-Epilogo. Siempre juntos.

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-Epilogo. Siempre juntos.



Desperté temprano. O por lo menos eso creía. Hacía frío. Por la ventana de la habitación podía ver claramente que estaba nublado, y lleno de niebla. Desnuda, bajo un brazo y una pierna musculosos. Me removí para intentar levantarme, pero lo único que logre fue que él me abrazara más fuerte. Levanté un poco la mirada para ver la hora que marcaba el reloj en la pequeña mesa de noche. 9:30 a.m.


-Liam, es tarde. -Gire para quedar de frente a él.

-Cinco más. -Contestó sin abrir los ojos y escondiendo su rostro entre mi cuello. Acaricié su cabello. Estaba un poco largo, necesitaba un corte.

-No podemos aprovecharnos tanto de Niall y Selena. Vamos, te preparare el desayuno.

-Ellos pueden encargarse un poco más, ¿No crees?

-Oh, yo sé pueden. Pero no podemos, ellos también necesitan tiempo a solas.

-Hmmm, de acuerdo. -Con un poco de frustración. Liam levantó cabeza, no sin antes darme un beso en el cuello. -Te amo.

-Yo a ti. -Toque su mejilla y bese cortamente sus dulces labios. -¿Qué quieres desayunar? -Pregunte sentándome en la cama y poniéndome la camisa de vestir de Liam.

-Lo que sea que tú quieras. -Me miro de arriba a abajo. -Sigo amando como se ven mis camisas en ti. -Me reí como una tonta enamorada.

-Y yo sigo sonrojándome cada vez que me dices algo como eso. -Le tire un beso y salí directo a la cocina para preparar el desayuno.


(...)


Liam aparcó el auto afuera de la casa de Niall y Selena. Bajamos rápido para tocar el timbre algo desesperados. Ella abrió la puerta y nos miró algo sorprendida.


-¿Qué rayos hacen aquí tan temprano?

-Lana no quería cargarles tanto la mano a ti y a Niall. -Contestó Liam rodeando los ojos, ella rápidamente me miro. Liam entro a la casa.

-¿Qué tal se portó? -Pregunté a Selena una vez que nos dirigíamos a la sala de estar con los chicos.

-Excelente, es demasiado tranquilo para tener cuatro años.

-Me alegra que no les diera problemas.


Cuando entramos a la sala vi una de las mejores escenas que podía haber visto hasta ahora. Liam y nuestro pequeño bebé jugando en la alfombra. Ellos se parecían demasiado, ambos con el cabello castaño, su pequeña nariz respingona, labios perfectos, ojos preciosos. Era un perfecto clon de su padre.


-Amor, ven a saludar a mamá. -Le dije poniéndome de rodillas y estirando los brazos hacia él. Corrió y se acurruco entre ellos. Lo besé en la cabeza. -¿Cómo estás?

-Bien Mami. Tío Niall me dio chocolates para cenar. -Simplemente lo dijo y volvió con su padre para jugar.

-¡Niall! Te dije bien claro que no le dieras dulces y menos para cenar.

-Él quería. ¡Vaya! Sí que eres amargada, ni porque ayer fue su aniversario te calmas. Liam, creo que no hiciste bien tú trabajo anoche. -Se burló, lo mire con la boca abierta y Liam con ceño fruncido.

The art of loving.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora