*Liam puntos de vista.
Mo se veía realmente linda, usaba un vestido, tal como yo se lo había pedido, pero no alcanzé a imaginar lo hermosa que se podría ver. Todo me gustaba de ella en el poco tiempo que la alcanzaba a conocer.
Amaba la forma en que caía su largo pelo en forma de ondas, amaba el color cafés claro se sus ojos, la tez blanca que siempre le acompañaba, amaba su forma de ser, tan segura y tranquila. Mo definitivamente sabía como hacerme sentir diferente.
Sentir su cuerpo junto al mío, me provocaban ganas de abrazarla para siempre, jamás soltarla, protegerla por el resto de la vida.
Esa noche su madre se encontraba en casa, y yo tenía que hablar con ella. La vez pasada que la vine a buscar, no se encontraba, pero yo necesitaba decirle que cuidaría de Mo, que confiara en mi, que estaría a salvo con migo.
Iba junto a mi, de la mano. La casa de Mo era grande por fuera, tenía un jardín lleno de flores, arbustos por todas partes. La puerta de entrada era de madera de dos puertas con vidrios incrustados en la parte superior de esta. Ella la abrió y pude observar a una mujer sentada en un sofá en medio de la enorme casa. Ella me invitó a entrar y la mujer se puso de pie. Se parecía bastante a Mo.
- Mamá el es Liam, Liam mi mamá. -Dijo Mo con tono de aburrida, algo que me pareció bastante gracioso.
- Hola, señora. -Dije acercándome a ella y extendiendo mi mano, ella la tomó, subió y bajó con una sonrisa en la cara, muy parecida a la de mi pequeña. -Liam Payne.
- Es un gusto, Liam. Me han hablado tanto de ti. -Soltó un suspiro la mujer.
-Mamá, porfavor. -Mo le abría sus ojos, se quejaba.
- Lo mismo digo. -Le sonreí amablemente. Yo no era de andar regalando sonrisas a todo mundo, pero ella era la madre de Mo.
- Liam debo hablar contigo. -Dijo la señora.
- Si claro, ¿Puedo tomar asiento? -Pregunté indicando el sofá que tenía en frente de ella.
- Claro hijo, estás en tu casa. -Respondió amablemente.
- Iré por unas galletas. -Alzó la voz Mo y yo asentí en gesto de aprobación.
Ya no estaba junto a nosotros. La ví irse en dirección a la cocina, cruzar un marco de puerta.
Volví mi vista hacía la mujer.- ¿Quieres a mi hija, niño? - Al escuchar esa pregunta por mi cabeza pasó el hecho de que jamás le había dicho ''te quiero'' a alguien, excepto a mi padre. Y fué cuando tuve que partir a Amsterdan por casi seis meses, hace dos años. Mi primer voluntariado.
- Estoy seguro de que quiero estar con ella. -Dije seguro de mi.
- Tan sólo te pido dos cosas, Liam. -Escuché esas palabras de su boca.
- La escucho señora Edwards. -Afirmaba con la cabeza.
- Primero, que la quieras. -Hablaba pausado, y levantaba las cejas. Afirmé con la cabeza.
- Luego, que la protegas. Ella cree que nada puede pasarle, que basta con proteger a All y todo está bien, nunca se preocupa de su bien estar, más bien siempre está pendiente de su hermana. -Escuché esas palabras pidiendo ayuda. Desde un comienzo, desde que ví a Mo supe que debería convertirme en su protector.
- Siempre que pueda, estaré ahí para cuidarla. -Dije con suavidad.
- No siempre estarás Liam, no utilices esa palabra. -Dijo ella.
- Lo prometo, la cuidaré todo el tiempo, la tenga cerca o no. -Hablé decidido, intentando convencerla.
- ¿Lo prometes? -Preguntó ella frunciendo el ceño.
ESTÁS LEYENDO
Mi Debilidad |Liam Payne|
FanfictionTenían estilos de vida totalmente distintos, eran completamente diferentes. Pero se conectaban de una manera única, incluso, podían llegar a sentir lo mismo sin darse cuenta. Ninguno sabía exactamente que esperaban de ambos, pero estaban seguros de...