Capítulo Treinta y tres

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07 de Junio

16:23. Jijijiji… estas últimas horas he tenido unas magníficas conversaciones verdes, verdes con Jeremy… mm…

Después de la conversación que tuve con Arturo Mollins durante el fin de semana, me puse a pensar que quizás a Jeremy le sucedía algo muy parecido. Que posiblemente, desea formar una familia y que ha visto cosas en mí que lo han hecho cambiar su postura con respecto a mi persona. No lo sé y si en una de esas de verdad esta valorando ese gran potencial que tengo como pareja estable y me comienza a tomar en serio… ¿eh?

Arturo Mollins dijo que no se apresuraba a contraer matrimonio por que, en el fondo, esperaba encontrar a una mujer con ciertas características que no necesariamente tenían que ver con un aspecto puramente físico. ¿Y qué tal si Jeremy está en igual situación, pero con la grandísima diferencia que me ha elegido a mí…?

Bueno… pensando justamente en esto es que decidí dejar de desconfiar tanto en él y he comenzado a jugar un par de cartas extras para demostrarle a mi querido Jeremy que yo soy esa mujer arriesgada, con esa liberalidad sexual que a él tanto le gusta…

Así que hemos estado enviándonos correos donde nos contamos algunas fantasías sexuales. Lo sé, lo sé… sigo siendo patética, y ni yo me explico está fijación que tengo por este hombre, pero ahora asumo que soy una mujer patética con claras probabilidades de convertirme en novia legal ante la sociedad.

16:46. Ha sido muy sugestiva esta jornada. Sin lugar a dudas…. Jeremy me preguntó que fantasías he tenido. Yo le respondí que ÉL era mi fantasía… ok, suena a horrores, pero en serio que así es. El caso es que me ha dicho que soy muy ñoña para estas cosas… pero insisto en que es verdad. ¿Por qué cuando se habla de fantasía sexual solo se toma en cuenta lo que se desea hacer y se olvidan de el “con quién” se desean hacer esas cochinadas? ¿eh? ¿eh? ¿eh? ¿Acaso eso no cuenta?

La verdad es que jamás se me ha ocurrido una fantasía con Jeremy… mm… quizás tendré que echar a correr la imaginación por un rato.

16:48. Mm… estoy en aprietos, no se me ocurre nada.

16:51. Han pasado cinco minutos y tengo la mente en blanco. Nada. No me sale nada... ¡ops!... correo  de Jeremy con un enorme “¿Y?”…

16:52. Le he contado lo de mi fin de semana desnuda por el apartamento y que quizás por eso me agarré este resfrío. Me ha dicho que le habría gustado estar allí, pero que no habría durado ni cinco minutos sin un buen polvo… jajaja… que tonto es… me ha pedido detalles… le he preguntado si ha tenido alguna fantasía conmigo… mm… lo he hecho de pura curiosa que soy nada más…

16:54. Me ha dicho que sí… uu… jajaja… que turbio… jajaja… genial… me ha detallado una situación en particular, bastante, bastante picante… ¡uf!... que intenso… mm… ¡uf! Me ha preguntado por mis fantasías… insiste con el asunto… diablos…

16:55. Ok… como no se me ha ocurrido nada propio, he echado mano a Internet. He puesto “fantasías sexuales” y me han salido innumerables páginas. Elegí las más decente, le hice un par de cambios y se la envié. Mm… pero me he quedado leyendo una en particular. Dice que según las estadísticas el 32% de los hombres dicen que la mayor fantasía que tienen es, hacer un trío. O sea tener sexo con dos mujeres. Mm… ¿será verdad?… suena un poco retorcido ¿qué mujer que desea ser tomada en serio aceptaría eso?

17:01. Jejeje… le ha gustado (bendita página, la guardaré en mis favoritos), dice que es muy excitante lo que le envié y me ha dicho… mm... problemas… ¡uf! Maldición… me ha preguntado que cuando la pondremos en práctica. Mm… mierda…

17:03. ¿Qué le digo?... no me siento con ganas para tener sexo. No es que no confíe en él… es solo que… que… mm… no sé, no me siento preparada aún… quizás si le digo esto, me entienda…

17:15. Mm… ok… no lo entendió. Me ha dicho que soy una pendeja aún y que creía que había cambiado. Que pensaba que se me había quitado la costumbre de calentar la sopa y no tomármela…

mm… no lo sé… estoy confundida.

Esta conversación ha sido como un Deja vu…. Me parece que ya la había vivido antes.

17:24. Le he respondido que aún no me siento preparada porque hace muy poco que hemos revitalizado nuestras conversaciones. Por lo demás, le recordé nuestro último encuentro.

17:26. Me ha dicho que eso es parte del pasado y que deberíamos mirar hacia adelante. Que ya me pedido disculpas y que de seguro que esa situación no volverá a pasar. Es cierto… me ha dicho todo eso… mm… está soltero, me gusta, lo quiero besar, me encanta, lo adoro, es mi hombre ideal… ok, no es para tanto… Pero ¿qué es lo que me detiene entonces?

21:30. Tengo sueño. Después de los correos “xxx” que nos enviamos con Jeremy, se fue a una reunión y no supe más de él. Suerte la mía… pero lo cierto es que no he parado de darle vuelta al asunto.

Quizás no desee tanto a Jeremy como yo creo… mm… no, sí que le tengo ganas. En serio que sí, me he pasado millones de películas con nuestro primer y único encuentro. Claro, no fue lo más satisfactorio, él lo asume, pero yo era virgen y es obvio que no lo iba a disfrutar.

Sonó la puerta de entrada…

Volviendo al tema, lo que pasa es que una parte de mi lo desea con una locura extrema. Pero otra parte me dice que tengo que estar alerta. Es como si mi instinto de preservación se hubiese encendido. Lo cual es ridículo, porque Jeremy me ha dicho que me quiere, que me extrañó mientras estuvo en Argentina y que ahora me valora mucho más que antes.

Mmm… golpean la puerta de mi pieza… que extraño…

21:42. Era Arturo Mollins. Me ha comprado una caja de vitaminas C y unas pastillas contra la gripe, además me ha dicho que debería ir a médico, por que se me ve muy mala cara… mm… No me gusta que me digan qué hacer, pero no he sido descortés. Solo le agradecí su preocupación y le dije que si el fin de semana seguía igual pediría hora al médico. Se ha despedido mientras miraba mi pijama (es un pijama que simula un traje de preso, con rayas blancas y negras… es top, me lo regaló Claudio para navidad), me ha sonreído, se me ha quedado mirando un largo rato, yo creí que me diría algo más, pero solo añadió que pasara buena noche y se ha metido en su habitación mientras movía la cabeza de lado a lado. Es tan raro a veces mi jefe/enemigo…

Ha sido muy amable de su parte en todo caso. Es mi enemigo, porque estamos en una disputa por este departamento pero ¿Cómo podría odiarlo? Menos aún con la consideración que ha tenido por mi y mi estado de salud.

Mmm… pensándolo mejor… Jeremy siquiera me ha preguntado por mi salud. Lo único que me dijo fue que si me diera un buen revolcón se me pasaría… mm… jajaja… es tan estúpido….

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Siguiente entrega: MIÉRCOLES.

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Yiyi, La peor de todasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora