Yiyi, La peor de todas

Capítulo Veintiocho y Veintinueve.

24 de mayo

12.23. Hoy he sentido que Jeremy ha estado especialmente amable y cercano conmigo.

Me pidió disculpas por cualquier cosa que me hubiese ofendido y me dijo que había estado un poco presionado por parte de los directivos la semana pasada.

Igual lo tuve que entender. Yo tampoco he andado muy amorosa y comprensiva en estos últimos días.

Me dijo que no le gustaba pelear conmigo, que me prefería más tierna y dulce y no comportándome como una “bruta” feminista. Bueno… es que él me saca de mis casillas en algunas ocasiones con sus comentarios. Le reclamé que siempre todas las conversaciones terminaban girando en torno al sexo y que eso no podía ser siempre el centro de nuestras ciber relación. Me ha respondido que estaba en su naturaleza, que no podía cambiar y que tener ciber sexo no tenía nada de malo, sino que todo lo contrario. Que profundizaba las relaciones entre un hombre y una mujer.

No me queda más que concederle el punto. Ayer justamente leía un artículo donde se decía que estaba científicamente comprobado que una pareja con buena sintonía sexual tenía menos probabilidades de ser destruida con el paso de tiempo y ante los conflictos… mm… si lo dicen estudios científicos, supongo que habrá que creerlo…

Ahora… entre Jeremy y yo no existe una relación de pareja… tampoco considero que seamos amigos… mm… la verdad es que tenemos una extraña relación cibernética que se me hace que no tiene destino real… me pregunto ¿qué somos realmente?

15:44.  Me he dado el valor de preguntarle a Jeremy algo un poco básico pero indispensable para saber qué tipo de relación tenemos. No sé cómo no se había ocurrido preguntarle algo tan trascendental como esto: “Jeremy… ¿estás soltero?”

15:51. Mm… demora en responder… demora demasiado para ser una pregunta tan simple y nada de capciosa… ¿o si?

16:02. La niña nueva al fin está entendiendo la lógica de este trabajo. Don Pelmazo la llamó a una reunión privada y está feliz con ella. A mi parece bien… ¡ops!… correo… Ok… perfecto, Jeremy me ha respondido un escuálido “Si”. Mm… genial… jijijiji… entonces me siento capacitada para pasar a un siguiente plano en está relación.

Si… lo sé…  aún enganchada al desgraciado que me humilló… no sé, es que siempre le he tenido ganas a Jeremy. Desde el primer día que le conocí. Es como esos amores dañinos, que tienen esa pasión extrema y prohibida, ese condimento sexual obsceno, lujurioso, indecente… ¡uf!...  eso…

Ahora… el saber que está soltero me tranquiliza bastante. Ya cometí un error con él cuando estaba pololeando… me sentí mal en su momento, pero una raya en el agua no le hace mal a nadie (eso me dijo Berenice, aunque creo que me lo dijo más para tranquilizarme). Además yo sabía que no me amaba, así que no me sentí tan culpable. Pero meterse con un hombre casado o que está ad portas de casarse es muy, muy diferente. Sentiría que estoy traicionando al género femenino. Me sentiría el peor de los seres vivientes. Además, que el título de amante o la otra es horrible. Sé que hay muchas mujeres que lo hacen, pero no sé, yo ando buscando un amor sólo mío y no compartido.

16:21. Jeremy se ha ido a reunión y parece que no saldrá por el resto de la tarde. Sin embargo, ha sido muy lindo y me ha enviado un correo donde me vuelve a repetir lo mucho que me extrañó en Argentina. Dice que sabe que no me valoró en su momento y que se sintió mal por lo que pasó en el Motel, pero que ahora las cosas pueden ser distintas entre nosotros. Dice que me quiere… wow… eso no me lo esperaba. Mm… me quiere. Dice que me quiere y aunque lo he leído miles de veces aún no me lo creo. O sea… ¡Jeremy sí siente cosas por mí!... Dios… ¿y si en serio ahora quiere intentar tener una relación estable conmigo?... Dios mío me late fuerte el corazón, creo que la pura emoción… santo cielo… y si… ¿al fin voy a poder tener novio?