"Yo nunca soñé con poder ver el cielo. Yo nunca soñé con mirar las estrellas. Nunca soñé con cantar a la luz de la luna blanca, siquiera soñé con tener voz propia. Nunca soñé con tener decisión, corazón o sentimientos. Soy un caminante y todo lo que no sea servir al bosque se considera herejía. Sin embargo... Pude soñar"
Al son de un triste atardecer Dante encontró al grupo de captores que había secuestrado a los hijos de Rom. Eran pocos y poco hábiles, no obstante su falta de experiencia les hizo actuar indebidamente. Al verse acorralados por el diestro espadachín, amenazaron a Dante con degollar a ambos hijos. El infortunio y la gracia de un dios desdichado hizo que ambos hijos acabaran muertos por la cobardía de un hombre sin escapatoria. Aquel día no tañeron las campanas de pena, no hubo funeral ni lágrimas, solo cuerpos de inocentes y condenados sin vida. Dante les dio el entierro que se merecían y levantó una cruzo sobre ambas tumbas. Con su voz inalterable recitó un salmo para sus almas:
-Dios omnipresente, cuida de las almas de estos inocentes niños. Se su guía en los caminos oscuros y no permitas que desvaríen sus pasos. Se su luz y sus ojos en la incertidumbre para hacerlos llegar a tu regazo. Te lo ruego por última y primera vez, que dios se apiade de vuestras almas -.
Al anochecer Dante encontró un fuego junto al carromato siniestrado. Viento había descolgado a Clara y había enterrado a ambos de igual forma, dándoles el descanso que se merecían. Las sombras ya campaban a sus anchas, y el mejor refugio era el fuego que ardía con fuerza junto a Viento. Dante se sentó al otro lado, observando a Viento por encima de las llamas:
-No te sientas culpable. Ellos eligieron sus pasos -.
Viento miró a Dante con los ojos ensombrecidos:
-Los hijos de Rom... Si no están contigo es porque están muertos -.
-Cuando llegué ya los habían vendido. Si tienen suerte alguien de corazón puro les dará techo y comida -.
Mintió:
-Tú me seguiste -.
-No te tires flores. Me muevo con la frontera del bosque, solo volvía a mi hábitat natural... -Dante miró a Viento con más intensidad-... Hasta que vi el cadáver de un enorme tigre de la tundra tirado junto a un árbol -.
Viento empezó a inquietarse:
-Pensé que los cazadores de dientes habían tenido un día de suerte, pero me sorprendí cuando vi que no habían tomado sus dientes, y lo que es más, el rastro que se alejaba del cadáver era de una sola persona. Para matar ese tipo de bestia hacen falta decenas de hombres experimentados... -.
Los ojos de Dante se clavaban cada vez más en los de Viento:
-Entonces decidí seguir el rastro de tal héroe legendario y... Adivina a quien encontré -.
Viento apartó la mirada sin decir nada. Dante estaba muy intrigado, pero decidió restarle importancia:
-Todos tenemos cosas que ocultar. No te voy a mentir, eres alguien interesante cuanto menos. Te ofrezco mis servicios hasta llegar a Eisberg -.
-¿Qué quieres sacar de todo esto? -.
Dante se encogió de hombros:
-Soy un hombre sin más propósito que seguir viviendo, pero me apasionan las historias. Pienso que tu historia merecería ser cantada algún día -.
-¿Me ofreces tus servicios de escolta a cambio de que te deje cantar mi historia? -.
Dante se dejó caer hacia atrás y se tumbó en la hierba:
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El Bosque Eterno
FantasíaSaben que nada bueno pasa cerca de este bosque, y que su llegada es solo un augurio de las peores catástrofes. Saben que dentro de este bosque habitan criaturas de cuentos, de libros antiguos. Saben que una magia extraña lo rodea, y lo hace crecer e...