Para cuando Ángela me dijo que debía de volver a casa, le he prometido que iría con ella ya que no quería que corriera ningún riesgo nuevamente. Tomamos el último autobús del horario de la noche.
Ella me contó sobre su preocupación, temiendo que a la vuelta a casa a mí me pasara algo, ya que para cuando lo hiciera debía de ser muy tarde. Le he dicho que tomaría un taxi y que estaría seguro.
La despedí con un beso tímido en la mejilla. Aun no soy muy bueno en ello. Y más que lo estaba haciendo justamente en la puerta de su casa. No tenía ni idea de la reacción que tendría su padre si nos viera por la ventana. Sé que es receloso con su hija, y no sé si me echaría a sartenazos si me viera haciendo algo indebido con ella.
Al regresar a casa, solamente corrí. No tenía la necesidad de verdad tomar un taxi, debido a mi prodigiosa condición física y la mala condición económica.
Si pedía un taxi me quedaría sin dinero por el resto de la semana y tendría que verla de palitos hasta que mi madre me depositara mi próxima mesada.
La casa de Ángela se encontraba un poco lejos de la mía. Dos kilómetros aproximadamente. Que cualquiera que quisiera caminarlos, al final del trayecto jadearía por un rato. Sin embargo, para una persona normal, caminar ya no era una opción. Si lo hacen, es muy posible que consigan ser asaltados o asesinados.
Corrí sin ser visto a casa. Nadie, ni los vagabundos de la calle que se arremolinaban en los callejones para obtener un poco de calor han logrado percibirme.
Entré a mi departamento de manera muy rápida y me quité el abrigo que llevaba puesto, dejándolo en el perchero detrás de la puerta principal.
Encendí la luz de la sala y todo está como lo dejé hacía un rato. Caminé hacia la habitación para ponerme una camiseta holgada y unos pantaloncillos de pijama para ponerme cómodo en casa, finalizando mi rutina para irme a dormir.
Cuando entré a mi habitación, encendí la luz y empecé a hacer lo que tenía planeado hacer. Sin ninguna preocupación, sin advertir nada...
Para cuando finalicé, me di la vuelta y me encontré con algo que me dejó perplejo.
En la puerta de mi habitación, había una fotografía del tamaño de una hoja de papel normal, pegado con una chincheta.
En ella, aparecía Ángela y yo saliendo justamente de mi departamento hacía unos instantes.
Con los ojos como platos, alargué el brazo y despegué la foto. Lo que no sabía es que al hacerlo, se vinieron consigo otras tres fotos más que cayeron al piso.
Las tomé del piso circunspecto, dándome cuenta enseguida que un escalofrío se colaba por mi espalda, congelándome al ver lo que vi.
En la siguiente foto, me mostraba a mí estando parado al frente de la casa de Ángela esperando a que ella cerrara completamente la puerta despidiéndome con la mano en alto. Paso a la siguiente foto, y en esta desaparecí de la escena con la imagen en la ventana de una Ángela caminando hacia la sala de estar sin advertir de que alguien le ha tomado fotos.
En ambas fotografías se encuentra impresa la hora y no tienen ni un segundo de diferencia una de la otra.
La última me aterró más, era de la noche del asalto a Ángela, en donde yo la estaba defendiendo de los hombres que quisieron hacerle daño.
Ido, viendo a la nada me concentré en pensar quién podría estarnos vigilando y el cómo es que esto estaba pasando.
Tragué saliva sintiéndome momentáneamente aterrado.
Jamás en la vida había experimentado tal cosa.
Pronto me enteré que un pequeño trozo de papel estaba tirado en el suelo a mis pies. En un principio había ignorado completamente que este estaba aquí. Lo tomo tragando saliva, con un miedo que rebasaba todo lo anterior.
Contuve el aire en mis pulmones, esperando a que este trozo de papel solamente fuera algo que he dejado caer de mis apuntes de la universidad.
Al desdoblarlo me soy cuenta enseguida.
Las letras estaban escritas con recortes de letras de periódicos que no tenían ninguna relación entre sí ya que tenían diferentes tamaños, colores y fuentes. Tal y como fue la primer nota que recibí hace unos días. Y en la nota rezaba:
"¿Cuándo le dirás que eres el Héroe de Londres? ¿Esperarás a que sea muy tarde para hacerlo? "
Solté todo el aire contenido en mis pulmones y me sentí vacío. Pero también me sentí cerca de asfixiarme.
Quería gritar a los cuatro vientos muchas maldiciones, sin embargo me contuve.
Respiré hondo tratando de calmar los latidos de mi corazón que golpeaban fuertemente mi pecho y callar sus pulsaciones que me querían estallar los oídos.
No sabía si tomar esa nota como una amenazada o una advertencia. Solo sé que...
Alguien me ha descubierto.
Alguien sabe quién soy.
Y tengo que descubrir a ese alguien también yo y saber con exactitud cuáles son sus verdaderas intenciones.
.
.
.
¡Capítulo nuevo!
Al fin Dios me iluminó. A pesar de ser corto, la historia es larga (en Word tiene 202 páginas y vamos apenas por el inicio del desarrollo de la historia), así que por eso he decidido que el capítulo mejor se queda de ese tamaño por mientras aquí.
Espero que lo disfruten :3 y trataré de dejar de lado un poco la edición de almas gemelas para seguir escribiendo esta :)
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El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎
ActionNadie sabe lo que él ha vivido. Nadie sabe lo que él siente por su mejor amiga. Nadie sabe lo que a él le pasará que cambiará su vida. Nadie sabe que él es el famoso "Héroe de Londres", ya que mantiene oculta esa parte de él. Esta es la vida de un...