15. Ansiedad

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Ángela

¡No sé en qué pensaba! ¡Demonios!

¿Por qué quería llamar a Niall?

¿Para escuchar su voz? ¿Pero porqué?

A Niall lo pasaba viendo prácticamente todos los días. Él era mi amigo, mi mejor amigo, él era como mi hermano.

Realmente, no llamé a Niall por error, lo llamé porque tenía una ansiedad horrible. Sentía que estaba mal. Que algo le pasaba. Sentí la necesidad de llamarlo para ver que estaba bien, pero a la vez para... ¿Escuchar su voz?

Dejé mi celular a un lado de mi cuaderno, mientras trataba de introducir toda la materia de Biología dentro de mi cerebro.

Aún estaba ansiosa.

Golpeaba el marcador fluorescente contra el cuaderno creando una extraña melodía que yo ni entendía. Me era tan difícil poder concentrarme y aprenderme los apuntes de mi cuaderno.

Tenía que dejar esos raros pensamientos que tenía sobre Niall, si es que quería pasar el examen.

Sin embargo. Sentía que se encontraba en peligro.

« ¡Ángela, deja esos pensamientos a un lado! », me regañé a misma de inmediato.

Aunque traté de calmarme, seguía confundida e intrigada.

No tenía ni la menor idea del porqué siempre estaba con Niall en la cabeza.

Después de todo esto, me empezó a doler la cabeza. ¡Genial! Ahora tenía que ir por una pastilla.

Me levanté de la cama y caminé al baño, parándome en frente del lavabo mirándome al espejo, ahí abrí la puertecita que era un botiquín dentro de él, para luego rebuscar entre las tabletas de pastillas que tenía.

Por dicha encontré una tableta con aun contaba dos pastillas, abrí el empaque de aluminio para luego tomar el vaso con el que me lavo los dientes y llenarlo de agua del lavabo. Luego me eché la pastilla a la boca mientras tomaba agua.

Volví a mi habitación y me senté en la cama para seguir tratando de estudiar.

No quería apuros para mañana. Quería dormir en paz y con todos esos raros conceptos reservados dentro de mi cabeza.

***

Para cuando estaba tomando el desayuno al día siguiente, escuché una pitoreta sonar a las afueras de mi casa. Mamá se asomó a la ventana y me dijo que había alguien allí aparcado.

Había olvidado por completo que Liam había dicho ayer que nos llevaría a todos a la universidad. Aunque a decir verdad, no recordaba que él nos hubiese dicho que nos llevaría en las mañanas. Había entendido claramente que era solo por las tardes cuando regresáramos a casa por lo peligroso que se había vuelto.

De todos modos, mamá salió a decirle que esperara unos segundos, que pronto iba a terminar mi desayuno.

Mi sorpresa fue aún mayor, cuando mamá hizo pasar a Liam adentro y lo invitó a desayunar conmigo.

Él me dio una pequeña sonrisa cuando lo encontré con la mirada.

— ¡Siéntate! —pidió mi madre.

Liam meneó una mano en el aire.

—No señora, solo venía para llevar a Ángela a la universidad.

— ¡Qué dulce!

Mamá me estaba poniendo en vergüenza. Yo no sabía en dónde meterme.

Di una tímida sonrisa a Liam.

El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora