Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]

Capitulo 15

Nota: Este capitulo contiene lenguaje explícito. Si no te agrada éste tipo de contenido te sugiero que no lo leas.

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Narra Guillermo.

 -Oh, si, Samuel. Si lo haré.- dije para soltar una sonrisa ladeada, algo provocativa.  

Samuel suspiro profundamente y no apartó sus ojos de mi cara mientras le desabrochaba el cinturón y, luego, los botones del pantalón dejando ver unos bóxers morados y, bajo éstos, una erección que ya se notaba. El calor empezaba a aumentar en mi cuerpo y la respiración de ambos se agitó, dejando escapar algunos jadeos por parte de Samuel.

Aun estando arrodillado en el piso le toqué el miembro sobre la tela y lo repasé varias veces con los dedos, apretándolo a diferentes intensidades y moviéndolo suavemente por encima de la tela. Pero ya no aguanté, porque de un solo jalón me deshice de los pantalones y del bóxer de Samuel, dejando su erección al descubierto. Tomé su miembro con ambas manos y comencé a moverlo desesperadamente de arriba a abajo tratando de que Samuel soltara algún suspiro, algún gemido o hasta alguna guarrada, lo cual hizo.

-¡Joder, Guillermo!.- Dijo con los ojos apretados y llevando su cabeza hacia atrás.

-Mírame.- le ordené y levantó la vista para verme a los ojos.

Para cuando lo hizo, me acerqué a su miembro y, de una sola vez, metí toda su erección dentro de mi boca haciendo que Samuel soltara un fuerte gemido. Comencé a mover mi boca de arriba a abajo sobre la erección de mi tutor soltando pequeños gemidos al hacerlo. Saboreé la extensión de su piel varias veces provocando que mi erección ya no caviese dentro de mis pantalones, por lo cual tuve que liberarme de mis pantalones con ambas manos mientras sostenía con mi boca el miembro de Samuel sin dejar de darle placer al hacerlo.

Comencé a masturbarme sin soltar el miembro de Samuel y la velocidad de mi mano y mi boca aumentaba a cada segundo. El calor estaba presente en todo mi cuerpo y ya no aguantaba mas, quería sentirlo dentro mio. 

Tomé por el cuello de la camisa a Samuel e intercambié lugares con él, quedando yo sentado en la cama y el sentado en el suelo, mirándome. Me quité la camiseta que traía puesta y quise seguir con mi acción pero Samuel me detuvo sujetándome de un brazo. 

No me lo esperaba en absoluto lo que sucedió después. 

Samuel sujetó mi erección entre sus manos y comenzó a moverlas en un lento y suave vaivén provocando que se me erizara la piel. Me miró con los ojos perdidos en lujuria y deseo, él mismo sabía que lo quería, y lo hizo. Metió mi miembro en su boca y comenzó con los movimientos, primero lentos y luego mas desesperados, lo que provocó fuertes espasmos en mi pecho haciendo que mi corazón se acelerara a niveles insospechados. 

-¡Joder, Samuel!- le grité y lo sujeté de los cabellos haciendo mas profundas las mamadas. 

Después de que casi Samuel se ahogara por lo profundo que llegó mi miembro a su garganta, lo separé de mi haciendo que solamente me mirara. Me tumbé en la cama boca arriba, acerqué mis piernas al pecho y dejé a la vista mi entrada hacia Samuel. Escupí un poco de saliva en mis dedos y los llevé hacia mi orificio dejando entrar, primero, un dedo. Gemí al hacerlo y escuché la respiración agitada de Samuel quien no apartaba la vista de tal imagen. Lo moví varias veces para estimular aquella zona y metí un segundo dedo, gimiendo esta vez un poco mas fuerte. Moví mis dedos internamente haciendo movimientos de tijeras y un tercer dedo entró en mi. Pero no fue uno mio, era uno de Samuel. Su contacto en mi zona sensible hizo que mi espalda se curvara levemente para dejar de tocar el colchón y, así, comenzó a mover su dedo de todas las formas imaginables. Retiré mi mano de mi entrada por una fuerte sensación de calor y Samuel reemplazó mis dedos con los suyos para comenzar a penetrarme con ellos de una forma completamente guarra e inesperada. Me sujetaba, con su mano libre, una de mis nalgas y jamás apartó la mirada de lo que hacía. Sus movimientos eran lentos, rápidos y otra vez lentos, lo que provocaba toda clase de sensaciones en mi. 

Cuando por fin retiró sus dedos de mi interior me abalancé sobre él, dejándolo atrapado una vez mas entre mi cuerpo y el piso. Mis piernas rodearon su cintura y desabroché cada botón de su camisa con completa lujuria, dejando así su pecho al descubierto el cual recorrieron mis manos con deseo. Mis labios se acercaron a su cuello para dejar suaves besos, mordidas guarras y palabras sucias cerca de su campo de escucha. Él me dio permiso para hacer aquello ya que su cuello se estiró hacia un lado, dándome lugar a pasar. Sus manos me sujetaron por la espalda acercándome mas a su cuerpo y hundí mas mi cara en su cuello para succionar su caliente piel y dejarle una nueva y visible marca. 

Levanté mis caderas levemente y sostuve firme la erección de Samuel en mi entrada.

-Guillermo...- susurró con la respiración agitada.

-Calla...- le devolví el susurro, mirándolo a los ojos. 

Bajé lentamente sobre él, cerrando los ojos con fuerza por el dolor que me producía al invadir mi cuerpo. Estuve unos segundos sentado y quieto sobre él hasta que el dolor empezó a disminuir y moví mis caderas en círculos, provocándonos mas placer. Me sostuve de su pecho con firmeza y comencé con los movimientos verticales, entrando y saliendo su miembro de mi cuerpo y cada vez a mayor velocidad. La cara de Samuel reflejaba placer a cada uno de mis movimientos y los jadeos se hacían cada vez mas presentes en sus labios. 

Con un ligero movimiento, Samuel salió de mi para arrodillarse y acomodarme de espaldas a él en posición de "cuatro patas" y entró completamente en mi de una sola estocada sujetándome por la cintura, provocando que yo gritara de dolor, pero él no se detuvo. Se movía con rudeza y nuestras pieles hacían ruido al chocar. Clavaba sus dedos en mi piel, su sudor caía sobre mi espalda y yo hundía mi cara entre mis brazos para no gritar ante su acción, hasta que tocó mi punto.

-¡Joder, Samuel! ¡Ahí, no pares! ¡Agh!

Samuel intensificó mas sus movimientos y la rapidez con que lo hacía aumentó, al igual que su respiración y mis gemidos. 

-Gui-Guillermo...- dijo entre jadeos. Era la hora.

Me solté del agarre de Samuel y me acerqué para meter su miembro en mi boca nuevamente, para que se corriera en ella. Succioné varias veces hasta que Samuel gritó y eyaculó dentro de mi boca sin apartar los ojos de los míos. Mi lengua hizo un baile dentro de mi boca recorriendo, con su semen, cada parte de mis labios, mostrándole a Samuel como lo hacía. Tragué ese caliente líquido blanquecino y me abalancé nuevamente sobre él para sentarme sobre su abdomen, con las piernas separadas, y comencé a masturbarme con las manos yo mismo para correrme en él. No pasó mucho hasta que el calor aumentó mas en mi cuerpo y dejé soltar algún gemido mientras Samuel me miraba con atención. Con una mano seguí el vaivén que me daba placer, y con la otra recorrí mi pecho acariciándome el cuello, los pezones, el abdomen y jalé varias veces de mi cabello, despeinándome. 

Me corrí en su pecho acompañado de un fuerte grito de mi parte. La respiración de Samuel ya estaba un poco mas calmada, pero la mía no. Me dejé caer sobre su cuerpo ensuciándome parte de mi pecho con mi semen.

-Te gusta hacerte rogar, ¿no, Samuel?.- dije cerca de su oído y me levanté con una sonrisa de satisfacción en los labios. 

Cogí mi ropa del suelo y me fui a mi habitación desnudo, dejando otra vez a Samuel a solas con sus pensamientos, que de seguro, son de arrepentimiento.

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Hola, amores. 

Perdón por el lemmon no muy suculento pero no estoy con ánimos hoy. Tuve un problema personal y ando muy deprimida.

Nuevamente, gracias a los que siguen la novela a diario y les mando muchos besos y abrazos.

Con amor... Debuh z4