14 de Junio
11:00. La peor parte de las personas que tienen un carácter similar al mío, es cuando la tormenta pasa y comenzamos a ver los destrozos que ocasionamos.
Toda persona que posea mi mismo genio del demonio, sabrá de lo que hablo. Es un proceso. En plena discusión estallamos en furia, es como una fuego intenso que comienza a inflamarse en el pecho y termina por explotar por la boca. Como si fuéramos un horrible dragón. Luego viene la etapa del orgullo personal. Dijimos lo que pensábamos, pusimos a la persona en su lugar y de paso la avergonzamos un poco, somos realmente tan grandiosos. Pero… ¿lo somos realmente?, ¿realmente era correcto decir todo lo que pensábamos?, ¿esa persona merecía ser puesta en su lugar?, ¿merecía ser avergonzada?... acá viene la etapa final, la molestia interna por nuestros exacerbados actos. De pronto ya no somos tan héroes, sino unos verdugos con una boca muy grande, pulmones muy fuertes y una horrible lengua muy filosa…
Eso me ha estado pasando con Arturo Mollins. Sé que se merecía muchas de las cosas que le dije. Pero presiento que equivoqué el rumbo. Sé que no puedo seguir machacándome por lo sucedido, que incluso Arturo Mollins ya se debe haber olvidado, después de todo soy una insecto y él mismo me dijo que yo no era un adversario para él… maldito hijo de p… ok… sí, es posible. Es posible que no sea una gran adversaria, lo asumo.
El llanto que me dio después de la disputa que tuve con Arturo Mollins, creo que fue debido a la presión a que he estado sometida en los últimos días. No me ha sido fácil, y después de haberme liberado con lo que tenía a medio pescuezo desde hacía semanas, creo que me vino un terrible bajón emocional. Fue un estúpido momento de debilidad, que agradezco haberlo pasado en la soledad de mi habitación, lejos de toda mirada insidiosa y malévola.
Por una gran suerte, no nos hemos visto las caras. Ni en el departamento, ni en la oficina. Las razones son diversas. Él se levanta muy temprano, cuando lo escucho llegar me encierro en mi pieza y salimos a horas dispares a comer por separado. O sea… lisa y llanamente nos evitamos. Es una situación muy tóxica, pero que le vamos a hacer. Somos enemigos….
Por otro lado ni Arturo Mollins, ni Jeremy me hablan. Del primero me siento culpable por lo que dije, pero al ser declarado mi archi enemigo no me es importante establecer algún tipo de lazo con él. Pero con Jeremy la cosa me tiene bastante triste.
Me gustaría haber podido hablar este asunto con él, para que me diera un consejo o para que me apoyara, pero siquiera me mira…
Las chicas no paran de hablar de Arturo Mollins, la Cote, la abogada estirada, de Isabel de Witt y ahora el novio oficial de Carla. Parejas, amores y sexo. No hay más temas. Las quiero mucho, son mis grandes amigas, pero ¿cómo no podrán variar las conversaciones?
Llamé a papá y le conté de mi interés para participar de la próxima reunión de los locatarios. Le dije que andaba con muchas ganas de enterarme de las cosas que sucedían. Él se alegro y me dijo que hay una reunión fijada para este jueves en un restaurant cercano. La dejé anotada para no olvidarlo. Por teléfono agarré a reto firme a Claudio por haberme ocultado lo de Arturo Mollins, su empresa y la salud de papá. Solo me dijo que no quería preocuparme por que ya sentía que tenía mucha presión. Lo entendí, pero le he dicho que eso no es algo que él pueda evitar o incluso que tenga el derecho a medir o a pesar.
Don Pelmazo se encierra por horas con Daniela, ayer dijo que ella se haría cargo de una parte específica del programa y que los temas debían tratarlo directamente con ella y no conmigo. Aún así, ha pasado algo extraño. La unidad está bastante dividida. Cristián y Benjamín con sus respectivos equipos, siempre me están pidiendo las cosas a mí, en cambio don Pelmazo les exige que hagan lo contrario. A mi me da un poco lo mismo. No me importa que esta chica ocupe mi lugar y que me despidan. No estoy en condiciones de ser una mujer cesante, es verdad, pero estoy aburrida de todo esto y quizás sea una buena forma de volver a foja a cero e intentar hacer de mi vida algo un poco más apasionante. Trabajaría en la Librería o podría ayudar a Polín a administrar su carrera, o a Claudio con su apretada agenda… no sé… futuro probablemente no me faltaría. Eso mientras encuentro mi destino en esta vida. Por que a parte de todo, ando terriblemente perdida en esta existencia.
¡Oh!... se largó a llover y yo no traje paraguas. En general me gusta la lluvia, pero hoy no estoy de tanto ánimo. Me entristece un poco de hecho. Estoy peleada con mucha gente, siendo odiada gratuitamente por otro montón de personas, con un padre a punto de sufrir un infarto por la presión que tiene, unas amigas que solo hablan de sexo y hombres, a punto de perder mi departamento, la librería y mi trabajo… mm… y lo único que me gustaría escuchar sería un: te amo. ¡Haij!... que pena tengo hoy…
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Siguiente entrega: MIÉRCOLES.
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Yiyi, La peor de todas
RomanceComedia Romántica. Yiyi, es una mujer normal. Ni tal delgada, que bebe, no fuma, le gusta leer, viste de negro, escucha Apocalyptica, usa lentes y jamás se preocupa por su imagen. Trabaja en un lugar que detesta, pero su grupo de "secuaces" amistad...