"No se exáctamente como me siento: Demasiado lleno, demasiado solo, eufórico, triste... La historia de Melphy me ha dejado con un vacío de curiosidad que no se como o con qué llenar. Me parecería estúpido buscar un rato para hablar con ella y pedirle de rodillas que terminase de contar la historia, aunque quizá estúpido no sea la palabra más adecuada. La compañía retomó la marcha a la mañana siguiente con un Marcus resacoso y un Dante que se mantenía en pie luchando contra los embates del ron y la ginebra. Seguimos con la estrategia de dividir al grupo en dos para escoltar al carro, pero ahora nos siguen mucho más cerca, y con los ojos de Eylinn sobre el camino todo es mucho más seguro. Este es mi tercer día de viaje, y espero que sea el más tranquilo hasta ahora... "
Un golpe sobre el hombro de Viento hizo que desconectara de la escritura. Marcus le dio una palmada en la espalda:
-Muchacho, pon los ojos en el camino, o al menos uno de ellos.
Marcus caminaba junto a Viento agarrándose el estómago, intentando sellar ahí dentro lo que una vez fue bebida y que ahora soñaba con ser vómito. Llevaba orgulloso su capa ondeante del león, y abrochada a su espalda por correas, su enorme guadaña de caminante. Por detrás caminaba Dante, malhumorado, concentrándose en caminar recto. Y por encima de nosotros, sobre las ramas altas de los árboles, Eylinn vigilaba el camino como una sombra acechante:
-Es una auténtica putada tener que limpiarte el culo con ramas y hojas, ¿no podríamos haber cogido algo del carro para poder cagar agusto?-Dante cogió la capa que ondeaba a su espalda y la sostuvo en alto sopesando unos instantes- No me dejas más remedio que usar mi capa, y no quiero usarla.
-Por el amor al hierro Dante, modera tu vocabulario o te saldrán gusanos en la lengua. No tendremos esas comodidades en un par de meses, acostúmbrate.
-Me acostumbraré cuando no quede más remedio, pero habiendo un carro a un kilómetro por detrás de nosotros lleno de suministros me cuesta hacerme a la idea.
-¿Cuándo te volviste tan blando?
-¿Y tú tan idiota?
-Bueno, no fui yo quien decidió acaparar un whisky añejo de dudosa procedencia y darle cabida en un estómago ya de por sí flojo.
-¿Me estás llamando flojo?, para empezar no se ni por qué tuvimos que comernos el guiso de Arlin. Esa cosa era peor que tragar espinas adobadas en mierda... No achaques a mi estómago mi malestar y empieza a buscar un buen cocinero.
-El guiso de mi hijo era de la mejor calidad, no tengo la culpa de que tu paladar se haya acomodado a manjares de nobles.
-Manjares de nobles... -Dante le hizo un gesto obsceno con el dedo a Marcus, pero este estaba de espaldas y no lo vio. Viento hurgó en su macuto y sacó un pequeño rollo de papel amarillento para ofrecérselo a Dante:
-Este papel se ha estropeado, no lo voy a necesitar. Puedes quedártelo por si te sirve de ayuda.
Dante cogió el papel gustoso y lo guardó en su bolsillo:
-Te debo una, chico. Recuérdame que te invite a una buena jarra de cerveza espumosa en la próxima taberna en la que paremos.
Viento negó con la cabeza:
-Creo que prefiero el zumo de uvas de momento.
Dante sopesó un segundo esas palabras:
-Que sea una buena jarra de vino entonces. Quizá la cerveza sea un brebaje demasiado varonil para tu pequeño paladar de niño... -Esas últimas palabras se encargó de decirlas un poco más altas para que Marcus las oyera.
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El Bosque Eterno
FantasíaSaben que nada bueno pasa cerca de este bosque, y que su llegada es solo un augurio de las peores catástrofes. Saben que dentro de este bosque habitan criaturas de cuentos, de libros antiguos. Saben que una magia extraña lo rodea, y lo hace crecer e...