me preguntó mientras desayunábamos ambos en la cocina a la mañana siguiente. 

-La verdad es que no. Conozco a muy pocos: Garnes, Doblas... Rogel.- dije recordando a el chico que le prestó un bolígrafo a su compañero.-Gonzales, Holmes...

-¡Oh! Lana Holmes. Esa es una gran chica, muy aplicada y prolija.

-Lo sé, me ha entregado un excelente trabajo. 

-Necesitas conocer a cada estudiante para poner las calificaciones de comportamiento y desempeño. Puedes pedirle a todos que hagan un informe sobre ellos mismos, qué les interesa, qué hacen en sus tiempos libres... Te ayudará a conocerlos.

-No es una mala idea, pero tengo demasiadas cosas para corregir.- le dije mientras le ponía mantequilla a una tostada.

-En eso no te preocupes, yo puedo hacerlo y luego te pasaré las calificaciones.

-No es necesario, tío. Tú tienes que descansar.

-No es molestia, Samuel. Además, estoy todo el día aquí y en el hospital; los viejos también se aburren.- dijo para tomar de su té.

-Esta bien. Dejaré que lo hagas pero sólo con una condición.

-Anda, ya suéltalo. ¿Qué quieres?

-¿Cómo ves mi relación con Guillermo? ¿Crees que nos llevaremos bien?

-¿Relación?- preguntó alzando una ceja haciéndome atragantar con la tostada.

-Tutor, protegido y profesor, alumno.

-Bueno, no sé cómo se llevan fuera de éstas cuatro paredes por lo tanto no puedo decirte la relación entre profesor y alumno. En cambio, estando dentro de la casa sí; se nota que lo quieres además de que lo sé, eres muy buena persona. Con Guillermo es diferente, nunca quiso que vinieras para que lo cuidases y al principio te odiaba por eso, pero ahora ya no es así. Yo sé que de alguna manera te quiere. Es un chico que no demuestra muchos sentimientos pero estando viviendo con él tantos años se lo llega a conocer.

-¿Dé que hablas, tío?- dijo Guillermo apareciendo por la cocina y dirigiéndose directamente a la alacena a por sus cereales. Mi tío me miró directamente a los ojos luego de que Guillermo pasara por su lado, dándole la espalda.

-Estamos hablando de t...- hizo una pausa.- del trabajo de Samuel, Guillermo. Tiene un nuevo informe para mandarles a realizar.- le contestó dirigiéndome una sonrisa.

Inmediatamente bajé la vista a mis tostadas y a la taza de café que tenía a mi lado. Me sentí extrañamente avergonzado ante la reacción de mi tío. ¿Cómo es qué llegamos a ésto? ¿Cómo es que me sigo poniendo nervioso ante miradas, comentarios o acciones referidas a lo que hace Guillermo? Realmente estoy perdiendo la cabeza por este chico. Está poniendo mi mundo de cabeza y le está quitando la simetría a mi vida.

Cuando terminé con el desayuno me despedí de mi tío con un caluroso abrazo y le dije a Guillermo que nos veríamos en clase. Cogí las llaves del auto y conduje hasta la universidad. Lo primero que haría al empezar la clase era pedir el informe del que había hablado mi tío, para conocer un poco mejor a los alumnos antes de que cerraran los semestres y poder poner las calificaciones adecuadas. Entré al edificio y me dirigí hasta el aula que me correspondía, dejé las cosas sobre el escritorio, cogí una marcador y comencé a escribir en la pizarra el plan a seguir para el informe: edad, música, hobbies, deportes, tiempo libre, qué inspiran a futuro, cómo eran de niños... lo básico para saber de una persona.

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora