-Capítulo 29. -Cita doble. Parte I

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-Capítulo 29. –Cita doble. Parte I



Me di una ducha rápida, tenía poco tiempo. Seque mi cabello, me maquille, peine y me puse el vestido blanco que compre. Niall no dejaba de tocar la puerta, me harte y le abrí.


-¿Qué? –Le pregunte gritando.

-Wow, te ves bien. –Me miro de arriba abajo. –Bueno, solo quería decirte que ya me voy por Selena, nos vemos allá.

-Está bien, ya casi estoy. –Asintió. Lo siguiente que escuche fue como arrancaba su camioneta. Unos minutos después Liam llamo a mi puerta. –Estoy lista, deja de presionar. –Dije abriendo la puerta.

-Me queda claro que estás lista. Te ves hermosa.

-Gracias, tú te ves muy bien. –Traía puesto un traje sin corbata, su barba estaba algo crecida. Se veía guapísimo.

-¿Vamos? –Me ofreció su brazo, lo tome sonriente y caminamos hasta el porche de la casa.

-¿De quién es ese auto?

-Digamos que le hice un pequeño cambio a mi padre por hoy.

-¿Sabes? Este es el auto de mis sueños. –Y lo era, un Chrysler 300c negro.

-Pues es nuestro por hoy. –Me abrió la puerta del copiloto como todo un caballero.


Treinta minutos más tarde estábamos caminando dentro de un restaurante llamado 'Also Thai' se veía de verdad costoso.

El hostess nos llevó a nuestra mesa. Ahí ya se encontraban Selena y Niall. Ella llevaba el vestido que compramos esa tarde.


-Te ves muy linda. –Le dije a Selena.

-Gracias, tú igual. –Sonrió levemente, desde el "enfrentamiento" en el centro comercial ella había estado así. Y no me gustaba.


Liam recorrió una silla para que pudiera sentarme. Quede frente a Niall.


-Niall, creo que tengo que decirte algo. –Hable una vez que Liam tomo asiento junto a mí. Cruce mis dedos sobre la mesa y le di una mirada rápida a Selena, ella negó con la cabeza, regrese mi mirada a Niall.

-¿Qué es? –Frunció el ceño.

-Hoy Sel y yo nos encontramos con alguien en el centro comercial. Y no fue nada bonito.

-¿Les dijeron algo? ¿Qué paso? –Pregunto Liam.

-Nos encontramos con Maia, y ella nos ofendió.

-¿Qué? –Preguntaron los chicos a unísono.

-Hablaré con ella. Esto no se lo voy a perdonar. –La cara de mi primo comenzó a ponerse roja.

-Tranquilos, básicamente. Se podría decir que la puse en su lugar. –Hice una mueca, y los tres miramos rápidamente a Selena que soltó una risita.

-Yo... lo siento. –Se tapó la boca con una mano para aguantar la risa.

-Lana, ¿Qué hiciste? –Mi primo me miro serio.

-Yo, solo le dije sus verdades. –Le sonríe tiernamente para que no me regañara.

-Creo que tuviste tus razones. –Soltó un suspiro.

-Gracias por entender Niall. –Toque su mano sobre la mesa.

-¿Listos para ordenar? –Dijo una mesera.

-Aun no, en unos momentos te llamamos. –Hablo Liam, la mesera en cuanto lo vio puso una sonrisa grandísima.

-Vale, vuelvo en unos momentos. –Se dio la vuelta moviendo el trasero más rápido que Shakira.

-¿Y a esta qué le pasa? –Liam no le había prestado nada de atención eso me hacía sentir bien, pero las chicas de ahora son tan sin vergüenza.

-¿Qué ocurre? –Niall se veía sorprendido.

-¿Cómo qué ocurre? ¿No viste como esa tipa miro a Liam? –Señale por donde se había ido. Liam soltó una risita. -¿Te parece gracioso? –Lo mire molesta.

-Te ves linda cuando te enojas. –Dejo escapar una risa.

-¿Sí? –Levante ambas cejas. –Pues, prepárate porque estoy a punto de verme hermosa.

-Celosa. Tu cara se pone roja cuando te enojas, otra cosa en la que Niall y tú se parecen. –Sonreí.

-Cuando éramos pequeños decían que parecíamos gemelos. –Hablo Niall.

-Lo recuerdo. Era divertido. –Me relaje un poco. -Lo era. Pero tú no cambies el tema –Me volví hacia Liam. –Si te veo mirándole el trasero, te juro que le irá muy mal a esa tipa y a ti también.

-Ahora sé que eres capaz de eso. Hubieran visto la cara de Maia. –Dijo mi nueva amiga.

-Solo vi su cara de disgusto. Creo que fui un poco dura, pero no me importa. –Nos sonreímos cómplices.

-Ahora es cuando empiezan a darme miedo ¿No crees Liam?

-De acuerdo contigo. Pero tranquila Lana solo tengo ojos para ti.

-Me alegro de oír eso.


La cena empezó bien, cuando esa mesera se acercó para poner la comida en la mesa, literalmente aventó mi plato. Lo deje pasar, inhale y exhale, pero cuando tiro vino sobre mi, fue suficiente.


The art of loving.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora