"Estoy temblando frente a un cuerpo inmóvil. Se que está muerto, pero ¿quién es?. Me acerco con indecisión para mirar mas de cerca. Eylinn está muerta con los ojos abiertos. Están mirando a Viento con culpabilidad. Un nudo crece en el estómago de Viento. Este no puede soportarlo y vomita a un lado:
-No... Yo no quería esto. Esto no debería haber pasado. Necesito que vivas, Eylinn, necesito que no mueras...
Algo brilló en el pecho de Eylinn"
La noche pasó lenta, demasiado lenta. Viento despertó sudoroso de su pesadilla antes del amanecer, después de eso no tuvo tiempo de dormir, no, mas bien no tuvo valor de dormir. Eylinn había agonizado hasta altas horas hasta que Melphy pudo estabilizarla. No hay peor canción de cuna que los gritos de un compañero, algo difícil de ignorar por muy fuerte que tapes tus oídos. Después de tanto tapar tus oídos, casi se agradecen los primeros rayos del sol. Al amanecer, Marcus tuvo una charla con Viento. No en tono amigable, pero no de reproche:
-Viento, soy consciente de tu condición, y entiendo que puedas pensar que esto es culpa tuya. Nada más lejos de la realidad, la misión continuará sin verse alterada. Sin embargo, no debemos descartar la idea de que seas... De interés para ciertas persona... .
-Vais a ponerme bajo vigilancia, ¿verdad?
Marcus se mesó la barba:
-Bajo seguridad. A partir de ahora no viajarás de forma directa con el grupo. Hasta que pensemos en algo mejor, tú irás al frente conmigo y Dante. El resto nos seguirá desde una posición más retrasada escoltando a Eylinn. Si sufrimos otro ataque tan pronto me temo no poder protegerla.
Viento agachó la cabeza, con una sonrisa casi irónica:
-Me pones en cuarentena como a un leproso, ¿no?. ¿Por qué no me echas de la compañía?¿A caso tu también me ves como un engendro al que explotar o es que temes perder el apoyo de Dante si dejo la compañía?... -Viento levantaba la voz casi sin darse cuenta-... Vamos, león, ¿por qué no me echas a las hienas como al resto de la carroña?.
Marcus, sin decir nada, se arrodilló ante Viento. Levantó la mano, Viento se encogió, esperando que le golpeara, pero lejos de eso, lo tomó por la mano derecha, y, con suavidad, abrió sus dedos mostrando el corte de la palma, aún fresco y enrojecido:
-He hecho cosas horribles, cosas de las que no me enorgullezco... -Marcus por su parte, mostró una mano llena de cortes similares a los de Viento. Había muchos, demasiados-... Pero jamás dejé tirado a un hermano de sangre. ¿Ves?, ambos tenemos el mismo corte, eso representa un vínculo. Un vínculo que solo se romperá con la muerte, mi muerte o la muerte de la compañía. No, Viento, no trato de aprovecharme de ti, trato de protegeros a todos. Por favor, entiéndelo.
No hubo más palabras. Cuando la niebla de la mañana se despejó, Marcus, Dante y Viento partieron por el camino que habían seguido el día anterior. No se verían más hasta el anochecer. Con esto, los planes de Viento de conocer a los integrantes de la compañía se vieron truncados. A las malas, conocer un poco más a Marcus sería un tema interesante, pero agotador. El carro lo estaban usando para cargar a Eylinn, a medio día de camino por detrás, y no quedaba más remedio que usar las piernas. Por desgracia el bosque es frondoso, y no deja ver las colinas y montañas hasta que estás de lleno en una de ellas. A medio día, el sudor corría salvaje por la barbilla de Viendo, goteando y mojando su camiseta. Era interesante ver como los árboles crecían en las paredes de los acantilados y desfiladeros. Un paso elevado entre montañas cubierto de árboles hasta donde alcanza la vista no es un paisaje típico. Enormes árboles crecían casi en paralelo al suelo desde las paredes verticales del desfiladero. El fondo del mismo no era visible, solo se alcanzaban a ver las copas de los árboles que crecían en lo mas profundo de este, llenando el desfiladero de un mar de hojas que lo cubrían en su totalidad:
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El Bosque Eterno
FantasíaSaben que nada bueno pasa cerca de este bosque, y que su llegada es solo un augurio de las peores catástrofes. Saben que dentro de este bosque habitan criaturas de cuentos, de libros antiguos. Saben que una magia extraña lo rodea, y lo hace crecer e...