26 de Agosto
13:24. Hace una semana, estaba muy ilusionada con la fiesta de Arturo Mollins. Hace una semana, creí que todo era una enorme maravilla, creí que al fin todo estaba girando a mi favor. Creí… ¡ah! si… que ilusa soy… creí tantas cosas.
No sé… pero cuando estoy con este grado de complicaciones y de tristezas, se me vacía la mente. Cuando todo pasa, cuando comienza a decantar, me desmorono. Claro… nadie me ve caer, esa es la mejor parte.
Le pedí a Polín que se quedara haciéndole compañía a mamá en el hospital. Yo me vine al departamento para buscar mis cosas. Suerte la mía que no tengo tantas. Igual hay un taxi abajo esperando. Arturo ha dejado dieciséis mensajes en la grabadora diciéndome que le conteste el teléfono, porque necesita hablar conmigo urgente. Dios santo…
Si… es mejor que me vaya de este departamento. Tenía razón Berenice. Cada rincón me recuerda algo. La mesa, el sillón, hasta la contestadora de Polín… mi habitación… el baño, el sonido de la cerradura de la puerta… Dios… no derramaré una sola lágrima por esta mala historia, que jamás debió iniciarse…
Escribo estás líneas en el sillón donde a veces narraba lo que me sucedía en el día…
Desde donde estoy puedo ver el forestal. Ese que me instó a comprar este departamento.
Intento respirar profundo. No puedo…
Mm… teléfono… ring 1… ring 2… ring 3… ¡plaf! Saltó la grabadora… mm… es Arturo Mollins… diciendo que si estoy en el departamento lo espere porque viene saliendo de la oficina. Lamenta enormemente lo de papá y por eso tiene, necesita, verme con urgencia… “Yiyi, te lo suplico, no te muevas del departamento… debes escucharme”… me lo pienso un rato… ¿en realidad debo?
17:00. El médico dice que papá está muy bien. Que el día lunes le darán el alta, quizás. Me dejaron entrar a verlo, aunque me prohibieron causarle cualquier impresión fuerte.
- Hija…
- Papito… ¿cómo se siente?
- Hija, perdimos la librería… ¿te das cuenta?
- Si… pero olvídese de eso… la librería no tiene el valor suficiente ¿dígame? ¿de qué nos sirve, si usted no está con nosotros? Yo, lo prefiero mil veces a usted…
- Pero me duele…
- Pero ya, olvídese…
- Tu hermano, Claudio, dice que podemos apelar…
- Lo sé, papá. Pero, después de esto que le ha sucedido, me estoy preguntando si vale la pena…
- Pero hija…
- Papá… mamá está muy mal. La librería no es más importante que su esposa, nuestra madre. Tampoco para mi es más importante que su salud y la de tenerlos a ambos muchos años más con nosotros…
- ¿Dejarás la batalla hija?
- No puede haber batalla, si el rey esta caído… el rey debe reinar en su familia. No es bueno contener territorios cuya fecha límite ha llegado a su fin. Es una retirada digna. Yo no pondré en peligro a nadie mi familia, papá… jamás.
22:07. Carla me ha llamado al celular, el cual tenía cientos de llamadas perdidas. En la número 23, decidí borrarlas todas sin contemplación. Más de ochenta correspondían a llamadas desde el móvil de Arturo. Todas hechas las últimas veinticuatro horas. Hasta Jeremy me había llamado desde su anexo en la oficina. Había que suprimirlas. No valían la pena…ninguna de ellas, tenía importancia para mí ahora.
Carla me ha contado que en mi ausencia no ha pasado más que lo que me contó, sobre los ascensos y que las chicas están felices a morir, aunque asustadas. Me dijo que Berenice, se encontró otro Puto Gigoló y que ahora está más feliz que antes, porque el muchacho se desempeña en forma mas “creativa” en la cama. Carla no ha vuelto a saber de su ahora ex pololo. Finalmente, eso de darse un tiempo en las parejas resulta ser verdad, o sea, jamás resulta. Me dijo que la Cote había dicho que la habían invitado a la fiesta de cumpleaños del jefe supremo, pero que cuando le preguntaron si había visto a la mujer desconocida de la que toda la prensa rosa discutía, ella no tenía idea de lo que hablaban. Entonces se comenzó a sospechar que había mentido… es lo más probable. Yo no recuerdo haberla visto… aunque eso no se lo dije a ella, ni en broma.
También me ha confesado que está desilusionándose mucho de Arturo Mollins. No es la única, aunque las razones son muy diferentes. Dice que hoy lo vieron, por primera vez, hecho una verdadera furia, y que no había sido nada de sexy, sino muy aterrador. Dijo que las secretarias tuvieron que salir de su puesto de trabajo, y atrincherarse ya que los gritos se lograban escuchar desde el pasillo. Era una batalla campal entre Marcela, un “abogado muy feo”, que imaginé era mi amigo Mac enano y el propio Arturo Mollins. Hablaban sobre un edificio, un departamento y porque se tomaron decisiones sin su consentimiento. Luego, de eso el movimiento en la empresa no ha cesado y todos andan asustados. “El lindo de Arturo, no ha parado de pelear. Hay un ambiente denso, Yiyi, ni te cuento como están las cosas por acá. Da miedo… Pobrecito ¿qué le habrá pasado?... qué ganas de hacerle nanae jejeje” me dijo Carla.
Me preguntó cómo habían estado mis vacaciones y mentí, como es ya mi vieja costumbre. No le conté de lo de mi padre y todo ese dilema. No quiero tocar el asunto con nadie más. Me estresa estar repitiendo mis problemas personales…
También me preguntó si estaba preparada para volver el lunes a trabajar.
Lo había olvidado por completo… el lunes vuelvo… Dios… qué suplicio… qué calvario… me duele el pecho…
23:09. Mamá, está mucho mejor. Me ha dicho que lamenta muchísimo que ese “joven tan buen mozo” de Arturo Mollins me haya dejado en la calle. Me dijo que lamentaba mucho más tener que hacerme dormir en el sillón, a falta de mi cama.
Lo que mamá no sabe es que la que más lamenta todo eso, soy yo ya que tengo los riñones destrozados.
Claudio quedó de traerme una cama que le sobra en su casa. Me basta con eso, hasta que pueda ir a buscar la mía al departamento.
Polín, ha tenido la deferencia de no preguntarme nada de lo que pasó en la fiesta. Aunque sé que él sospecha que los días que anduve desaparecida, fue porque estuve con Arturo.
He estado viendo farándula y aún siguen salpicando restos de la fiesta del la semana pasada. Siguen especulando respecto a la mujer que llegó de pronto, que nadie conocía y que hizo que el festejado desapareciera por largos ratos de las miradas atentas de los invitados.
23:56. Llamé a Claudio. Hemos conversado seriamente el destino de la librería y del departamento. Me ha contado con lujos de detalles lo que viene en cada caso si decido apelar. El proceso, lo que me saldría en términos de costos, ya que me ha dicho que sería bueno tener otro abogado, además de toda la guerra jurídica que se vendrá. Me sentía agotada de solo escucharlo.
Debo tomar una decisión rápido. Cualquier cosa que decida será comunicada en una junta el día martes, con los abogados de Arturo Mollins. No es necesario que yo asista. Lo cual es muy tranquilizador.
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Siguiente entrega: MARTES.
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Yiyi, La peor de todas
RomanceComedia Romántica. Yiyi, es una mujer normal. Ni tal delgada, que bebe, no fuma, le gusta leer, viste de negro, escucha Apocalyptica, usa lentes y jamás se preocupa por su imagen. Trabaja en un lugar que detesta, pero su grupo de "secuaces" amistad...