Capítulo 40. ''No. No digas nada''

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Prácticamente, estaba hecha un desastre.
Por todos lados, estaba horrible.

Mi cabello no brillaba como siempre, mis ojos caían cansados bajo la morada piel que el no poder dormir la noche anterior me provocó. Mis labios estaban secos.

Yo no estaba bien.

Razón: Liam Payne.

Lamento lo que ocurrió, lamento haberlo alejado con aquella discusión. Lamento haberlo dejado en mi jardín mirándome con aquellos ojos oscurecidos. Lo lamento todo, desde el punto de exigirle explicaciones hasta dejarlo técnicamente abandonado, tal como él lo hizo una vez conmigo.

Sé que todo, absolutamente todo entre nosotros fue rápido. Dos semanas para darme cuenta de que él era el hombre que jamás busqué.

No lo he visto desde la noche de la discusión. Y desde ahí, van dos noches.
No verlo me hace sentir necesitada, me hace extrañarlo de una manera increíble. Me hace sentirme diferente a como nunca me sentí.

¿Por qué me ha tocado tan fuerte? ¿Qué hizo para que yo sintiera esto que ahora me está matando?

No le toqué el tema a Zayn porque por alguna razón, no quería mostrarle que estaba necesitándolo. Que me dolía su indiferencia, Liam no ha llamado ni ha dejado mensajes. ¿Lo herí? ¿Actué mal? Pues sea lo que sea, no estuvo bien.

Los días han sido vacíos, nada fuera de lo normal. Despertar, ducharme, desayunar, pensar, almorzar, pensar, cenar, intentar dormir. Y así.

¿Quién vendría hoy? ¿Niall? ¿Zayn? ¿Liam? Deseaba que la última opción fuera la correcta, necesitaba verlo y decirle que todo estaba bien, que lo amaba. Que me perdonara.

Le hice caso omiso al orgullo, fui en busca de mi móvil. Lentamente y pensándolo más de una vez, lo llamé.

Mi ritmo cardíaco no tenía razón en sí. No sabía que decirle, solo quería escuchar su voz tranquilizadora.

En los segundos de espera, pensé en cómo pude verme afectada por dos noches y un día sin Liam, qué pasará cuando sean siete meses. ¿Qué estaremos haciendo el uno y el otro? ¿Estaría el con un arma apuntando le a un sujeto sin piedad? ¿Estaría sufriendo por el dolor de una pelea? ¿Estaría yo con cuadernos en mi mano? ¿Estaría en Francia?

No contestó. Decepcionada y con las esquinas de mis labios abajo, miré la pantalla. Esta estaba en su inicio con una foto de él y All en la playa. La llamada había terminado automáticamente al no contestar. Pero no me rendí, llamé dos veces más, pero él no contesto ninguna de mis llamadas. Era casi mediodía.

¿Por qué no contestó? ¿Dónde está?

Tomé una decisión. Me molestaba total mente que él no contestara, estaba siendo egoísta. Cruel. Orgulloso. Pero aun así, me duché para ir a buscarlo, a su casa, a la playa, a la calle, eso no importa. Tenía que decirle que todo tenía que estar bien.

Me he dado cuenta de algo, estoy totalmente loca. Pero me alegra que la causa sea mi chico de ojos miel, y nadie más.

Cuando salí del baño de mi habitación me quedé paralizada, las cosas no debían ser así pero lo agradecía.

Mis ojos se abrieron y un dolor salió de mi pecho al verlo de pie frente a mí. Lucía tan limpio, tan brillante, tan perfumado, tan acogedor, tan hermoso, tan reluciente, tan irresistiblemente besable. Nadie más que Liam Payne.

No pude hacer nada, quería abrir mi boca para decir no sé qué. Pero me interrumpió rápidamente.

- No. No digas nada. -Su voz profundizó en mis oídos haciéndome sentir nueva.

Mi Debilidad |Liam Payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora