25 de Octubre
18:09. ¡Uf! tuve un fin de semana realmente agotador. Acabo de hablar con mi NOVIO ARTURO MOLLINS, quiero que se noten bien esas palabras, son nuevísimas para mí, y me tienen de lo más emocionada. Con mi NOVIO ARTURO MOLLINS, hemos llegado al acuerdo de que solo lo tendré castigado por esta semana. Mm… tuve que ceder cuando me dijo que casi dos meses alejados y sufriendo el uno por el otro, era mucho tiempo y que era cruel para ambos mantener esta separación. Le encontré la razón, lo entendía muy bien, pero le aclaré que de verdad de la milanesa era que yo había madurado así que no tenía que ocultarme que sexualmente se sentía medio castrado. Se ha reído y me ha dicho que es verdad… ante lo cual no me ha quedado más que acceder a acortar el período de castigo. Mm… en realidad, su argumento no me convenció nada, de nada. Cuando me daba sus argumentos (muy risueño debo acotar), yo lo tenía en mi mente realizando la más exótica de las fantasías sexuales que se me pudo ocurrir, en el momento menos oportuno... mm... o sea, yo también siento mis hormonas medias locas.
Nos juntamos en el mismo restaurant de comida italiana, donde me reveló su relación de siete años con la pérfida ex novia. Almorzamos y conversamos por largas horas.
Arturo me explicó lo que había sucedido con el departamento y sobre todo con la librería.
La historia es más o menos así:
La semana anterior a que todo explotara de la forma que lo hizo, él había enviado un correo electrónico a sus abogados, dando la orden de echar pie atrás con los desalojos. Me había traído el correo para que le creyera. No quise dármelas de perito forense y ponerme a cuestionar las fechas y las horas ¿valía la pena tanta suspicacia?. Me contó que había solicitado un estudio de impacto y gestionó un nuevo proyecto. Se dio cuenta que el Edificio tenía buena infraestructura, que podía ser refaccionado y que se podía aprovechar su estilo antiguo. Su idea era hacer un Mall aprovechando los beneficios de la vieja infraestructura. Así, los locatarios no tendrían que vender nada. Sino que continuarían pagando los gastos típicos, y tendrían que aceptar el arrendamiento de más locales y oficinas, que se pretendían construir en el piso superior. En eso estaba, viendo planos y nuevas ideas cuando llegó Marcela y le avisó que mi amigo Mac enano había hecho oídos sordos y había continuado con la primera parte del proyecto: los desalojos. Mi amigo Mac enano le aseguró que no había problema, que no sucedería nada y que todo era una simple formalidad jurídica. Sin embargo, Marcela le aseveró que el proceso no se había detenido. Llegó el día de su fiesta de cumpleaños, y luego los días libres. Marcela lo intentó contactar por todo los medios porque el asunto estaba pintando para muy mal. Arturo decidió dejarse caer a Inmobiliarias San Blas y Marcela lo puso al tanto. A la mala, revisaron la documentación de mi amigo Mac enano. Entonces, él se dio cuenta que las advertencias y las dudas de la remilgada, hacia el trabajo el abogado, eran certeras. Pero ya todo era una bola de nieve que había crecido tanto, que no sabían cómo detener el proceso. Había solo una forma: que Arturo me contara esto mismo y que juntos llegáramos al acuerdo definitivo. Mismo acuerdo que tenía en una carpeta de cuero y que yo miré con curiosidad mientras cuchareaba la copa de helado de menta que había pedido de postre. Dios, que cerda, comí tanto ese día que aún me siento media apunada... en fin... Estaban decidiendo esto, lo del acuerdo, cuando se enteró del pre infarto de mi padre, de la carta de desalojo y de que había salido la resolución del departamento a su favor. Todo por boca de Claudio, que habló directamente con Marcela. Arturo intentaba comunicarse conmigo, pero yo no respondía. Mi amigo Mac enano había apresurado el proceso del departamento ejerciendo mayor presión. “Te ganas enemigos con una facilidad increíble”, me dijo Arturo tomando un sorbo de café. Parece que a mi amigo Mac enano, la amenaza con tirarlo por el balcón no le causó gracia y decidió odiarme y despojarme de todo.
Después de todo ese raro embrollo, Arturo exigió la renuncia de mi amigo Mac enano, y ahora Marcela se estaba haciendo cargo de todo el asunto. Arturo me aseguró que sabía que tenía gran culpa en el asunto, ya que le había dado demasiado poder al ahora ex abogado. Eso, sumado a que durante ese período tenía muchas cosas en mente. La compra de Ferreterías Meneghello, el cambio de oficina, al adquisición de una nueva oficina en el norte, su madre insistiéndole con tener herederos, la fiesta de cumpleaños y... mm... bueno, y yo. Hunther, su ex abogado, sabía que tenía mucho peso dentro de la empresa. Para Arturo siempre hizo bien las cosas, por lo que nunca le había importado demasiado. Reconocía que había cometido un gran error.
El día que fue a mi librería y me entrego el CD, había ido a comunicarles las buenas nuevas a los locatarios que seguían en pie de lucha. Podían seguir allí, pero ahora tendrían que compartir sus espacios con toda una galería comercial. Me dijo que podíamos quemar todos los papeles y la librería pasaría nuevamente a mi poder. En cuanto al departamento, me ha propuesto dejarlo a mi nombre y que Claudio y Marcela lleven su caso adelante. Claudio como fiscal y Marcela como querellante.
- Es más factible que una persona como yo se obtenga resultados más prontos. Por lo demás, no podrías costear lo que sale todo el proceso Yiyi… ¿qué me dices?
- ¿Y cuánto llevará de todo eso?
- Pues… quizás unos días, unas semanas o unos meses. En cuanto Marcela regularice todo, podrás firmar y yo te hago el traspaso.
- Mm… ese departamento será mío, mío… ¿en serio?
- Tuyo, tuyo amor… muy en serio…
- Mm… o sea que tendrás que irte a otro lado…
- Claro, no creo que me quieras ahí.
- Mm… aclárame algo…
- Lo que desees – dijo tomando otro sorbo de café.
- ¿Qué somos nosotros? Amigos con ventaja, amantes ocasionales, pareja sexual ¿qué?
- ¿Qué es lo que quieres de esta relación?
- Yo quiero una pareja estable, un quizás futuro marido con vientre de acero con el cual presumir. Quiero estabilidad…
- Ok… yo te ofrezco eso ¿quieres ser mi novia oficial?
- Defíneme novia oficial…
- Que todo el mundo sepa que no estoy socialmente disponible y que tú eres la mujer a la que amo… que eres mi dueña...
- Ya… eso me gusta… mm… eso quiere decir que si te dejo estar en mi departamento, no se verá feo…
- ¿Quieres que vivamos juntos? - dijo acercándose a mi.
- ¡Ah! pues… vivimos como enemigos durante meses y nos llevábamos bastante bien ¿en qué podrían cambiar las cosas ahora?
- En que… ahora no tendrás que ocultarte de mi, ya no tendré que pasar las noches en vela imaginando lo que haces al otro lado de la habitación, ahora podré entrar a tu pieza y hacerte el amor sin temor alguno a que me asesines o me golpees con la silla… y en que ya no tendrás tu pieza sino que la podremos compartir… es más, tendremos una sola cama, una idea que me es verdaderamente muy sugestiva… - dijo levantando una ceja y poniendo cara de pícaro.
- Mm… si… me gusta como suena eso… ¿quieres? – dije con inocencia. Arturo se rió y me aclaró un pequeño punto que había olvidado: era yo la que tenía que volver a mi departamento, porque él jamás se había ido... emm... cierto...
Durante estos días pretendo llevar todas mis cosas de vuelta al departamento que Arturo ha prometido devolverme. Pero antes de todo esto… ¡UF! Que fatalidad más grande. Antes del nuevo cambio tengo que hablar con mis padres… mm… solo espero que no le de otro pre infarto a papá cuando le diga que tengo novio y que es el mismo que a él le había quitado la librería y a mi, mi techo recién comprado.... qué horror...
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Siguiente entrega: MIÉRCOLES.
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Yiyi, La peor de todas
RomanceComedia Romántica. Yiyi, es una mujer normal. Ni tal delgada, que bebe, no fuma, le gusta leer, viste de negro, escucha Apocalyptica, usa lentes y jamás se preocupa por su imagen. Trabaja en un lugar que detesta, pero su grupo de "secuaces" amistad...