Capitulo 28

750 58 16
                                    

Narra Samuel.

Tras decir las simples palabras, de que me casaría, el corazón me dio una gran vuelco. Sentía como la presencia de Guillermo desaparecía de detrás de mi y mas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin ningún control. Al escuchar como se cerraba la puerta de la habitación de mi protegido, me dejé caer nuevamente sobre aquel sofá color beige, entristecido hasta de mis propias palabras. Pero no volveré hacia atrás.

"Aceptaré casarme... lo he decidido"

Sentía un gran dolor en el pecho inexplicable de describir. Era peor que estar ahogándose por la falta de aire, peor que cuando corres y se te agita muy fuerte el corazón y te cuesta respirar... era peor de lo que yo nunca eh sufrido, por nada... por nadie.

Mi mente estaba muy confundida. Son muchas preguntas y ninguna de ellas tiene una mísera respuesta a todo este problema. ¿Cuándo es que me eh enamorado de este chico? ¿Cuándo es que dejé todo mi orgullo para decirle que lo quiero? ¿Cuándo es que decidí aceptar la idea de casarme con una persona que no amo realmente? Son muchas preguntas y, como dije, pocas respuestas.

El dolor de cabeza se iba apoderando de mi, haciendo que cada cosa que pensase fuera mas y mas difícil de analizar. Lágrimas no dejaban de recorrer mi rostro sin piedad, el miedo no dejaba de hacerse presente en el salón, la soledad estaba invadiendo cada parte de mi cuerpo y la confusión era tal que ya no podía pensar con claridad. Estaba tratando de engañar a mis sentimientos, de negar todo esto que siento hacia Guillermo, pero era totalmente inútil; todo me recuerda a él.

Me recosté en el sillón boca arriba y crucé mis manos sobre mi abdomen, mirando hacia el techo, y no pude evitar recordar esos pequeños, pero enormes momentos que pasé con él desde que llegué: su forma de actuar delante de mí, sus insinuaciones, sus acercamientos con dobles intenciones y sus lejanías. La forma en la que me provocó, la forma en que se mordió el labio la primera vez en la cocina dónde me apegó al refrigerador, sus gemidos a través de su puerta. El día en que me hizo una mamada en los baños de la universidad con sus hermosos ojos clavados en los míos. Su boca tan cerca de la mía, su respiración mezclándose con mi aliento, mis manos perdidas por su cuerpo... y mis ojos completamente perdidos en toda su figura. 

No pasó mucho tiempo hasta que me quedé dormido sobre aquel incómodo sofá, con los muchos pensamientos y preguntas que me hacía en mi mente. Pero, al menos, logré descansar algo de lo que hace semanas no eh podido.

[...]

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, por lo cual me llevé una mano hacia la frente, presionando en aquella zona para calmar un poco el dolor. Aun estando acostado sobre el sillón, froté mis rostro con ambas manos. Los ojos me ardían muchísimo y dentro de mí sentía un vacío inexplicable. abrí los ojos por unos insignificantes segundos y miré hacia la ventana, sin prestarle atención a nada mas. Todavía estaba oscuro afuera; quizás sean las 5 o 6am. 

Me sentía completamente solo, sin ganas de ir a ningún sitio, sin ganas de comer o, incluso, de ir a trabajar. No tenía ganas de ir a darme ni una ducha, solo quería estar solo, solo y llorar estando solo, descargando y eliminando hasta el último sentimiento de culpa o arrepentimiento dentro de mí. 

-¿Podemos hablar?- Abrí los ojos enormemente al escuchar la voz de Guillermo cansada, triste... decepcionada. Me senté correctamente en el sillón y lo observé mientras estaba parado junto al sofá. Joder, se veía tan mal: la misma ropa de ayer toda arrugada, su cabello despeinado y sucio... unas grandes ojeras debajo de sus pupilas oscuras y enrojecidas, y unos visibles y rojos cortes en su pálido brazo izquierdo. 

-¿Qué es lo que has hecho, Guillermo?- le pregunté con mucha culpa mirándolo a los ojos, de dónde salieron unas rápidas lágrimas recorriendo su rostro. 

-Yo...- pausó para secar, con un ágil movimiento de manos, sus lágrimas. Pero era inútil porque no dejaban de caer.- lo siento.- y agachó la mirada. Yo me quedé observándolo mientras él mismo recorría sus heridas con sus dedos, pasándolos de un lado al otro.- quiero decir, por lo que te he estado haciendo desde que has llegado. Simplemente no quería que nadie cuidase de mí, ya no soy un crío, ¿sabes? No quería que me invadiesen mi privacidad ni que me pusieran reglas o condiciones.- dijo para caminar hasta el sillón y sentarse junto a mí.

-No iba a ponerte ninguna regla o condición.- le contesté mirándolo, pero él solo se miraba sus brazos.- Es más, yo quería que fuésemos amigos desde un comienzo para poder llevarnos bien a lo largo de nuestra convivencia y evitar éstas cosas.- le comenté apuntando a su brazo y un breve silencio se hizo presente por parte de los dos.- Anda, déjame curarte. Iré al baño a por el botiquín.

Y así lo hice, no sin antes pasar mi mano por el cabello de Guillermo, despeinándolo un poco, en forma de consuelo.

Cuando volví al salón con el botiquín en brazos, Guillermo seguía en aquel sillón de espaldas a mí. Me senté junto a él e hice lo que alguna vez él hizo conmigo. Desinfecté y vendé su brazo con delicadeza. 

-Ya está.- dije para dejar todo guardado dentro de la caja, dejándola a mi lado pero en el suelo. Al levantar la vista y ver su rostro... joder. Es que la forma en la que me mira me vuelve completamente loco.

-Gr-gracias...- dijo con dificultad.- Yo... Samuel... ¡Joder!- soltó para llevar una de sus manos hasta su nuca y rascarse levemente al mismo tiempo en que cortaba nuestro contacto visual.- Yo... Es que yo...

---------------------------------

Holiwis! Holiwisiwis! n.n

Yeiiii!!! Por fin pude actualizar dos días seguidos!! :D Pero ya saben... la universidad me deja poco tiempo y medicina no es nada fácil._.

Bueno, mis amores. Eh aquí el capitulo de hoy y espero que lo disfruten muchísimo, tanto como a mi me gusta escribir.

Nuevamente, gracias por los lindos comentarios y por sus votos, y hoy quisiera dedicar este capitulo a AnaSofiaSTRM quien deja lindos comentarios y su muy apreciado voto :3 

Nos vemos dentro de poquito! 

Debuh z4

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora