-Capítulo 28- Amistad.

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-Capítulo 28- Amistad.    



Me desperté alrededor de las 9:30 a.m. Me levante para ducharme y me vestí con una blusa rayada y un pantalón con tirantes, hoy saldría con Selena a pasar el día, todavía no teníamos planeado que haríamos, pero en la noche saldríamos en una cita doble con Niall y Liam.

Baje las escaleras y deje mi bolso en la mesita junto a la puerta y camine a la cocina los chicos estaban sentados desayunando y jugando. Como siempre.


-Buenos días. –Los salude, todos me saludaron y Harry se quedó con la boca abierta. -¿Qué?

-¿Por qué te vistes como Louis? –Me dijo mirándome de arriba abajo.

-¿Qué? –Repetí, todos rieron.

-No sé si has notado que Louis usa camisas de rayas y pantalón con tirantes. –Dijo Zayn.

-Oh, ahora que lo dicen, creo que sí. ¿Por qué? –Mire a Louis con el ceño levemente fruncido.

-La verdad es que... -Suspiro. –Secretamente quiero ser una cebra.

Todos estallamos en carcajadas.

-Lou, de verdad estás loquito. –Camine al estante para tomar un tazón y servirme cereales.

-Un poquito, pero así me aman.

-Sí, yo te amo. –Le dijo Harold.

-Demasiado para mí por hoy. –Les dije mientras metía una cuchara con cereal a mi boca. –Muévete. –Le di un caderazo a Niall para sentarme junto a Liam.

-¿Lista para nuestra cita doble hoy? –Me pregunto Liam.

-Siempre estoy lista. –Le guiñe un ojo, recordando lo de la otra noche, me sonroje y desvié la mirada. El rio por lo bajo.


(...)


Me fui caminando a la casa de Selena, la verdad es que no estaba nada lejos, dos o tres calles. Nos subimos a su coche y partimos rumbo al spa donde ella trabaja.


-Hola chicas. –Saludo.

-Hola, hoy es tu día de descanso ¿no? –Le pregunto la chica de la recepción.

-Sí, pero hoy vengo con una amiga. Vamos a entrar para hacernos unos faciales y la manicura.

-Oh, ya entiendo. Pues pasa, ya sabes a donde. –Dijo con una sonrisa.


Yo seguí a Selena. Hablo con algunas mujeres, unas más jóvenes que otras, unas cuantas un poco gruñonas y otras más simpáticas. Salimos con la cara más suave que la de un bebe, y con las uñas perfectas. Selena escogió un esmalte color fucsia y yo uno color rosa fluorescente.

Salimos camino al centro comercial queríamos comprar algo lindo ya que los chicos no llevarían a cenar comida tailandesa.


-¿Crees que este sea el indicado? –Pregunto saliendo del vestidor con un vestido negro.

-Creo que es muy serio. –Hice una mueca.

-¿Entonces de qué color?

-Rojo. Vamos a otra tienda.


Dejamos el vestido y caminamos viendo vestidos en los aparadores. Una tienda llamo nuestra atención y pasamos. Selena se estaba probando un vestido y yo miraba otros para probarme.


-¿Lana? –Escuche que dijeron mi nombre a mi espalda.

-¿Maia? –gire sobre mis talones. –Te he estado llamando y no contestas, estaba preocupada.

-Lo siento, estaba molesta, tú no tienes la culpa. –Me abrazo. -¿Sabes? Quiero y necesito hablar con Niall, lo extraño mucho.

-Yo...

-¿Crees que quiera hablar conmigo? –Dijo alejándose un poco para verme a la cara.

-Pienso que a Niall le gustara este vestido tanto como a mí. –Escuchamos a Selena hablar y ambas la miramos.

-¿Estas con ella? –Dijo Maia mirándome enojada.

-Salimos a comprar algunas cosas... -Murmure viendo a Selena que se ponía nerviosa y desviaba la mirada.

-Eres una traidora. –Dijo firme.

-No lo soy. Te recuerdo que fuiste tú quién termino con Niall. –La mire a los ojos, su comentario me molesto.

-Si lo eres, pensé que eras mi amiga.

-Y lo soy, pero eso no te da derecho a insultarnos.

-Muy en el fondo sabía que eras una doble cara. Ella me quito a mi novio. –Eso fue la gota que derramo el vaso.

-Y yo pensé que eras mejor persona, ahora entiendo que Niall no se equivoco en querer terminar las cosas contigo, eres insoportable. Vámonos. –Enrede mi brazo al de Selena y caminamos de vuelta a los vestidores.

-No tenías que hacer eso.

-Sí, si tenía, no iba a permitir que nos faltara al respeto. –Nos paramos junto a los vestidores. –Este me gusta. –Tome un vestido.

-Eres bipolar, ¿cierto? –Sonrió levemente.

-Un poco. Tenemos poco tiempo. ¿Estás segura de ese vestido?

-Me gusta, ¿tú que dices? –Dio una vuelta.

-Te queda perfecto, yo llevaré este.


Pagamos en la tienda y nos fuimos rápido. Me dejo en casa para que pudiera arreglarme. Quedamos de vernos en el restaurante a las ocho en punto. Claro, con nuestras respectivas parejas.


The art of loving.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora