-Capítulo 13- Día cuatro.

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-Capítulo 13- Día cuatro.


Hoy solo tendría una clase, y no tenía nada planeado para hoy. Me levante, y me di un baño rápido. Me puse una falta negra a la cintura, una blusa sin mangas color gris, una cazadora de mezclilla y unos vans negros. Baje los chicos como de costumbre ya estaban desayunando. Zayn estudiaba gastronomía, hizo un omelette de jamón con queso y champiñones, este chico realmente sabía cocinar. Estaba riquísimo.


-¿A qué hora sales de la escuela hoy? –Le susurre a Liam en el oído.

-A las doce, ¿y tú? –También me susurro.

-Diez, te espero aquí. –Asintió y sonreímos por ultimo.

-Los secretos son del diablo. –Dijo Niall, mirándonos muy serio.

-No son secretos. –Nos defendí.

-Si claro, y yo odio la comida. –Puso los ojos en blanco.

-Termine, ¿vamos? –Liam se levantó, extendió su mano hacia mí y la tome. –Nos vemos.

Salimos de la casa, para que Liam pudiera llevarme a la escuela.


(...)


La escuela no quedaba muy lejos y aprovechando que hoy llevaba tenis, regrese a casa caminando. Subí a mi dormitorio hice algunos adelantos al proyecto que entregaría. Sin darme cuenta mire el reloj y eran las 12:30 Liam no tardaría en llegar. Abrí la puerta de la habitación para bajar a esperarlo, pero me encontré con él en la puerta.


-Dios, me asustaste. –Puse una mano en mi pecho y solté una bocada de aire.

-Lo siento Cookie, ¿estás lista para irnos?

-Sí, vamos.


Salimos de la casa y empezamos a caminar durante un largo rato hasta llegar a un parque, compramos un par de helados y nos sentamos en los columpios.


-Eleanor dijo que tenía planes para nosotros en las vacaciones. –Le dije mientras comía mi helado.

-¿Qué planes?

-Su padre tiene una cabaña en Dunster, a unas horas de aquí. Todos irán por una semana, ¿Qué dices? ¿Vamos? –Lo mire sonriente.

-Suena divertido. –Asintió levemente. -¿Quieres que te empuje?

-¡Sí! –Comenzó a empujar mi columpio. Luego de eso unos niños nos invitaron a jugar pelota con ellos.

-Liam creo que está por llover, hay que irnos. –Dije una vez que los niños volvieron con sus madres.

-Pienso lo mismo, vámonos. –Entrelazo nuestros dedos y empezamos a correr de regreso a casa. Pero la lluvia comenzó a caer, estábamos empapados. Nos paramos fuera de un Starbucks. -¿Quieres entrar? –Señalo con su pulgar.

-Me gustaría pero creo que no nos dejaran entrar, estamos mojados.

-Entonces hay que seguir, la lluvia se pone cada vez peor. –Tomo mi mano otra vez y corrimos a casa.

Cuando llegamos a casa los chicos estaban en la sala con sus novias.

-¿Qué les paso? –Dijo Eleanor mirándonos de pies a cabeza.

-La lluvia. –Dijo Liam.

-Iré a ponerme algo seco, ahora vuelvo. –Camine hacia las escaleras.

-Yo igual. –Liam me siguió.


Entre al baño de mi dormitorio, me quite toda la ropa mojada y me di un baño rápido. Decidí ponerme la pijama, deje mi cabello mojado suelto y baje con los chicos. Liam ya estaba ahí.


-Lana, ¿Le contaste a Liam del viaje? –Pregunto Eleanor.

-Sí. –Me senté en el puff.

-¿Van a ir con nosotros? –Ahora pregunto Zayn.

-Anímense será divertido. –Hablo Katherine, la novia de Harry. Linda chica.

-Ya lo discutimos, ¿iremos verdad? –Mire a Liam.

-Por su puesto. –Me sonrió.

-Bien, nos vamos en domingo en la mañana y regresamos en una semana. –Contesto Eleanor.

Vimos películas y pedimos pizza. Pasar tiempo con ellos era tan relajante, los mejores amigos. Todo iba bien hasta que Maia tuvo la maravillosa idea de jugar botella.

-Reglas simples: nos sentamos chico, chica. El beso debe durar por lo menos veinte segundos, no hay celos porque es un juego, si el beso toca con alguien que no sea tu pareja tiene que ser solamente de piquito.

-Yo no quiero jugar. –Dije mirando a todos.

-Lana, no seas gallina. –Se quejó Perrie.

-No soy gallina, solo no quiero jugar. –Cruce los brazos.

-Velo por el lado bueno, a ti solo te tocaran de piquito. –Eleanor hizo un puchero.

-Agh, está bien. Ustedes son imposibles. –Nos sentamos en un círculo, Niall estaba a mi derecha y Louis a mi izquierda, dejando a Liam enfrente de mí.


La primera en girar la botella fue Maia, le toco Harry. Todos contamos hasta veinte y ellos se separaron. Harry giro la botella, beso a Perrie. Zayn se veía algo malhumorado. Giraron la botella un rato más, hasta que señalo a Liam y a mí. Mire a Liam y trague saliva visiblemente. Los demás hicieron un sonido burlesco. Él y yo nos mirábamos.


-¿Qué están esperando? ¡Bésense! –Nos apuró Louis. Baje la mirada y luego mire de nuevo a Liam.


Él se puso de rodillas y se acercó a mí, puso su mano en mi mejilla. Sentía como nuestras respiraciones se mezclaban, aun teníamos los ojos abiertos, yo miraba directo a sus ojos y pude ver que él veía mis labios, luego regreso su mirada a mis ojos y los cerró lentamente. Sus labios rozaron lentamente los míos... la lluvia, se había convertido en una tormenta, un trueno hizo que las chicas soltaran un grito y la luz se fue.

Inmediatamente nos separamos, Zayn, Niall y Louis fueron a comprobar que los fusibles estuvieran bien. Estaba nerviosa, quise cambiar de tema.


-Casi me matan con ese grito. –Me burle de las chicas.

-Casi muero de un infarto. –Se burló Harry poniendo cara de asustado y una mano en el pecho.

-Pues a nosotras casi nos mata ese trueno. –Nos sacó la lengua Perrie.

-Creo que nos quedaremos sin luz esta noche, los fusibles están perfectos, debió haberse caído un cable. –Dijo Niall cuando regresaron.

-De acuerdo, yo me voy a dormir. Nos vemos. –Corrí escaleras arriba.


Me deje caer en la cama tapándome completamente con el edredón, la cercanía de Liam me había dejado con el pulso por los cielos, las manos me temblaban, mi estómago estaba contraído y sentía que no podía poner en calma mi respiración.

Hacía mucho que no me sentía de esta manera. Rara, nerviosa, confundida.


The art of loving.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora