El mar se encontraba frente a mis ojos, las olas reventaban frente a mí, la tibia arena acariciaba mis pies mientras el paisaje era cubierto por un cielo celeste claro y despejado, muy hermoso.
A mi alrededor no había una multitud de personas disfrutando un tiempo de verano en la playa. No. Tan sólo familias o parejas lugareñas que disfrutaban de una linda tarde.
Estaba de pie. Ya había pasado un buen rato de que dejé sola a All, así que fui a buscarla. Mamá se quedó en casa, no quiso venir con nosotras, otra vez. Me detuve en punto fijo, buscando a mi pequeña con la mirada, All era una criatura diminuta, pero la había encontrado entre las personas que mi vista alcanzaba a divisar.
Y él estaba justo detrás de ella, frotando con sus manos su espalda. Sentí temor por ella, ¿Qué hacía Payne? ¿Por qué tocaba su espalda? Estaba atónita. Inmediatamente, fui a donde ellos se encontraban.
Sin pensarlo, introduje mis pies en el agua mientras aceleraba mi paso.
- ¿Qué haces? –Grité furiosa apartando su mano de su pequeño cuerpo.
- Tranquila, no le he hecho nada.- Me dijo subiendo una mano en señal de que me calmara.
- Estúpido, ¿Por qué tocabas su espalda? ¿Quién te...? –No me dejó terminar, sentí como se acercaba bruscamente hacia mí. Sentí como agarró mis antebrazos entre sus grandes manos y las levantaba a la altura de nuestros pechos. Sentí su cara molesta mientras decía:
-Esta es la segunda vez que me llamas estúpido. Nadie me llama estúpido. –Me escupió aquellas palabras calmadamente pero irritado. Pude sentir su aliento caliente, jamás había visto a alguien tan molesto por mi culpa.
Me sentía débil, el me tenía en su agarre, de una manera tan brusca.
Este toque que Liam le regalaba a mi cuerpo ya no era cálido, más bien era aterrador. Sus ojos estaban oscuros y su único punto fijo eran mis pupilas dilatándose.
- Suéltame. –Bufé con mucho temor. En ese momento, pude ver mejor sus ojos miel, se estaban oscureciendo más, cada vez más. Las gotas de agua salada caían por su cara y por su cuerpo.
- No te metas en asuntos de los que no sabes. –Me retó con la mirada ¿Payne era así desde… siempre? ¿Era así de arrebatado e intimidante? ¿Solía actuar de esa forma tan posesiva y mediocre?
- Espero me perdones, la culpa ha sido de la tabla, no mía. –Soltó bruscamente mis antebrazos. Ya no me hablaba a mí. Reía ante mi pequeña. All asintió con la cabeza, pude notar confusión en su rostro, dudas de saber qué hacer. Temerle a aquel chico, o enfadarse conmigo.
Me lanzó una mirada de desprecio, y se marchó con una tabla de surf en una de sus extremidades superiores. No tenía ni la más mínima idea de qué ocurría. Miré a Allie, de pie sin saber qué hacer.
- ¿Qué ha ocurrido? –Le pregunté de inmediato cuando noté que estaba lo suficientemente lejos como para oírnos.
- ¿Te dio miedo verdad? –Cuestionó mi pregunta un poco nerviosa, llena de dudas.
- No. Dime que ha ocurrido. –Mentí. Mis antebrazos aun ardían por el dolor de sus manos apretándome.
-Es… estaba jugando con el agua, y creo que me pegó con su tabla. –Dijo nerviosa. Rayos ¿Qué acababa de ocurrir? ¿Por qué actué de tal forma?
- ¿Qué más? – Le pregunté totalmente seria.
- Se acercó y me pidió disculpas –Me explicó. -¡Cálmate! –Gritó.
- ¿Cómo me dices eso? No te das cuenta de que quiero protegerte de tipos como esos. –Le dije apuntando a Payne quien ya se veía como una diminuta hormiga saliendo de la playa.
- El no es malo Mo. No quiere hacer daño. –Me dijo como la niña inocente de siete años que era.
Estaba sorprendida por su respuesta.
- No lo conoces pequeña. –Intentaba calmarme de la situación.
-Pero puedo verlo, hermana. -¿Seguía apoyándolo? ¿De qué se trataba todo eso?
-Nos vamos en diez minutos. –Le anuncié totalmente molesta. Debía tomar cartas en el asunto.
Esto me pasaba por dejarla sola, pero ¿Por qué él? ¿Por qué Payne aparecía de nuevo? ¿Por qué tuve que reaccionar de esa manera? Había quedado como una ridícula, por un momento me imaginé como mamá, no por el hecho de ser ridícula, si no por verme tan indefensa ante un hombre. Fue un momento que odié. Ya no sabía si lo que sentía por Payne era rencor, o temor.
-
Ya había llegado a casa, solté la mano de All y subí corriendo las escaleras. Entré en mi habitación y me encerré en mi baño, empecé a girar la llave de la bañera, me saqué toda mi ropa y me introduje en el agua, mientras mi cuerpo se acomodaba a esta nueva temperatura, necesitaba relajarme. Mojé mi cara, y el agua se mezcló con lágrimas que de a poco salían de mis ojos cristalizados.
Tenía tanta frustración acumulada por Payne que de alguna manera tenía que expulsarla de mí. Siempre creí que era fuerte, incluso que sabía manejar situaciones mejor que Mamá, pero ante Payne me vi tan insignificante, tan indefensa, que todo mi coraje se había esfumado.
''Maldito Payne, ¿Por qué tienes que causar estas sensaciones extrañas en mi?''
ESTÁS LEYENDO
Mi Debilidad |Liam Payne|
FanfictionTenían estilos de vida totalmente distintos, eran completamente diferentes. Pero se conectaban de una manera única, incluso, podían llegar a sentir lo mismo sin darse cuenta. Ninguno sabía exactamente que esperaban de ambos, pero estaban seguros de...