Capítulo 77:"Otro puerto"

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Punta del Amanecer apareció en la lejanía al alba del segundo día. Los atajos de Willow habían llevado a la compañía por escarpados caminos entre las montañas, habiendo estado apunto de perder el carromato en más ocasiones de las que a uno le gustaría admitir. Habían tirado del carromato por turnos de tal forma que la marcha nunca se había detenido. En parte por la presión de la luna roja y en parte por el miedo de una inminente emboscada. Huelga decir que nadie durmió mucho en el trayecto y que las conversaciones se habían convertido en un intercambio de gruñidos. No encontraron ningún grupo de caminantes en todo el camino gracias a la vigía de Eylinn, la cual avisaba siempre con antelación de varios kilómetros para modificar la ruta. Tras eso y varios inconvenientes más llegaron a Punta del Amanecer casi un día antes de lo esperado. El sol estaba saliendo y los primeros rayos brumosos permitieron ver la muralla gris de piedra de la ciudad. Melphy salió del carromato para ver la ciudad con sus propios ojos y una ráfaga de viento frío le sacudió el pelo:

-¿Eso es... -Empezó a preguntar con los ojos muy abiertos-... Un puerto?

Un claro en el bosque dejaba ver sin árboles de por medio una enorme ciudad con una muralla circular atravesada por un enorme río que dividía la ciudad en dos mitades simétricas, creando dos murallas en forma de "C" una a cada lado del río.  El sol se colaba entre nubarrones grises y arrancaba destellos de luz del cauce del río. Por encima de la muralla podían verse los tejados de las casas y  las velas desplegadas de los barcos atracados en el puerto. Enormes velas blancas que ondeaban con las sacudidas del viento que entraba por el claro del bosque. El río era ancho, profundo y oscuro. Lo suficiente como para servir de puerto. Las riadas invernales hacían que el cauce bajara con fuerza:

-Punta del Amanecer... -Dijo Arlin que caminaba tras el carromato mientras comía una manzana-... Un lugar estratégico para poder enviar barcos hasta la costa de forma rápida y segura durante la guerra. Afortunadamente ya no estamos en guerra, pero sigue siendo un punto estratégico importante para viajar... -Se limpió el jugo de la barba con el el dorso de la mano y señaló con el dedo-... Nuestro barco ya debe de estar atracado en el río. 

-¿Vamos a navegar por ese río? ...-Preguntó Melphy.

-Vamos a navegar por ese río hasta el  mar... -Dijo Arlin apurando la manzana. 

-¿Podemos hacer eso?...-Preguntó la curandera. 

-¿Por qué no íbamos a poder?

-Porque... No podemos salir del bosque. 

Arlin sonrió:

-Si navegar por el mar fuera suficiente para salir de este bosque ni mi padre ni yo estaríamos con vosotros... -Negó con la cabeza-... No, el bosque no se detiene ni en el mar. 

-Al  menos allí podremos darles esquinazo a nuestros perseguidores... -Dijo Connor, que caminaba en un lateral del carromato-... Aún así no me gusta la idea de navegar por el mar. Allí estamos indefensos. 

Arlin asintió:

-A mi tampoco me gusta la idea... -Tiró la manzana a un lado del camino-... Pero no debería haber problema estando tan lejos del centro del bosque. 

Melphy arqueó una ceja:

-¿Indefensos frente a qué? En el mar no hay forma de que los vendedores oscuros puedan encontrarnos... ¿Verdad?

Arlin asintió nuevamente:

-En este caso el problema no son los vendedores, si no el propio  mar. El bosque sigue creciendo bajo la superficie del agua haciendo que el barco pueda quedar encallado en alguna rama alta. Y en las zonas donde el fondo marino es tan profundo que los árboles no representan un problema la fauna sí que es problemática ¿Verdad, padre?

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