Capitulo 11

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Nota: Este capitulo contiene lenguaje explícito. Si no te agrada éste tipo de contenido te sugiero que no lo leas.

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Narra Samuel.

Esto no me puede estar pasando. Ya no puedo dar clases frente a Guillermo después de lo que estuve a punto de hacer anoche. No logro concentrarme en dar la clase y no puedo dirigir la mirada hacia el sector en dónde él está. Muero de vergüenza ante las miradas perdidas de todos los alumnos. Siento como que saben lo que hice y tengo miedo a ser juzgado por ellos. 

Me toca un poco las narices el ser tan desconfiado e inseguro de mi mismo cuando sé perfectamente que no soy gay, y no eh hecho nada malo demostrando lo contrario. 

Las dos horas de clase se me hicieron eternas y no podía concentrarme en lo que estaba explicando, era inútil. Por suerte llegó la hora del receso y pude descansar mi mente en la sala de profesores. Me serví una taza de café y me senté a revisar mis horarios para la próxima clase. Realmente estaba agotado, no había conseguido dormir y los nervios que provoca en mi Guillermo me ponen muy tenso. 

Antes de que sonara la campana para volver a las aulas, me dispuse ir al baño. Mala idea.

Caminé hacia el baño en silencio y con la cabeza gacha. Ya todos los alumnos volvían a las clases porque la campana sonó antes, pero yo necesitaba ir al baño y despejar mi mente. Al abrir la puerta me encontré con una imagen que creo no podré borrar nunca de mi cabeza. 

"Pero ¿¡qué cojones!? ¿¡Guillermo!?". 

Guillermo estaba parado contra la pared, y frente a él un chico arrodillado que le hacía sexo oral. Ninguno de los dos se habían dado cuenta de mi presencia. Guillermo, con los ojos cerrados y la cabeza ladeada hacia atrás, disfrutaba de cada mamada que le daba su compañero de clase.

-¡Guillermo!- "¡Joder! La eh cagado". 

Él sonrió maliciosamente para luego abrir los ojos y dirigir la mirada hacia mi que todavía estaba parado en la puerta del baño, congelado. ¿Qué es lo que pretende con ésto?.

-Ya puedes irte.- Le dijo al joven quien se paró, se limpió los labios y pasó a mi lado retirándose con mi mirada clavada sobre él. Cuando volteé para ver nuevamente a Guillermo, él ya había escondido su miembro dentro del bóxer negro.- ¿Acaso tu también quieres probar un poco, Samuel?- Dijo para terminar de abotonar sus pantalones.

"¿¡Qué!? ¡Joder, no!"

-No.- le contesté agachando la mirada aun parado cerca de la puerta.

-¿Estas seguro? 

-Pero ¿Q-qué dices? ¡Obvio que no!

-Samuel, tu polla no dice lo mismo.- Dijo sonriendo. Bajé la vista hasta mi entrepierna y... ¡mierda, no!- ¡Ven aquí, joder!.- Su cara cambió completamente a una de lujuria, lo que me tomó por sorpresa una vez mas.

Se acercó a mi y me tomó fuertemente del cuello de la camisa para arrastrarme hasta que mi espalda chocó contra la pared en la que estaba, anteriormente, apoyado Guillermo. Comenzó por acercar todo lo posible su cuerpo a mi y luego se acercó a mi cuello dónde comenzó a lamerlo sin pudor. 

-Lindas marcas te eh dejado anoche, aquí.- Dijo para acercar una de sus manos a mi cuello y pasarme los dedos haciendo que se me erizara toda la piel.- Estoy seguro de que todo el campus ya las han visto.- Y nuevamente pasó su lengua por ese lugar.

"¡Joder! ¿Marcas? ¿Cómo no las eh visto?"

-Detente.- Logré decir con un hilo de voz.

-¿Estas seguro que quieres que pare?.- Bajó la mano peligrosamente hasta mi entrepierna y me apretó la polla mientras sentía su respiración agitada sobre mi cuello.- ¿Seguro que quieres irte con ésta erección en los pantalones? ¿Qué dirán los demás profesores y los alumnos de ti, Samuel, cuando te vean así?.

-Tenemos que ir al salón de clas...

-Nadie se dará cuenta de nuestra ausencia.- Me interrumpió.- Descuida.- Su mano masajeaba sin miedo mi entrepierna mientras seguía recorriendo mi cuello, y entre jadeos dijo ésto último.- Joder, Samuel. Cada minuto que pasa me pones mas cachondo.- Y las palabras se acabaron.

Con completa confianza y libertad, Guillermo se arrodilló en el suelo, me quitó el cinturón y me bajó los pantalones a la altura de las rodillas dónde su cara quedó pegada a mi miembro cubierto por la fina tela de mis calzoncillos. El calor comenzaba a irrumpir en mi cuerpo y mis sentidos se apagaban lentamente a cada contacto lujurioso que me daba. La sensibilidad de mi cuerpo se hacía presente haciendo que todo contacto fuera mas placentero e intenso, y la respiración agitada del menor hacía que mi corazón se acelerara provocandome fuertes sensaciones de placer. Guillermo acercó sus labios a mi miembro y comenzó a dar largas lamidas por encima de la tela recorriendo mi erección mientras me sujetaba de la cintura con firmeza. Sus movimientos eran placenteros, lujuriosos y de alguna forma, también guarros. La temperatura aumentaba en mi cuerpo y ya era imposible detenerme, era imposible detener a Guillermo quien estaba haciendo un excelente trabajo. Sentí como el elástico de mi ropa interior estaba siendo estirado y para cuando bajé la mirada, Guillermo lo sostenía usando solamente sus dientes dejándome ver mi propio miembro aun aprisionado por la tela que ahora estaba húmeda por la saliva de él. Le miré a la cara desde arriba: su hermosa cara de niño inocente con las mejillas teñidas de un rojo intenso y una sonrisa de lujuria en sus labios hacía que mi cuerpo temblara de placer. Acercó su mano para introducirla dentro del bóxer y sacó de una buena vez mi erección que ya no daba para mas. Su contacto me hizo estremecer por completo y dejé escapar un gemido de placer.

-Joder, Samuel. Estas temblando.- Dijo mientras su mano subía y bajaba por mi miembro, masturbándome. No estaba pensando con claridad. Toda mi cordura se había perdido desde que puso las manos encima de mi. Lo necesitaba, necesitaba su contacto.

-Hazlo de una puta vez, joder.- Ni yo mismo me reconocía en ese momento, y estaba seguro de que me arrepentiría de mis palabras. Pero se sentía el puto cielo.

Sin mas retenciones, Guillermo metió todo mi erecto miembro dentro de su boca provocándome aun mas calor y placer del que sentía. Su lengua se movía dentro de su boca haciéndome gemir con mas intensidad, y la velocidad en que lo hacía me volvía completamente loco. Fue inevitable no jadear y echar la cabeza hacia atrás mientras hacía todo el trabajo que, a decir verdad, me encantaba.

No pasó mucho tiempo hasta que la sensación de que me iba a correr llegó.

-Guillermo... me corro. Agh, apártate.- Pero no lo hizo. Siguió aumentando la velocidad de su acción, lo que produjo una fuerte sensación en la parte baja de mi vientre.- ¡Joder!

Me corrí en su boca. Mi respiración comenzó a normalizarse y mis sentidos volvían a mi provocándome un fuerte arrepentimiento. Miré hacia abajo dónde aun se encontraba Guillermo y lo encontré mostrándome, con la boca abierta, todo el semen que había echado dentro de ella para luego cerrarla, tragar todo ese líquido blanquecino y lamerse los labios con total descaro y una sonrisa en el rostro. 

- Lo repito, Samuel. Eres una delicia.

Y sin decir mas salió del baño, dejándome nuevamente solo con mis pensamientos.

No voy a negar que me ah encantado lo que hizo, pero no soy gay. No me gustan los hombre y jamás me va a gustar uno. Tengo novia, es hermosa, cariñosa y buena. No puedo hacerle ésto. Tengo que ponerle un límite a Guillermo pero no puedo, porque cuando se me acerca no puedo pensar con claridad.

"Joder, Guillermo. ¿Qué es lo que haces?"

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Y hasta acá el capitulo de hoy n.n

Pido disculpas porque no es muy suculento pero pronto habrá mas!

También quiero dedicar éste capítulo a "cosi01"  quien votó en el capítulo anterior. Gracias por tu voto, mi amor!! n.n

Y ahora si me despido con un fuerte abrazo psicológico, y nos vemos mañana con mas! 

Debuh z4

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora