El lugar se iluminó inmediatamente que entramos. Miré a mí alrededor y me encontré con paredes blancas. La sala estaba ocupada por incontables máquinas y herramientas por doquier.
De hecho, me tropecé con algo pesado y paré en seco de caminar.
—Ten cuidado con esa máquina de soldar—dijo el profesor mirándome —. La seguiré necesitaré para muchas cosas—rió.
—Ok—dije tratando de pasar por otra parte y ahora mirando hacia el piso para no tropezar de nuevo.
—Niall—escuché el profesor resoplar—. Este es mi laboratorio, y aquí es donde te traje—dijo extendiendo las manos hacia arriba como si estuviera exponiendo algo. Yo miré a todos lados y luego lo miré a él.
— ¿Aquí?
Observé con atención cada rincón del lugar. Había muchos escritorios y mesas, una de ellas parecía ser de aluminio y bastante grande, a un lado de ella había instrumentos quirúrgicos.
— ¿Quieres ver esto?—preguntó el profesor adivinando mis pensamientos mientras se acercaba a esa mesa, a la cual yo le seguí. Tomó con una mano un objeto que parecía ser un molde de aluminio de esos con los que preparas queques al horno, pero no era un molde, era una bandeja, de esas que usan los médicos cirujanos en las cirugías —Esta es la bala que extraje de tu estomago—dijo él meneando el recipiente de un lado a otro, me acerqué aún a ver y en efectiva, ahí había una bala con rastros de sangre.
—Entonces todo fue real—dije y el profesor asintió—. ¿Pero…? —fui interrumpido.
—Te lo explicaré—dijo parándome con la palma de su mano—. Escucha.
«Esa noche te encontré en ese callejón, al principio no me acordaba de que habías sido mi alumno, solo vi lo joven que eras y presencié todo el asalto, te llevé inconciente a rastras hasta al auto, de camino me encontré tu celular y lo llevé conmigo».
—Me lo habían robado y siempre me extrañó tenerlo a la mañana siguiente.
—Porque los tipos lo dejaron tirado al huir—dijo y meneé la cabeza.
—Te llevé hasta mi laboratorio, tuve que tumbarte en esta mesa y extraerte la bala.
«Helmer me ayudó bastante a hacer una cirugía improvisada y realmente te vi muy mal. Tenías el hígado destruido»
Cuando iba a hablar de nuevo el profesor me interrumpió.
—Ya te dije que te explicaré.
—Ok—dije suspirando divertido un poco por mi mala educación.
—Con tu casi último aliento de vida, te metí en esta máquina—señaló con su dedo índice a una vitrina de vidrio—, con tal de que sanaras y así lo hizo, solo que jamás pensé que te convertiría en lo que eres ahora.
— ¿Qué es esa máquina?
—Esa máquina ha sido el proyecto de mi vida—se acercó a la vitrina de vidrio abriendo lo que parecía ser una puerta de acceso a ella—, la comencé a planear cuando mi esposa fue diagnosticada de diabetes—dijo el profesor entrando al lugar y yo lo seguí. Adentro estaba lo que parecía ser una máquina de bronceado—. Para cuando mi esposa murió, aún no pude ni siquiera comenzar a fabricarla y dejé este proyecto inconcluso.
—Lo siento, profesor.
—No te preocupes, chico—me sonrió apenas—. En fin, cuando me diagnosticaron cáncer de estómago solo quería morir, pero mi hija Rosaline me motivó a luchar por mi vida. Fingí estar usando la quimioterapia, pero me dediqué a terminar esta máquina. Tenía todas mis esperanzas en ella. Pero al ver que mi tiempo se reducía, decidí jubilarme.
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El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎
ActionNadie sabe lo que él ha vivido. Nadie sabe lo que él siente por su mejor amiga. Nadie sabe lo que a él le pasará que cambiará su vida. Nadie sabe que él es el famoso "Héroe de Londres", ya que mantiene oculta esa parte de él. Esta es la vida de un...