Capítulo Diez

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14 de Abril

 15:00. Hoy a la hora de colación, se produjo una conversación interesante en torno a los posibles dueños que comprarán la empresa.

Para variar un poco, las chicas comenzaron a suspirar por el solterón magnate dueño de una no poco despreciable fortuna. Me costó hacerlas entrar en consistencia informativa. Finalmente me di por vencida. Carla había llevado una revista de farándula, donde mencionaban a los diez hombres solteros más atractivos y millonarios en el país, y Arturo Mollins a sus 41 años tenía el primer puesto. A nivel latinoamericano, el segundo. Me intentaron pasar la revista, pero en serio que sentí que me quemaba las manos. Así que traté de enterarme de otras cosas más importantes que un tonto ranking donde el término belleza era totalmente subjetivo.

-Lo están tratando de casar desde hace años. Tiene una única hermana y resulta que es estéril la pobre. Todos los hijos que tiene son adoptados.

-Siempre los están entrevistando en diarios, revistas, programas de televisión…

-Dicen que es Gay

-Noooo – saltó indignada Carla – no es Gay… es sólo que no ha encontrado la indicada… quizás me encuentra ahora – dijo riéndose.

-Es tonto suspirar por alguien que jamás mirará hacia abajo –dije en tono seco.

-Si, lo es Yiyi… - dijo Cristina – pero es así. Las mujeres en Chile lo están tratando de atrapar hace rato. No hay loca de la tele que no haya intentado ligárselo.

-Todos los años hacen una fiesta donde invitan a la Cream de la Cream… asiste la alta alcurnia chilena.

-¡Bah! A mi jamás me ha llegado nada, fíjate – dijo Olguita provocando las risas de todas.

-Y para qué es la fiesta – pregunté.

-Es para encontrarle novia al susodicho. La mamá no haya como casarlo.

-Pero estuvo a punto ¿eh?  - comentó Carla, quién parecía ser la más enterada de la vida del magnate -. Hace años estuvo viviendo en Londres y allí conoció a una chica. Vivieron tres años juntos y de pronto… ¡paf! Se separaron y él volvió a Chile. No se supo más de la otra mujer…

-Cuenta la leyenda… - comenzó Olguita – que un antepasado de este joven fue desheredado, a causa de que se enamoró de una chica que el padre no aceptaba por ser más pobre. Recuerdo su nombre: Adelina… tremenda mujer, dueña de un carácter de temer. Se le notaba en la cara. No era tan bonita, pero dicen que el Mollins tatara abuelo quedó prendado de ella inmediatamente. El joven se casó igual y formó su propia fortuna, con más éxito que el padre incluso. Lo que se dice de este Mollins es que un AS para los negocios, pero que es bastante deficiente en lo amoroso.

-En entrevistas ha dicho que no tiene problemas en estar solo. Dice que si no se casa realmente enamorado y con la mujer que él elija… prefiere quedarse solo…

-¡uf!... que liiiinnnddooo – replicó Carla toda emocionada.

-Y en qué topa el tipo este de los Mollins moderno para no casarse… ¿será muy exquisito en los gustos? – preguntó Berenice.

-No ha encontrado la ideal pues – dijo Carla con un aire de supremacía intelectual que casi me sorprendió -. Es obvio que ese es el motivo…

-Te creo – añadió Olguita –. A este muchacho le han colgado varios romances, pero jamás se ha sabido nada con certeza.

21:58. Interesante historia la que nos contó esta tarde Olguita…

Cuando llegué a mi escritorio, pretendía buscar más información al respecto en Internet, pero tenía tanto trabajo por hacer que me tuve que avocar a terminarlo para no salir tan tarde.

 Ahora, cuando llegué a casa, pretendía tocar el tema con mis padres, para tener otra interesante opinión, sin embargo había olvidado que habían sido invitados al lanzamiento de un libro. Lástima. ¡Oh! Escucho, la llave de la reja. Me parece que han llegado. Pero tengo mucho sueño… estoy molida. Creo que mañana les preguntaré… hasta otro día… 

Yiyi, La peor de todasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora