Capitulo 43

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Narra Rubén.

"No puedo  creer que Samuel sea tan estúpido, hombre. Cada vez que da un paso hacia adelante la caga dando dos millones hacia atrás. Dios, que terco que es; no se está dando cuenta de que está perdiendo lo mejor que le pudo haber pasado en la vida porque Guille, cuando ama, lo hace con todo su ser. No le ah pasado demasiadas veces y, la verdad, es que nunca lo ah pasado bien. Lo sé porque soy su mejor amigo... y le ah pasado con Luzu"

Mientras pensaba todo ésto en la puerta de la casa de Guillermo esperando a que llegase Samuel, le estaba mandando un mensaje de texto a Mangel de que llegaría un poco mas tarde a nuestra cita porque no iba a permitir que éstos parguelitas terminaran separados después de todo lo que ah pasado entre ellos. No permitiría que, después de tantas lágrimas, de tantos roces e idas y vueltas, no fuesen una pareja.

Obviamente, Guille no sabía que tenía planeado hablar con el profesor cuando llegase a la casa. Por eso, cuando se despidió de mi en la puerta, caminé media cuadra y volví. Regañaría tanto a Samuel; lo haría querer arrepentirse de lo que había hecho y mi intensión era que regresase con Guille que estaba allí arriba con el corazón destrozado. 

Estuve, casi, dos horas esperando sentado en la puerta de la casa de Tyson hasta que vi llegar a Samuel en su auto. Realmente se veía destrozado a través del cristal. Recuerdo que, en el primer día de clase, lucía impecable, bien peinado y muy presentable. En cambio, ahora parecía que había llegado de un entierro; con grandes ojeras, con lágrimas en los ojos, con la ropa arrugada y con su cabello todo desordenado. Se veía igual, o incluso peor, que Guille. 

"Que manera idiota de sufrir" pensé rodando los ojos mientras me acercaba a Samuel, levantándome del escalón de entrada, quien se dirigía hacia dónde yo me encontraba.

-Eres un imbécil, ¿lo sabes?- le dije, apuntándole con un dedo sobre su pecho, dando unos leves golpecitos sobre él cuando ya estuve en frente suyo.

-¿De qué hablas?- me contestó con la cabeza gacha, buscando sus llaves en sus bolsillos y con una voz, notablemente, mas grave.

-¿¡Que de qué hablo!?- le insinué.- ¿Éste es tu estúpido jueguito, Samuel? ¡Mírate! ¡Te haces daño tu mismo y, peor aún, a la persona que te quiere!

-Basta, Rubén.- me dijo para esta vez mirarme a los ojos. Créanme cuando digo que parecía que todo su mundo se había derrumbado frente a él.- No me lo hagas mas difícil. Eh tomado una decisión y...- suspiró.- me casaré...

-¿¡Estas de coña!? ¿¡Y Guillermo, hombr...

-¡GUILLERMO NO DEBE DE ESTAR CONMIGO!- me interrumpió con un grito.- ¡NO ME NECESITA PARA SER FELIZ!

-¿¡PERO TU ESCUCHAS LO QUE DICES!?- le respondí de igual forma.- ¡ACABO DE ESTAR CON ÉL, SAMUEL! ¡ESTÁ DESTROZADO Y ES PORQUE LO HAS DEJADO!

-¡NO LO EH DEJADO! ¡NUNCA HEMOS SIDO NADA!- entonces, después de sus palabras, el silencio reinó por unos mínimos segundos hasta que le contesté.

- Tú, para Guillermo, lo eras todo...- le confirmé serio, ya sin gritar. Sus ojos, en ese momento, se concentraron en los míos llenándose de lágrimas.- Sé que tienes miedo y mil preguntas que no tienen respuesta, es natural- continué-, pero estas cometiendo un gran error... Guille te ama, y no es fácil para él admitirlo. No después de todo lo que le han hecho...

-No quiero hablar mas, Rubén.- dijo para apartar la mirada hacia el suelo, secándose aquella lágrima que vi recorrer por su mejilla.- Por favor, vete.

-Samuel, mírame.- le ordené. Él titubeó por unos segundos pero al final me obedeció.- Guillermo llega a hacer algo estúpido por tu culpa y tú serás el único culpable. Quedas avisado.- Le amenacé para luego largarme de aquel lugar.

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora