45. Ultraje

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Ángela

Eran las 6:25 p.m. y Niall aún no había contestado mi mensaje, en el cual le decía que iba a ir a la biblioteca de la ciudad a recaudar la suficiente información para hacer la tarea de Literatura Universal ya que por la web no se menciona mucho sobre el tema a menos de que sea en Wikipedia.

Se suponía que Niall me iba acompañar como era lo acordado, pero él seguramente lo olvidó.

Suspiré un tanto frustrada por esto.

¿Realmente habrá olvidado todo el tema de la tarea por un partido de tenis?

Conociendo a Niall, seguramente sí.

Así que no quise insistirle dos veces y tomé un libro para leer mientras voy en el autobús, mi laptop, un cuaderno para apuntes y una pluma que no se quede sin tinta a medio trabajo y por supuesto, mis respectivas cosas: dinero por si me ocurría algo de comer en el camino, mi celular, entre otras cosas. Todo metido en un simple bolso que llevaré sobre mi espalda.

— ¿A dónde vas?—mamá me preguntó desde la cocina, al ver que me acercaba a la puerta principal de la casa. Obviamente me iba a despedir de ella, pero ella creyó que me estaba yendo a hurtadillas.

—Iré a la Biblioteca a terminar la tarea de Literatura Universal.

— ¿La que ibas a hacer con Niall? —mamá pregunta acercándose a mí con ese típico ceño fruncido.

—Ese mismo—dije con desdén restándole importancia. Si mamá cree que estaré acompañada de Niall me dejará salir sin ningún problema.

— ¿Niall está esperándote?

—Sí, en la biblioteca, así que no te preocupes, mamá—dije acercándome a ella y plantándole un beso en la mejilla—. Vuelvo pronto, no es muy largo el trabajo.

—Te cuidas mucho, bebé—mamá me dio un beso en la mejilla también —. Dile a papá, para que no se preocupe y me llamas para saber que estás bien.

—Lo haré—dije antes de cerrar la puerta y salir de mi casa, no antes tomando un abrigo grande que colgaba del perchero.

**

Apenas entré a la biblioteca, me comprometí a buscar el tema por diversos libros de literatura. Pero todos los libros de ese respectivo tema eran cientos. Busqué iniciando por los títulos. Ojeaba rápidamente para no perder mucho tiempo.

Sentí que había estado parada horas ojeando títulos y nada era lo que necesitaba.

Resoplé cansada, haciendo que uno de los mechones que caen en mi frente volaba. Tomé un libro, creyendo que quizás tuviera algo respecto al tema. Era enorme y con pasta dura de color marrón.

Era un análisis de poemas, leyendas, moralejas y demás cosas provenientes de diversos países.

Así que aventuré a abrirlo.

Estaba lleno de polvo. Se supone que los sacuden, pero bueno son muchos. Al pasar las páginas comencé a toser.

Si en ese momento la cuidadora de la biblioteca llegara a decir que me callara la hubiera mandado por donde vino con algún improperio. Pero por su bien, quizás huyó lejos para que no le hablara sobre el asunto del aseo aquí.

Índice.

Tracé mi dedo por cada título que tenía toda esta gran sección del libro.

Memoricé varias veces el nombre de lo buscaba para la tarea.

El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora