El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎

20. Noche de Viernes

 

Niall POV

¿Estaré tan paranoico que creo que Ángela está actuando extraña cuando me habla?

Puede que no.

Ángela, últimamente, cada vez que hablo con ella actúa de manera distinta. Como si tuviera miedo. ¿Puedo asegurar que siente miedo? No.

Cada vez que dirijo la palabra hacia ella, ella a veces no me mira, como si le incomodara, hasta pude un ligero rubor en sus mejillas.

Debe recordar aquella que la besé.

Pero estoy muy seguro de que ella no trata de evitarme, ya que me sigue hablando y hasta pide que la acompañase.

Todo esto estaba creando una pequeña esperanza en lo más profundo de mi interior de que Ángela sintiese algo por mí.

Solo que no quería ilusionarme.

Solamente prometí a mí mismo mantener las puertas abiertas y estar alerta por si de ahora en adelante seguía notando ese cambio en ella.

Entramos a clases y en lo único que no podía de dejar de pensar era en lo que había pasado en el comedor, en la forma que Ángela me miró cuándo estuve solo con ella antes de que llegaran los chicos, la forma en que me sonrió varias veces, la forma que evitó mi mirada. Extrañamente noté en ella nerviosismo. La conocía bastante como para saber que ella estaba nerviosa, pero por mi presencia. Ahora me tocaba analizar las cosas bien y ponerle más atención a lo que siempre le he puesto a ella.

—      ¿Señor Horan?—preguntó la profesora de Química, la señorita Holmes con aire de fastidio.

—      ¿Perdón?—sacudí mi cabeza esos pensamientos por un segundo y traté de reaccionar a lo que ella me estaba preguntando.

—      Otra vez no me puso atención—refunfuñó acercándose a la pizarra que contenía muchos apuntes— ¿Cómo se llaman las moléculas con triple enlace?

Vacilé unos segundos mi respuesta. Rodeé los ojos en señal de estar pensándolo.

—      ¿Alcalinos?

La señorita Holmes meneó la cabeza.

—Señor Horan, le recomiendo que debe estudiar más a menudo la materia.

«Una vez más que me avergüenzan», pensé rodeando los ojos.

El día agotar ya había pasado.

Liam me había ofrecido llevarme a casa y yo acepté porque Ángela también iría en el mismo auto.

Como lo había adivinado, con costos alcanzábamos tres en el asiento de atrás si Louis viajaba ahí. A Liam no le gustó mucho la idea de que el castaño de ojos turquesa viajara en el asiento del conductor, pude notarlo cuando frunció el rostro.

Apretados un poco alcanzamos Harry, Zayn, Ángela y yo en el asiento de atrás.

Lo que celebré por todos los altos para mí mismo fue quedar sentado al lado de ella.

Sentía el dulce perfume de Ángela llegar hasta mis fosas nasales. No pude evitar imaginar la escena de tenerla abrazada con mis brazos alrededor de su cintura mientras ella posa su rostro en mi pecho.

—Posiblemente nos estamos salvando de un asalto—masculló Harry sacándome de mis pensamientos.

—Ya que lo dices, Hazza—dijo Louis desde el asiento del acompañante al lado izquierdo de Liam—, tienes razón.