The art of loving.

-Capitulo 4- Los chicos.

-Capitulo 4- Los chicos.

Al día siguiente Niall estaba brincando en mi cama. Gritando para que me levantara.

-De acuerdo, me rindo. Ya me desperté, ¿contento? –Me tape la cara con la almohada.

-Eso está mejor. Vístete, baja a desayunar, porque nos vamos a conocer la ciudad.

-Woo que emoción. –Dije sarcástica levantando mis manos en puños y agitándolas.

-Vamos floja, que no tenemos todo el día. Andando. –Dijo por último cerrando la puerta detrás de él.

Me levante tome una ducha rápida. Deje mi cabello suelto para que se secara por sí solo, me puse un poco de delineador con brillo en los labios y me vestí con un simple jean y blusa negra. Cuando salí del cuarto me encontré a Liam.

-Hola Lana.

-Hola Liam –Dije sonriéndole y seguí mi camino.

-Oye espera –me tomo del brazo y me giro para quedar de frente. –Quiero disculparme por el comportamiento de Sophia.

-¿Te disculpas por ella? –Levante ambas cejas cruzando los brazos.

-No, es solo que –Suspiro- ella me dijo, que te advirtió que te alejaras de mí.

-Sí, lo hizo. Pero no tiene importancia, todo está bien no te preocupes. –Puse mi mano sobre su hombro.

-Gracias por entender. Ella es muy celosa. –Hizo una pequeña mueca. –Pero no me gustaría que te alejaras, me agradas, podemos ser buenos amigos.

-Bueno, si yo tuviera un novio, creo que haría lo mismo. Y también me agradas, me gusta hacer nuevos amigos. –Reímos un poco mientras bajábamos las escaleras. Los chicos estaban en la cocina así que fuimos con ellos.

-Nena, por fin bajas debemos darnos prisa, tenemos un día largo.

-Nialler, tu tranquilo y yo nerviosa. ¿Qué haremos hoy? –Me senté a su lado.

-Es sorpresa y de ninguna manera te diremos de que se trata. –Dijo Harry acercándose con dos vasos de zumo de naranja me dio uno y luego beso mi mejilla.

-Veo que comprendiste lo de usar un vaso. –Dije tomando un poco de zumo.

-Es que ahora vive una dama con nosotros. –Con la sonrisa que hizo me mato por completo. Era más guapo de lo que recordaba. Con esos ojos verdes.

-Harold, ¿Cuándo te hiciste ese tatuaje? –Toque su muñeca.

-¿Cuál de todos? –Me pregunto.

-¿Qué? –Lo mire confundida.

-Lanita, Harry tiene más de cuarenta tatuajes. –Dijo Louis.

-Wow, eso es genial, yo también tengo uno. Mira. –Harry abrió los ojos como platos. Le tendí mi muñeca y le mostré mi tatuaje.

-¡Lana Horan-York! ¿Cuándo te tatuaste? –Me miro muy serio Niall.

-Hace unos meses. No es la gran cosa. –Me encogí de hombros.

-Claro que sí, se quedara en tu piel para siempre.

-Eso espero Nialler. Ya en serio tranquilízate.