12 de mayo.
11:11. Me duele la espalda. Esta silla que tengo, me hace mal. Es ergonométrica, pero me hace mal igual… bueno… ayer fuimos con Carla y Cristina a ver electrodomésticos y línea blanca, como tres flamantes amas de casa. Carla estaba viendo una plancha, pero terminó comprándose una vaporizador para hacerse limpiezas faciales… de pura tentada lo hizo. Con Cristina le insistimos que viera lo de la plancha y que no se endeudara en vano, pero no hizo caso. Después anda súper angustiada a fines de mes… es ropera y muy tentada… es el terror de las tarjetas de crédito. Cristina, pasó a pagar la última cuota del regalo de navidad de sus hijos. Dos bicicletas. Dijo que no pretendía sacar nada más a crédito, pero aún así quedó muy tentada con unos plumones y unos cubre cama.
Yo miré los microondas, y decidí sacar uno la semana siguiente, cuando ya esté establecida. No es muy grande, lo justo para mi.
Cuando terminamos de darnos vueltas, Cristina se despidió y se fue volando. Nos quedamos con Carla y decidimos ir a tomarnos un helado.
Hablamos de varias estupideces, hasta que ella decidió contarme algo importante de su vida.
-Yiyi, te puedo contar algo… ¿pero no les digas a las chicas?
-Demás… dale… soy toda oídos…
-Estoy saliendo con un niño…
- ¿En serio? – dije muy contenta – loquilla te felicito… en serio que sí…
-Si… lo conocí en una disco…
- Mm… mm… pero Carla, ¿es confiable? … mejor cuéntame más detalles… si se puede claro…
-Si, si se puede- dijo Carla muy emocionada, como si hubiese estado esperando que le dijese eso -. Mira, lo conocí hace como dos semanas. Fui con mis vecinas a una disco y lo vi en la entrada. Nos miramos y como que a mi me gustó altiro. Cuando estuvimos adentro, me seguía mirando, hasta que se acercó y me sacó a bailar. Ahí me pidió mi número de teléfono. Me llamó la semana pasada, para que invitarme a salir. Me llevó a comer a un restaurante de comida china, y estuvimos conversando. Es simpático… tiene una hija de su polola del colegio. Está soltero hace como dos años…
-Y qué hace… - me salió como mi mamá esa pregunta… me sentí media bruja.
-Trabaja como junior en una empresa de publicidad y estudia administración de empresas en la noche…
-Ya… ¿sabes dónde vive? – continué brujeando.
-Si… bueno… la dirección no, pero vive en la Florida…
-Bueno, Carlita… en serio que me alegro mucho por ti… está demás decirte que te cuides, que lo conozcas más y que no te enganches mucho ahora… ándate con calma, si el cabro vale la pena, el tiempo dirá…
-Si… lo sé
Mm… me preocupan las relaciones de Carla, si las mías han sido de película por que soy bastante tarada e inexperta, Carla entrega con mucha facilidad sus sentimientos. Hace años, cuando recién la conocí venía de una horrible relación… el tipo con el que convivía tenía otra pareja y cuando ella lo encaró hasta de puñetes se fue. Increíblemente ella aún lo sigue amando. Tuvieron a Nelson, su hijo, y el tipo no le daba ni un peso para su educación. Hace unos meses Carla, yo creo que bastante esperanzada de que el tipo volviera con ella, descubrió que tenía un excelente trabajo, que se había comprado una tremenda casa en Las Condes, que tenía una voluminosa cuenta bancaria ya que es ingeniero comercial y que se pretendía casar. Carla casi se muere, por segunda vez, por culpa de ese tipo, solo entonces y empujada por Cristina y Olguita, le dijeron que lo demandara por la pensión alimenticia. La jueza falló a su favor. En ese minuto decidió que su hijo entrara al Instituto nacional. Pero a pesar de todo… Carla sigue enganchada de ese tipejo maldito del papá de su hijo
Mm… Berenice tiene razón al preguntarse, por qué existen mujeres que aman a tipos así, con ese horrible historial en contra de las mujeres.
-Carlita - dije cambiando el tema - … te puedo hacer una pregunta…
-Sip… - respondió mientras se le caía una bolita de helado entre medio de la blusa.
-Mm… ¿tu estás enamorada de Arturo Mollins?
-Enamorada, que se dice enamorada… no. Pero es como un amor platónico ¿por qué? ¿A ti también te gusta? – me preguntó poniendo cara astuta.
-No, para nada. Solo te lo preguntaba, porque te noto muy entusiasmada con él, muy ilusionada… solo por eso…
-Es que Arturo Mollins es muy lindo, Yiyi. Por eso andan todas revolucionadas con él. El otro día conversaba con la recepcionista de la otra empresa, y me decía que en la otra oficina pasa lo mismo. Me contaba que al parecer una abogada y la Isabel de Witt de Recursos Humanos, se lo estaban peleando. Y que la abogada le anda haciendo los puntos hace años, pero él no cede, aunque los vieron salir a cenar hace unos meses.
-No te niego que es bastante atractivo, pero no será mucho...
-Es que tiene todo lo que una mujer quiere poh, Yiyi. Tiene plata, es exitoso, es buen mozo, es soltero…
-Es viejo… - la interrumpí.
-¡Haij! Yiyi… no es viejo, este año cumple los 42 años. Está en la flor de su juventud. A mi me gustan los hombres mayores… son más experimentados – y se largo a reír.
-Es posible…
-Lo único malo es que es muy serio. No habla con nadie. La chica de recepción dice que jamás asiste a eventos sociales y cuando lo hace está como incómodo. Dice que jamás ha conocido sus amigos personalmente. Tiene la agenda siempre plagada de reuniones de trabajo. Rara vez sale a almorzar, pero cuando lo ha hecho sale con gente de las gerencias. Te fijaste que en la última reunión no abrió la boca y parecía molesto. Aunque eso si… es todo un caballero. El otro día cuando llegué me topé con él en la entrada, él pasó la tarjeta y me abrió la puerta… ¡Uy! Olía tan rico Yiyi, y tiene una sonrisa tan tierna…
-Es un poco misántropo…
-¿Un qué?
-Misántropo… que se aparta del trato de la gente.
-¡Ah!... ¿cómo tú? – me dijo riéndose.
-Si… algo así como yo… - le concedí.
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Próxima entrega: MARTES.
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Yiyi, La peor de todas
RomanceComedia Romántica. Yiyi, es una mujer normal. Ni tal delgada, que bebe, no fuma, le gusta leer, viste de negro, escucha Apocalyptica, usa lentes y jamás se preocupa por su imagen. Trabaja en un lugar que detesta, pero su grupo de "secuaces" amistad...