18. Identidades Desconocidas

2.1K 134 5
                                    

Niall POV

Estaba sentado en el sillón frente al televisor en la sala de mi departamento que estaba en completo silencio. Me incliné sobre la mesita de noche para tomar un vaso con pepsi, me enderecé llevando la orilla del vaso a mis labios, mientras que con la otra mano sostenía un plato con una tajada de pizza en él.

Alcé mi mirada para ver el televisor que estaba prendido, pero en mudo, solamente mirada las imágenes que transcurrían en él.

De vez en cuando, prefiero el silencio.

Tal vez esta sea una forma en donde puedo pensar y procesar muchas cosas, como por ejemplo lo que había pasado ese día.

Desde que había entrado a la casa, solamente me detuve para cerrar la puerta con llave y corrí nuevamente a mi habitación en donde me senté aún impactado por lo que había sucedido.

Pasé la mayor parte del tiempo ahí pensando sentado encima de mi cama con mis manos ocultando mi rostro, mientras los codos estaban encima de mis muslos.

Pasé así alrededor de unos quince minutos pensando y tratando de procesar lo que había pasado.

Había salvado a una mujer y a su hija de esos maleantes.

Había sido impactado por una bala que no me hizo nada.

Ok, suspiré.

¿Qué me está pasando?

No cabe duda de que algo en mi cuerpo cambió.

Algo que me hace menos vulnerable que las demás personas.

Di varios suspiros y respingos, aceptando por fin mi nueva y extraña condición. Levanté mi rostro al mismo tiempo que lo frotaba con mis manos, hasta que finalicé coloqué mi mano izquierda bajo mi barbilla y el otro brazo lo dejé puesto sobre mi muslo.

Me quedé ido en mis pensamientos por un rato más. Minutos después el hambre pudo conmigo, así que me incorporé de la cama, me quité la camisa que estaba rota y busqué en las gavetas de mi armario para sacar otra camiseta de color roja y ponérmela.  Salí de mi habitación aún con la camisa agujereada en la mano y fui a la cocina donde estaba el cesto de la basura y la tiré ahí. Recordé que había quedado un pedazo de pizza del día que llegaron los chicos y Ángela a mi casa para aquel ensayo, busqué un plato en el mueble de cocina para luego poner la tajada de pizza encima de él y lo metí al microondas. Alisté un vaso con pepsi al mismo tiempo que el microondas trabajaba calentando lo que sería mi futura cena. Al sonar el pitido, saqué el plato. Sabía que estaba caliente porque podía sentir el calor que emanaba el plato, pero no sentía dolor alguno en mis dedos que sostenían el mismo.

— ¡Muy lindo!—fue lo único que mascullé mientras caminaba hacia el sofá. Me senté, tomé el control del televisor y puse las noticias para solamente saber el marcador de un partido que no había podido ver ese día.  Aunque apreté el botón del mudo cuando vi que faltaba mucho para ese tipo de noticias.

En la televisión podía ver imágenes de accidentes de tránsito: un autobús había chocado de frente con un automóvil liviano en donde iban dos personas, más específico una mujer y un hombre o eso era lo que había captado gracias a las leyendas que salían debajo de la pantalla. Sinceramente no le había prestado tanta atención, hasta que me di cuenta de otra leyenda que decía así:

El Chico Detrás del Superhéroe | COMPLETA ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora